Thursday, September 13, 2018
MÁGICOS COLORES PARA TU CIELO
Dafne la diosa griega del amanecer, pinta las nubes de colores rosados.
Su objetivo es esperar la llegada de su hermana Eos, venerada como deidad del atardecer.
Pocas veces he visto tu cielo de un tono tan fascinante.
Pareciera que han convocado al más excelso artista del pincel para que el firmamento aparezca con ese matiz espectacular.
Dafne es una mujer creativa.
Pese a su belleza y el asedio de otros dioses del Olimpo, eligió vivir en absoluta libertad.
Libertad que le aseguraría su permanencia en el Reino de los Cielos.
Conoce como nadie el dolor de Eos, por ello cada tarde toma como instrumento la hermosura natural con el propósito de detener las lágrimas de Eos quien por toda la eternidad llora la muerte de uno de sus hijos.
Dolor difícil de superar.
Comprendo cada lágrima derramada por la diosa.
Se parecen a las mías o las de cualquier mamá que ha sufrido la pérdida del ser que más se ama.
Un hijo.
Debo reconocer que el llanto de Eos y el mío son por idénticas circunstancias.
No tengo la potestad de los dioses que pueden convertir su llanto en pequeñas esferas de cristal, vistiendo los pétalos de las flores hasta que salga el sol.
¿Recordás tu carita cuando te relaté que de haber sido niña, el nombre elegido era Dafne?
La mueca de una sonrisa se dibuja en mi boca cuando aparece esa evocación.
Con rapidez contestaste que era una suerte haber nacido varón.
Reímos largo rato.
El nombre no te agradaba, pese a ello reconociste que no era un nombre vulgar.
¿Te conté que esa deidad, nació el mismo día que vos?
No todo en la vida es casualidad, también existe la causalidad.
Regreso a las imágenes que puedo admirar.
Estoy en el último piso de la confitería de un parque de diversiones.
Desde lo alto, la vista es majestuosa.
¿Cómo la divisás desde tu dimensión?
A un cielo pintado se agrega la aparición de múltiples y coloridos globos aerostáticos surcando la esfera hasta hace pocos minutos de color celeste.
Quisiera abordar uno de aquellos, con el único sueño por cristalizar que poseo.
Quiero llegar a tu lado.
No importa el transporte que utilice.
Dejo volar la imaginación.
Tengo la certeza que dentro de la canasta que conforma ese globo tan especial, los terrenales, durante el tiempo que dura el viaje, tenemos la capacidad de desplegar alas imaginarias que nos permiten un ascenso más rápido.
Siento premura por verte, abrazarte y darte un beso.
Una necesidad básica que tiene cualquier mamá.
Sé que si estuvieras físicamente a mi lado, la sensación de vértigo se esfumaría como mis más caras ilusiones.
Juntos emprenderíamos un viaje soñado.
Disiparías mis miedos.
Podríamos ver de cerca la forma en que las primeras estrellas comienzan a colgarse en el cielo azul profundo, dueño de la noche estelar.
Escenario perfecto para la aparición de nuestra amiga, la Luna que siempre nos regala destellos plateados para alimentar los anhelos que nacen en la profundidad del alma.
No me importaría permanecer en el aire por mucho tiempo.
Solo emprendería ese viaje si se concretara la posibilidad de verte un instante.
¿Sabés que añoro más que nunca poder sumergirme en la belleza de tu mirada?
¿En que momento volveremos a estar juntos?
No alcanza ni me conforma llevarte en mi alma.
¿Nadie conoce cuales son las necesidades básicas de una mamá?
El tedio de la espera opaca las utopías.
No tengo demasiadas.
Por sobre todas prevalece la idea de concretar nuestro reencuentro.
¿Hasta cuando deberé esperar?
Mi tesoro, sabés que te amo con intensidad.
Busco los caminos para llegar cuanto antes a tu lado.
Más de tres años, es demasiado tiempo para no poder escuchar tu risa o entonando las canciones que más te gustan.
Como podrás observar no es demasiado aquello que pido.
Mientras transcurre el tiempo no puedo evitar repetir una vez más mi pedido de siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=gmjoq9LRawE
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