Tuesday, September 11, 2018
ÚNICO DUEÑO DE MIS MUSAS
En Grecia antigua nacieron Las Musas, hijas de Zeus y Mnémosine.
Los poetas que vivieron muchos siglos antes de la era cristiana las consideraban Ninfas que vivían en las fuentes de agua.
Ciento de años después concluyeron que vivían en el cielo,
Solo bajaban a la tierra para susurrarle a los artistas, ideas con el propósito de motivar la inspiración de aquellos.
Las Musas son nueve.
Nueve los planetas más conocidos del Universo y nueve los cielos que el poeta florentino Dante describió en su obra “La divina comedia”
Cielos que había que atravesar para llegar al Paraíso.
De manera poética deseaba convencer a su amada Beatrice para que emprendieran, ese camino juntos. y así poder concretar el amor.
El único dueño de mis Musas sos vos.
Mi fuente de inspiración para establecer esta conexión mágica que me mantiene en suelo terrenal, no por mi decisión.
Historias que nacen en el ama de quien ha perdido el ser más sagrado.
Bebé hermoso que llegó a la vida, consagrando mi sueño de ser mamá.
Un ser pletórico de luz, quien de manera prematura el destino arrebató de mi lado.
¿Sería conciente que me dejaría sumergida en el más profundo de los abismos que acompaña el dolor?
Mis sentimientos son contradictorios.
Jamás aceptaré que has partido.
Ninguna madre desea tener un hijo muerto.
Es la peor condena que impide seguir en suelo terrenal.
Si continuo aquí, es gracias a tus denodados esfuerzos para verme parecida a la mamá que has conocido.
En otras ocasiones pienso que ese abrupto final, fue elegido por un Ser Superior para evitarte el sufrimiento innecesario.
El manoseo espantoso al que fuiste sometido, cuando se conocía el final tan próximo.
Te pienso en forma constante.
¿Estás bien?
Sé que te cuidan aquellos que te amaron de verdad y antecedieron en el camino.
Pese a ello nada alcanza para mitigar el dolor.
¿Podrías contarme en un sueño, como es tu nuevo hábitat?
En muchas ocasiones pienso que estás en otra dimensión.
Sitio al que no puedo llegar.
¿Has sentido el peso de la soledad?
Desearía con fervor que nada llegue a afectar la sensibilidad de tu carácter tan particular.
No quisiera que se opacara tu luz.
Luminosidad tan o más brillantes que las estrellas.
Cada noche como si fuera un ritual, encienden el cielo para darle paso a la Luna.
¿Desde el universo celestial, podés apreciarlas, tan fulgurantes como las observamos los terrenales?
¿Existen flores que puedas cuidar y aromaticen tus noches de insomnio recordando a quienes hemos quedado aquí?
Por tu sensibilidad imagino que has conocido otros ángeles que logran tus días no sean tediosos como los míos.
¿Sabés que deseo verte para darte uno de los tantos besos que tengo guardados para vos?
¿Cuándo mi anhelo se cristalizará?
Como podrás observar no he perdido la costumbre de preguntar.
Sé que para uno de mis interrogantes poseés, la respuesta correcta.
¿Comprendés por qué desde tu ausencia, desaparecieron de mi vocabulario las palabras olvido y felicidad?
Te aseguro que me acercaré a ese estadío, cuando procedan a entregarme mis propias alas y pueda llegar con premura a tu lado.
No existen motivos argumentados para dilatar más nuestro encuentro.
Gracias a vos mis musas me visitan a diario con el fin de otorgarme la posibilidad de conectarme con vos.
Cada mañana emprendo un nuevo desafío.
Ignoro si en el cielo se puede leer como hacemos los terrenales.
Sí, puedo afirmar que tu capacidad de comprensión se encuentra intacta.
Tanto como para adivinar cada uno de mis pensamientos.
Mi tesoro, te amo con pasión que se renueva día a día.
Mi condena es esperar.
No importa.
Cuando te encuentre, habré obtenido el mayor de los premios.
Mis utopías serán realidad.
Mientras el tiempo transcurre, no dejaré de pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=8R8VKRudeow
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