ESPECTROS

Vida de mis entrañas, se hace cada día más difícil vivir sin tu compañía entrañable.
Es imposible seguir caminado realidades ante la ausencia del ser que más se ama en el mundo.
Abordando lecturas metafísicas, nacidas en la mente de mortales estudiosos y no vendedores de ilusiones he llegado a aprender que convirtiéndose en existencias espectrales se puede llegar al espíritu de quines como vos han perdido la existencia terrena.
Si bien es cierto que no puedo contar con tu realidad terrenal, abrigo ilusiones de reencontrarme pronto.
Con la mayor celeridad.
He decidido sin pedir permiso a nadie convertirme en umbría del amanecer.
Elijo un lugar costero.
¿Cuál es la razón?
Es un sitio como pocos que a vos te resulta fascinante.
¿En algún momento me referiré a vos en tiempo pasado?
Jamás.
Esta vivo en mi alma para toda la eternidad.
¿Qué dice las leyes escritas por los terrenales?
Demasiado.
Algunas se acercan al ridículo en pos de sobresalir.
No saben que desde otro lugar existen personas racionales que las interpretan con racionalidad.
No pongo en duda, por llamarlo de alguna forma que para aquellas estés muerto.
¡Ignorantes!
¿No saben que un hijo amado trasciende los tiempos pasados, presentes y futuros?
¿Para que pierdo tiempo con los ciegos de entendimiento?
A ciencia cierta no lo sé.
¿Por qué abandoné mis estudios de derecho?
Prevalecieron las letras, el humanismo que Ustedes desconocen hasta caer en la necedad.
¿Por qué lo hacen?
¿Por intereses monetarios o falsas interpretaciones?
No se preocupen.
Nunca pierdo el tiempo sagrado en juzgar a quienes considero con capacidades intelectuales diferentes
No se apuren en lapidarme.
No hago referencia a todos sino a algunos de sus representantes.
¿Pensándolo bien?
A ninguno.
Mi derrotero son las letras.
Letras a compartir.
¿Es una necedad?
No, solo convicción.
Chiquito no quiero desviar mi camino.
Ayer por la tarde recibía a tu hermano de la vida.
Hablamos como nunca.
¿Percibiste que también estabas presente?
Como siempre que me visita, abuso de su compromiso.
Sí.
Estoy refiriendo a cuarenta y ocho horas antes de parir, cuando les pediste me acompañaran.
¿Cómo pudiste tener semejante acto de grandeza, antes de en entregarte, a los brazos enigmáticos de la muerte?
¿Posee limitaciones el amor que nos prodigamos?
No, trasciende a la misma eternidad.
Quiero que sonrías solo para mí.
Como pudiste apreciar desde ese lugar que no se como se denomina, por mis continuas disquisiciones, mientras se cargaba la computadora, le mostré un documento de identidad anterior a la fecha de tu muerte.
¿Sabés que hizo al verlo?
Beso tu foto.
No es la primera vez.
En otras ocasiones el mismo acto se repitió ante un retrato donde estábamos los dos.
Actitud conmovedora.
Te debe haber pensando, ejecutando el piano para acompañar tu voz entonando canciones de la música que nos hace conocidos en el orbe.
¿Por qué nunca te escuché cantarlas en casa?
Entiendo era parte de una amistad que perdurará de manera eterna.
Soy cero, tecnología.
¿Adivino si afirmo estás riendo?
Como es mi sabia costumbre, no sé que hice.
El tema es que ejecuté mal un programa.
Por suerte poseo apagadores de incendios?
Mediante un click, que para es todo un hallazgo solucionó el inconveniente.
¡No te rías de tu mamá!
Ambos sabemos que no soy una humana digital, ni pretendo serlo.
Sería una ridiculez.
Moriré escribiendo.
¿Será un don o una tortura para mis pacientes lectores?
¿Desvío el objeto del contenido de este contacto?
Sí mi amor.
Suelo escalar las ramas de un árbol añoso para expresarme.
No lo hago con intencionalidad.
Retomando el hilo conductor, quiero decirte que ese ser luminoso volvió a tomar el último libro que me regalaste.
¿Encontramos nuevas sorpresas.
Sí.
Conmovedoras.
Una de las protagonistas, en este caso era una beba que llevaba mi nombre.
Conmoción total.
¿Habías señalado esa frase?
Si otras que me llevaron al borde de las lágrimas.
Antes no habíamos reparado en ellas.
¿Sabés el efecto que produce leerlas casi cuatro años después de tu ausencia?
No alcanza si utilizo el adjetivo conmoción.
¿Ese era el libro que buscabas en el mes de junio del año dos mil quince?
¿Sus letras te llevaron a preguntarme qué haría sin vos?
Si bien ambos percibíamos el final letal.
¿Como hiciste para seguir siendo el mismo durante dos meses letales?
¿Por qué los médicos o como se denominen esa especie de fueras rapaces, demoraron tanto el diagnostico?
¿No sabían o no querían?
¿Prevaleció el interés monetario de cobrar exámenes que nada tenían que ver con tu enfermedad de origen?
¿Para qué sirve un fondo de ojo cuando el mal supuestamente está a nivel pulmonar?
¿Pudiste observar luego de partir que intenté arrojar a un supuesto especialista por la ventana de un sexto piso?
Ente despreciable que quiso tomar una muestra cuando tu cuerpo estaba sin vida.
¿Pudo hacerlo?
No, se escudó detrás de los residentes?
¿Habrá comprendido que una madre defiende a su hijo más allá de la especie?
Mi cielo por ello quiero mutar a umbría.
Llegar a la vera del mar que siempre amás.
Tener como testigo de mi propia partida a las gaviotas, deseándome suerte en el viaje postrer.
Poco me importa atravesar los mares del mundo en un pequeño bote.
Tiene capacidad solo para mí.
No necesito más para llegar a vos.
¿Podré entonar viejas canciones mientras acaricio tu cabeza?
¿Depositar muchos besos en tus rosadas mejillas?
¿Cristalizar la utopía de confundirnos en un abrazo?
Poco importa si es el último después de casi cuatro años tortuosos?
¿Dejaré las opacidades de lado?
¿Embestiremos la felicidad?
Nada tiene importancia.
Prevalece nuestro encuentro.
¿Existe algo detrás de las penumbras?
Carece de relevancia.
El reencuentro coronará esta terrible historia.
¿Aún pueden interrogarme sobre la muerte de un hijo?
¡Necios de toda necedad!
Nunca, jamás podrán interponer distancia entre mi descendiente y yo.
¿No han advertido que por toda la eternidad es y será el eje de mi vida.
Tesoro de mi alma, navegaré hasta llegar a vos.
Te amo como a nadie en el mundo, por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá,

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