Al borde de la laguna en un pequeño islote, semillas que trajo el viento hicieron crecer el árbol más solitario que he visto en mi vida.
No tiene belleza exterior.
Al observarlo tan solo y desamparado pienso que si imagen no es desgarbada ni su tronco tan frágil que pareciera a punto de caer.
En otoño como todos los de su especie con la ayuda del viento lentamente va desnudando sus ramas.
A ese viento le pide que no las lleve a la laguna sino a tierra firme.
De esa forma encuentra lazos que año a año le permiten subsistir.
Tengo la certeza que no quiere estar allí.
Solo.
Su existencia pareciera carecer de sentido creciendo en un lugar inhóspito.
Alejado del suelo firme como el resto de las especies se pregunta ¿Qué hago aquí?
Trazando un paralelismo con esa imagen que inspira tristeza y desasosiego, encuentro similitudes con mi vida, desde el momento que la muerte, no exenta de crueldad, te arrancó de mi lado con el objetivo que no pudiera verte nunca más.
Se equivocó.
No te puedo ver corporizado para darte un beso, es cierto.
Ella no sabe que te llevo grabado con finas letras empapadas con el icor de los dioses,en mi alma.
Como el árbol solitario, he sentido el desamparo que provoca la ausencia temporal del ser que más se ama en la vida.
Con tu talento y paciencia has intentado enseñarme a vivir sin vos.
Vale tu esfuerzo.
Ambos sabemos que el aprendizaje no tendrá el efecto buscado.
Nadie puede evitar que te extrañe con locura infinita.
Tampoco nadie lo intenta pues sabe que perdería el tiempo.
Sos mi amor más puro y perfecto.
Ser de luz que trata de iluminar el derrotero de su madre.
Estaría fascinada si pudiera conocer la fecha de nuestro reencuentro.
Otro imposible guardado bajo siete llaves.
Como siempre debo esperar.
Mientras el tiempo transcurre, te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=qxOrDxGUa04
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