Sunday, April 14, 2019
BRUMAS
Mañana húmeda, algo cálida para esta época del año.
Deseo respirar aire puro para disipar tan solo un poco los pensamientos tan tristes que me mantendrán por siempre apresada, desde tu ausencia.
Un curso de agua, sumado a los factores climáticos propicia la generación de bancos de neblinas.
En este espacio de bosque que circunda la cabaña, es imposible calcular la altura de los árboles que lo conforman.
Son tan altos que producen asombro.
Silenciosos son testigos de expresiones que nacen en las almas heridas.
Más adelante en un enclave abierto crecen amontonados alelíes.
En otras circunstancias diría que son del color del cielo.
Hoy no puedo hacer esa comparación pues mostraría otro eje de mis vacilaciones.
Prefiero ocupar mi mente pensando cuantas pequeñas flores contiene cada vara de esos ejemplares floridos.
El aroma es suave
Han crecido amontonado.
No guardan simetría alguna.
¿Tendrá temor a estar en soledad y por ello se muestran todos juntos?
¿Por qué todos los seres humanos le huyen a la soledad.
¿Estará mal acostumbrarse a ese estadío?
¿Alguna vez dejará de ser una continuidad en el transcurrir de mis días?
¿Cuándo?
¿Ese instante ocurrirá en el momento que estemos juntos físicamente?
¿Existirá esa probabilidad o solo es una expresión de deseos?
¿Es posible soñar con los ojos abiertos?
¿Cuándo volveré a sumergirme en los tuyos?
Quiero como nada en el mundo nadar, hasta quedar flotando en tu alma.
¿Podré cristalizar esa utopía?
¿Por qué cuando hago referencia a nuestro reencuentro solo obtengo como respuesta el más feroz de los silencios?
¿Si respondieran a tantos interrogantes sería con verdades o mentiras?
¿Dónde estás luz de mi vida?
¿Has olvidado que temo a la oscuridad?
Solo vos con tus sabias palabras podías alejar cada uno de mis temores.
En este sitio privilegiado por su innata belleza, cuando la melancolía que traen los recuerdos compartidos, convoca el llanto desesperado, las aves también silencian sus trinos.
Hace cuarenta y cuatro meses, estabas tan locuaz y risueño pensaba que podría revertirse el final.
Ese mismo atardecer llegó a visitarte tu hermano del alma.
Para no producir enojos en el personal de seguridad, como el horario de visita había concluido, sin querer cayó tu celular.
Sonriendo ante tamaña torpeza los dos procedieron a dejarlo en condiciones.
Siempre tuviste la posibilidad de compartir tus sueños de vida futura con tus amigos.
¿Por qué nadie tuvo el poder de alargar tus días?
¿Ese era tu destino?
No quiero aceptarlo.
Es demasiado injusto.
¿Cómo hace una mamá para asimilar la muerte de su hijo?
¿Tiene sentido que esté en esta cabaña, intentando conseguir pinceladas de paz para esta realidad cargada de tinieblas?
¿El sitio es perfecto para realizar la introspección que me guió hasta aquí.
Pude comprobar que la existencia de realidades paralelas.
¿Quién es tan poco afectuoso, llevándose la vida de los más jóvenes?
¿No sabe ese ser al que no encuentro manera de nominarlo, que son Ustedes quienes deben despedirnos cuando se acerca el fin de la vida?
Más allá del espacio físico en que elija estar, no encontraré la manera de resolver tantas vacilaciones.
Deseo regresar a mi refugio.
Nada se obtiene huyendo.
No tengo demasiado equipaje.
Suavemente golpean la puerta de la cabaña.
Odile intuyó me iría antes de lo conversado a mi llegada.
Mirar sus ojos es como observar las aguas de un lago quiero.
Pide no me preocupe por nada.
Ella sufrió la partida de Lis, antes que te fueras, quien sabe adonde.
Con sabiduría expresa que me dirija hacia donde sea, el dolor lejos de mitigarse, será cada día un poco más profundo.
Recibí el abrazo de una mamá como yo.
Comente mi conformidad con la breve estadía en ese sitio encantador.
Extrañaré, las hojas de otoño, cayendo cual lluvia dorada en el espejo de agua de esa vertiente tan angosta.
La fragancia de los alelíes en el espacio abierto del bosque.
Ahora deseo estar en casa.
Desde allí seguiremos estableciendo contactos mágicos.
Quizás regrese a este espacio soñado.
Tal vez aquí hayan quedado parte de mis recuerdos.
Copia de ellos.
Las vivencias originales son nuestras.
No he logrado esa reconciliación con mi interior.
Tampoco sé si la deseo.
Si estar bien conmigo misma significa cambiar la manera de razonar el día a día, no lo haré nunca.
No está mal convivir con esa parte de la personalidad que apareció como consecuencia de tu partida.
Quizás entre las dos encontremos respuestas a tantas vacilaciones.
¿Está mal que así sea?
Jamás tendrá acceso en mi vida el pensamiento de aquellos que osan aconsejarme respecto al amor que nos prodigamos.
Nunca fueron bendecidos con la llegada de un hijo parecido a vos.
¿Hoy, te he dicho cuanto te amo?
¿Estás en un lugar inasequible?
¿Podré llegar algún día no muy lejano?
¿Cuál es el sentido de mi permanencia en suelo terreno?
¿Podrías esperar mi arribo?
Tesoro de mi alma, prometo llegar sin saber muy bien como se denomina el sitio en que estás.
Por favor no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=bEL7b9zTZHE
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