PARALELISMOS

Buenos días sol de mis días prisioneros de las tinieblas producidas por tu ausencia, tan injusta como intempestiva.
Hemos abordado el tema en infinidad de ocasiones.
Ello no alcanzó para mitigar las heridas nacidas en el alma herida de una mujer que más allá de los designios y crueldad del destino, amó y amara a su hijo por sobre todo lo conocido en la existencia terrena.
¿Recordás la imagen que antecede este juego de letras?
¡Sí, tesoro de mis entrañas!
Es la famosa pintura d Claude Monnet denominada “La mujer de la sombrilla”
Tuviste la deliciosa presunción de regalarme una reproducción de ese óleo.
Sabías que además de las letras otra de mis pasiones era la pintura?
¿Alguna vez sostuve un pincel entre mis manos?
No.
Nunca dejaría de reconocer mi torpeza cuando de tareas manuales se trata.
Lo mío intenta lograr que el intelecto trabaje para Lugo volcar en las letras cada uno de mis pensamientos.
Hoy quiero recordar a Camilla, la esposa de Claude Monnet, un maestro de la pintura del siglo XVIII.
Discípulo de mi pintor favorito.
Vincent Van Gogh.
Ser torturado por el amor no correspondido de una niña que caminaba por los alrededores de la mansión que ocupaba, en la campiña francesa,
¿Puede el amor no correspondido hacer perder la cordura a un artista de la talla de quien mencionara?
Sí.
No tengo dudas al respecto.
Ese sentimiento sacro, no conoce barreras en el mundo de los terrenos.
Camilla Monnet poso para su esposo en infinidad de ocasiones.
Esta vez, Claude, quería retratar a su bella esposa a la orilla del Río Sena.
Necesitaba que su mujer bajara el terreno con suaves declives para plasmarla en la tela.
Ella eligió un vaporoso vestido de color pastel.
Los pliegues de aquel timarían movimiento al compás de la brisa tenue.
Cuando vió aparecer a la mujer de su vida, quedó fascinado.
Cautivado por esa vista, decidió retratarla con el propósito cumplido para que atravesara todos los tiempos.
Canille portaba en sus manos una delicada sombrilla.
Allí surgieron las primeras diferencias.
Claude afirmaba que faltaba un sombrero en el atuendo de la mujer que se habñia convertido en su musa inspiradora.
Ella de manera terminante, expresó que si llevaba un accesorio, no podía colocar sobre su fina cabellera un sombrero con cintas capaces de convertirse en pájaros desplegando sus alas al viento.
Cansada de tantos reclamos accedió a ese pedido con una condición.
Cuando culminara esa obra Camilla cumpliría una de sus utopías.
¿Cuál era?
Nada más ni nada menos que viajar al siglo XXI.
¿Qué motivo tenía para atravesar tres siglos de historia?
Encontrarse con féminas que llevaran su nombre?
¿Llevaría en ese viaje a su hijo Jean Claude?
No.
Quedaría al cuidado de su abuela materna.
Al arribar a esta época comenzó a investigar a las mujeres que llevaran su nombre.
Pronto encontraría a Camila, una profesional existosa.
¿Podés recordarla?
El viernes hable con ella.
La dulzura de su voz conmueve.
Necesitaba datos para concretar este enlace cotidiano.
Por sus palabras supe que se habían conocido.
Compartieron salidas y tus visitas al estudio de uno de tus hermanos del alma.
Siempre para estos contactos utilizo imágenes y música,
Tengo fotos de ella donde se destaca la autenticidad de su sonrisa.
Nunca utilizaría imágenes de terrenales para estos contactos.
Solo si estuvieran de perfil.
No es este caso.
¿Sabías que en el año dos mil trece Camila decidió cursar en la Universidad de la Vida un doctorado?
Se recibió con honores a fines de febrero del año dos mil quince.
¿Casualidad o causalidad?
Seis meses después del mejor episodio que atravesaría Camila, te llamaron a ocupar otras dimensiones?
¿Qué ocurrió en ese interregno.
Recibió el doctorado más importante en la vida de una mujer.
Arribó a su realidad su Osito preferido.
¿Tuviste la oportunidad de conocerlo?
M es un niño bello.
Posee una mirada pícara y traviesa.
La percibo velada por halos de tristeza.
Soy falible.
Puedo equivocarme.
Es amoroso y guerrero.
Valiente como pocos en el mundo de los infantes.
Un geniecito luminoso.
¿Sabías que llego a emocionarme una de las fotos que subió su tío?
¿Por qué?
Está sentado sobre las rodillas de ese oso más grande que muchas veces en silencio escuchó mi voz quebrada.
¿Has podido apreciar que en su mano izquierda, a tan corta edad empuñaba una lapicera?
Los neuro científicos afirman qu quienes utilizan el hemisferio cerebral derecho son elegidos.
No dudo que M, posea esos dones.
El viernes hable con Camila.
Precisaba detalles para escribir este relato.
Le pido disculpas por no poder controlar mis impulsos.
Estaba en el estudio.
Debía buscar a su pequeño, quien pocos minutos después saldría del jardín de infantes.
Como nadie sabés que deploro los fines de semana largos.
Pese a que estuvieras inmerso en tus actividades, esperaba tu regreso para mimarte.
Ahora el tiempo pasa y la ausencia se nota en estas fechas.
No regresarás corporizado a mi refugio.
Duele la ausencia cuando no se produce el regreso.
¿Cómo se hace para superar el grito del silencio que acompaña cada uno de mis días desde la tragedia?
¿Podré superarlo?
No.
Cuando se ama intensamente a un hijo, es imposible.
Cami espero conocerte personalmente algún día.
Quise dedicarte estas letras.
Sos una mujer enorme.
Eximo dar más detalles.
Disfrutá de tu master.
Posees el osito perfecto.
Será M, quien ilumine cada uno de tus días para que tu derrotero sea exitoso.
Camilla Monnet regresó asombrada al siglo XVII.
Conoció a una homónima difícil de superar.
Te pido permiso para pedirle a mi tesoro como en cada uno de los contactos que establecemos, que nunca olvide cuanto lo quiere su mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=Q5kC62TrqYI