POLICROMÍA PARA MI ÁNGEL

El amor maternal tiene todos los colores del universo.
Imagino que los mismos se replican en el Paraíso Celestial
Un sitio que no conozco, aun cuando confío llegar con la misma premira que vos abandonaste el suelo terrenal.
Percibo con dolor que allá te necesitaban, eso no quiere decir que acepte tu muerte.
Más que nunca te llevo tatuado con dinas figuras reprocidas por el orfebre más famoso y humano que supo interpretar de manera artística no exenta de poesía y drama el significado de tu partida.
Se aceptan los errores que se cometen a diario.
Se pide disculpas por los excesos que muchas veces son verbales u quien los emite no sabe el daño que pueden llevfar a causar.
El resto que me quede de existencia será por y para vos.
Soy dichosa por haber traido a la vida un ser con tus caracterñisticas innatas.
Muy lejos están de ser una obsesión producida por la fatalidad.
Si bien es cierto que reconozco en contra de mi voluntad que por un tiempo no te podré ver, esa situación no implica negar que vivís en mi ser.
Seguirás en ese estado hasta que me llegue el momento de partir.
Es cierto soy ansiosa, no quiere decir que todo lo quiera para el día de ayer.
Se equivocan quienes razonan así.
No he perdido una mascota que puedo reemplazar por otra con una simple compra.
El faltante no se puede dimensionar pues es antinatural.
Te concebí para que vivieras y fueras vos quien me despidiera.
Es antinatural que haya sido la madre quien le dice adios por ´´ultima vez al hijo de sus entrañas.
Respeto todos los pensamientos, coincidan o no con los míos.
Quienes se apuran a emitir juicios de valor apresurados es porque nos conocieron a ninguno de los dos o el conocimiento fue demasiado superficial.
Siempre tengo por dogma que no hay que quedatse con el envase sino con el contenido.
Un mundo que pocos se animan a profundizar.
Me sobran los dedos de una mano para saber quienes reconocieron en vos un ser de luz.
Solidario con todos son preguntar ¿ Quién sos o de dónde venís?
Para vos la igualdad estaba en primer lugar.
Poco te importaba n los fueros íntimos de cualquier terrenal.
Era necesaria la ayuda, pues allí estabas vos.
Esa es la gran diferencia que noto con otros jóvenes de ti edad utilizaban como excusa para ayudar al prójimo.
La ayuda a un igual es una obligación y una necesidad que nos acaricia el corazón.
No escribo como mamá sino como una mujer que sabe diferenciar cada cosa para ubicarla en su exacto lugar..
Ignoro si en tu nyyevo hábitat están todos los colores.
Estimo que sí, aún cuando los perciba con cierta palidez.
No está mañ que así sea los colores virulentos quebrarían la paz que conlleval la eternidad tal cual se conforma en mi mente.
Puedo estar equivocada.
Nadie es dueño de verdades absolutas, menos en el espacio terrenal donde la lucha por parecer y no ser se manifiesta en cada expresión.
Hoy buscaba imágenes para ilustrar estos contactos que nos acercan tanto.
Había demasiadas.
Quería algo que pudiéramos compartir como antes.
Ello me llevó a optar por colores que nos hermanaron más de una vez en diferentes circunstancias.
Por qué no decirlo algunos no te gustaban por su estridencia.
Como no eras perfecto como pueden pensar quienes leen mis letras a las apuradas, teníamos diferencias como cualquier hijo con su mamá.
Diferencias que se diluían cuando aparecía el diálogo que tanto extrap hoy.
La tristeza tiene cierta dualidad, se buxa algo opuesto para que la misma pueda mitigarse.
No siempre se logra.
Estas imágenes son solo pequeñas pinceladas de mi gran amor por el hijo que no puede corporizarse.
No te imaginás el deseo que tengo de darte un beso.
Decirte tomando tus manos cuanto te quiero.
Siempre me pregunto que algo debe haber ffatado para evitar que el destino te arrancara de mi lado de manera tan atroz.
Me duele horrosomente recordar tu cuerpo inmóvil con los ojos cerrados.
Me conforta reconocer que en tu semblante había paz.
Recuperaste el color de la vida cuando la muerte te había arrancado de mi mano.
Día a día construyo la escalera que me lleve al Reino de los Cielos,
A veces sineto un poco de cansancio y allí aparecés para sostenerme con tus alas, susurrándome que falta menos para llegar.
Tu espíritu me mantiene aquí aún cuando no sepa muy bien para qué o por qué.
Oportunamente me ko duras.
Vida, te amo por ello repito mi letanía de todos nuestros contactos, tesoro nunva olvides cuanto te quiere tu mamá.