Thursday, September 27, 2018
UN VIAJE ESPECIAL
En ocasiones los sueños no tienen explicación.
En muchos casos se contraponen a nuestros gustos, fobias y temores generalizados.
¿Recordás la última vez que viajamos en subterráneo?
Fue hace casi cuatro años.
Para vos siempre fue el medio de locomoción más rápido.
En mi caso mi claustrofobia se exacerba hasta límites intolerables.
Como siempre estás en mi pensamiento, debo confiarte que sos el generador de mis sueños más disparatados
¿Te gustaría conocer el de anoche?
Caminaba por una de las avenidas céntricas de la ciudad.
Algo que me desagrada profundamente.
Sé que era tarde.
Las calles estaban desiertas.
No tenía deseos de miras las vidrieras, exhibiendo la vestimenta de la nueva temporada.
Mi objetivo era otro.
Bajar las escaleras mecánicas con el propósito de observar el desplazamiento de los subtes o metros como se conocen el resto del mundo.
¿Estás esbozando la más bella de tus sonrisas?
Por el horario no circulan subtes.
Llegué a ese lugar mucho después de la partida del último tren.
La estación estaba impecable.
Seguramente esperaba el tránsito de personas que se produce en las primeras horas de la madrugada.
Terrenales que utilizan la rapidez de ese medio para llegar a su trabajo.
Miles de historia que conocen esos trenes que están cambiando su fisonomía.
Como imaginarás no pensaba abordar ninguno.
Por ello el sueño me llevó a ese lugar en la hora que aquellos no circulan.
Tiene cierto dramatismo estar bajo tierra, esperando el paso de algún subte que sabemos no pasará.
Fijo mi vista hacia la izquierda de la estación, observo se aproximaba un tren.
Consulté mi reloj.
A esa hora no pasa ninguno.
Los sueños consiguen imposibles.
El tren estaba más iluminado que otras veces.
Asientos vacíos no transportaban mortales con su bagaje de historias.
Las agarraderas que utilizan los pasajeros parecían bailar, sin música de fondo.
En el cuarto o quito vagón una niña de corta edad estaba sentada.
¿Adónde se dirigía a esa hora?
¿Sus padres no notaron la ausencia?
La pequeña no viajaba absolutamente sola.
Decenas de mariposas azules como sus ojos revoloteaban a su alrededor.
Una compañía maravillosa para un viaje especial.
Llamó la atención que esa niña no se moviera.
Tan abstraída en sus propio mundo se veía inmóvil.
El metro detuvo su marcha como si esperara más pasajeros.
Una visión imposible de olvidar.
¿Sabés que tuve mucho miedo por esa nena?
No entendía qué estaba haciendo en absoluta soledad.
No tan sola, las mariposas de color azul la acompañaban en su viaje.
Salí rápidamente de la estación.
La falta de aire se hacía sentir igual que los latidos de mi corazón acelerado.
Necesitaba que ese sueño tan errático terminara.
Concluí el ascenso del último peldaño.
Buscaba un negocio de esos que están abiertos durante todo el día, deseaba saciar mi sed.
Abruptamente el paisaje había cambiado.
Las avenidas se habían convertido en paisajes como los que solíamos recorrer.
Ríos cristalinos al pié de la montaña, recorriendo el curso natural.
Los primeros destellos del sol lograban formar los colores del arco iris en uno de los tantos saltos que atravesaba el río.
Un espectáculo maravilloso ver sobre la espuma firmada por aquella los siete colores más lindos que se pueden conocer.
¿Podés creer que en ese instante supremo, sentí tu presencia como nunca?
Solo un ser luminoso como vos pudo cambiar la frialdad de una estación de tren por esos paisajes naturales, evocando el ayer.
Pensé que la magia de un sueño tan exótico terminaría en ese instante.
No fue así.
Sentí con emoción difícil de describir uno de tus besos en mi mejilla.
Desperté con alguna lágrima que escapó sin intención de dañarte.
Mi voz te llama con el amor más grande del mundo.
Nuevamente la respuesta es el silencio.
No quiero acostumbrarme a no tenerte, siempre estarás a mi lado aún cuando no pueda visualizarte.
¿Puedo pedirte que aparezcas nuevamente en alguno de mis sueños locos?
¿Me llevarías a recorrer en tus brazos alados los caminos del ayer?
Mi tesoro sé que harás los mayores esfuerzos para cristalizar mis anhelos más profundos.
¿Sabías que sos el pilar que me sostiene cuando me siento desfallecer?
Nunca serás un recuerdo para mí.
Estás en los detalles más pequeños del día a día.
También siento tu compañía perfecta en los que trascienden el raciocinio.
Esos que no se pueden evitar.
Momentos que no se quisieran vivir para evitar darse cuenta que los terrenales a medida que transcurre el tiempo, vamos perdiendo afectos profundos.
¿Te dije cuanto te amo?
Sor la luz que logra despierte a diario.
Lamento tener que seguir esperando sin demasiado sentido.
¿Tendré que asumir que es aquello que me corresponde en el camino de la vida?
Con vos todo es más fácil.
Admiro y valoro tu paciencia, en esta espera que se extiende más allá de mis requerimientos.
¿No comprenden que mi mayor deseo es estar con vos?
Mi cielo gracias por entender el desasosiego que agobia.
Como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=LCEG8AjhBXQ
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