Saturday, September 15, 2018
TU LUZ EN MI ALMA
En los días aciagos donde todo es incertidumbre y dolor, aparece tu luz para mitigar las heridas profundas del alma.
Alma sangrante pues siempre aparecen episodios inesperados o no deseados.
En esos instantes, no dudo en profundizar nuestras habituales conversaciones.
Solo las mujeres que hemos sufrido la tortura de perder al ser que esperamos durante nueve lunas para que viviera y en un segundo partió a otras dimensiones, conocemos el idioma que utilizamos para comunicarnos con nuestros tesoros.
Al ser mi ángel custodio, conocés todas las circunstancias por las que atravieso.
Muchas son tan oscuras que solo puedo sortearlas con la ayuda de tu luminosidad.
¿Qué realicé tan mal, para recibir todas las condenas de manera continuada?
¿No existen respuestas, verdad?
Carezco de necedad ello me lleva a comprender que en la carrera para sobrevivir, hay que sortear demasiados obstáculos.
Vivo la realidad que me ha tocado vivir como puedo.
Muchas veces me siento vencida.
Todas las malas noticias se aglutinan para suceder en el mismo instante.
No hay pausas para respirar con una pequeña dosis de tranquilidad.
Es como si el destino se hubiera ensañado con la fragilidad de esta mujer que a diario se conecta con el ser que más ama en la vida.
Si no tuviera esa posibilidad en lugar de vida sería un vegetal sin sentimientos.
¿Tesoro no te cansa que siempre busque tu ayuda angelical?.
En estas milésimas de segundos, te imagino exclamado tu típico ¡No má, para eso estoy!
Obviamente, valoro cada uno de tus esfuerzos para que me sienta mejor.
Pese a ello no puedo evitar pensar
¿Mi tesoro, en algún momento no se cansará de tantas peticiones?.
No protestes.
No tengo intenciones de abusar no solo de tu bondad y cariño, sino de la luminosidad que derramás. Indicándome cual es el camino correcto.
Gracias es una palabra demasiado pequeña, comparada con todo aquello que a diario hacés por mí.
No estoy atravesando por mi mejor momento.
El motivo lo conocés.
Duele ver apagarse la vida.
Si fuera mi potestad no dejaría que nadie tuviera pasaje hacia la eternidad.
¿Seguís pensando que vivo en un mundo que jamás se parecerá al suelo terreno?
Si es así, te asiste la razón.
¿Has podido comprobar junto a mí alguna de las mentiras obscenas que he recibido esta semana?
¿No sabe quien miente, que la mentira tiene pasos acotados?
Gracias a tu perspicacia y conocimiento, son episodios que no tomo en cuenta.
Tal como a vos me subleva la subestimación.
Ninguno de los dos la merecemos.
Jamás hemos querido obtener ese premio.
Por fortuna has sabido, sortear cada temporal que azotó la brevedad de tu vida terrenal.
Es cierto.
Demasiadas veces me pregunté ¿Cómo hacías para sepultar y guardar solo para vos, el comportamiento de quienes te habían proferido heridas profundas.
Tu silencio en esas ocasiones, me llevó a comprender que solo n ser pletórico de luz, puede callar el nombre de quien ofende.
¿Cómo hiciste, tesoro de mi alma?
Aún cuando lo deseara con fervor no podría imitarte.
Soy explosiva por naturaleza.
Pese a la diferencia de edad, no poseo la templanza de los elegidos, por ese Ser Superior o quien sea.
Entiendo que no es un comportamiento políticamente correcto, dudar de su existencia.
No lo sé con certeza.
La adversidad, a quienes en muchas ocasiones le he conocido su rostro perverso, me llena de dudas.
A esta altura de las circunstancias no puedo cambiar el rumbo de mis pensamientos.
Tampoco sé si es mi deseo.
¿Podrías enseñarme a mantener, el punto justo del equilibrio?
No te rías mi cielo.
Jamás es podido lograrlo.
¿La razón radicará en que siempre ha predominado tu luz y la esencia de tu ser?
Como podrás apreciar, tengo un día plagado de interrogantes.
Debo bajar el nivel de ansiedad.
Es una verdad valedera.
¿Cómo se hace cielito?
No lo sé.
Tesoro hoy elegí como imagen algo que irradia luz.
Escasa para parecerse a la tuya.
Agradezco a la vida me haya regalado un hijo como vos.
Deploro, lo haya arrebatado con tanta rapidez.
Acepto a medias, la realidad que me toca vivir.
No es justa.
Muchas veces me pregunto si de haber seguido en suelo terrenal el amor que nos prodigamos, hubiera sido el camino para llegar a tu sanación
A veces pienso que sí.
En otras ocasiones asumo plenamente que no contaba con los elementos necesarios para calmar tu tortura.
No fue escasa.
Es una de las razones por las que a cada instante revive en mi mente.
¿Era necesario que padecieras tanto?
¿Por qué la irracionalidad de utilizo como si n fueras un humano, sino solo para aprender?
No tengo ni odio no rencor, hacia los salvajes que te atendieron como si fueras una presa de caza.
No soy quien para juzgar.
De ello se ocupará ese Ser Superior a quienes todos veneran.
Mi tesoro, sabés que te extraño cada día más.
Igual es mi caudal de amor.
No quiero aburrirte.
En esta ocasión pediré tu ayuda.
Necesito transitar este momento de adversidad con la templanza que tenés vos.
La segunda es rogarte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=t5HT1WCa8FU
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