Tuesday, April 16, 2019
CONMOCIÓN
Quienes amamos las letras y algunos nos denominan con generosidad escritores, no vivimos en una burbuja.
Desde nuestro lugar o esencia buscamos explicaciones que nadie tiene.
Ni siquiera aquellos que permiten ser venerados como íconos de una religión, cualquiera sea su nombre.
Es cierto, mis disputas internas no me permiten temporalmente reconocerlos como tales.
Poseo un inmenso bagaje de dudas que ni siquera ustedes han intentado disiparlas.
¿Por qué?
De mi entendimiento no es la respuesta.
No fui yo quien eligió navegar por un mar de vacilaciones.
Nadie hizo el menor esfuerzo para que tales episodios no sucedieran.
¿Es sano existir en un espacio plagado, de espesas tinieblas.?
Nadie con una pequeña dosis de raciocinio lo aceptaría.
Ayer cuando comenzaba la tarde en algunos sitios del irme, los humanos nos conmovimos ante las imágenes tenebrosas del fuego abrasador que había tomado como presa uno de los Patrimonios de la Humanidad.
Sí.
Refiero a la Catedral de Notre Dame, uno de los emblemas más visitados del mundo entero.
¿Hefesto era necesario que demostraras tu poder en un símbolo de la humanidad toda?
¿Sabías que te equivocaste?
Te condeno.
No creas porque abrazo determinada religión.
A esta altura de los acontecimientos dudo de todo.
Exceptuando cada uno de mis cuestionamientos, nacidos en el sentimiento más grande que puede tener una mujer que ha sido bendecida al consagrarse como madre.
Para vos dios griego del fuego no hay ningún tipo de atenuantes.
La catedral Nuestra Señora de París está erigida en la Isla de la Cité.
Rodeada por el Río Sema que atraviesa París con sus puentes acompañados de más de un sueño.
No alcanzaron las aguas del río para apagar tanto fuego.
¿Se preguntan por qué elegí la parte posterior de Notre Dame y sus primaverales jardines?
No quise mostrar aquello que todos hemos visto.
Destrucción y llamas dispuestas a arrasar con los más grandes tesoros.
En el día de la fecha el cuerpo de bomberos sigue enfriando con agua la estructura.
¿Será posible salvar semejante daño?
¿Quién no recuerda la cúpula de casi cien metros apuntando a la atmósfera?
¿La denominan cielo?
Para los creyentes tendrá ese nombre.
Cuando la ambigüedad es nuestra compañía no buscada no podemos afirmar aquello sobre lo que antes creíamos y las circunstancias adversas nos hacen pensar lo contrario.
Cada uno de mis fieles lectores sabe a que hago referencia,
Cuando ví car la cúpula, una vez más sentí el corazón a punto de desgarrarse.
Estremecida no pude evitar trazar paralelismos.
¿Puede el fuego en tan pocas horas hacer caer una mole que pesa toneladas?
¿Cuánto tiempo necesita el calor para convertir en cenizas un cuerpo humano?
Dolores profundos dejando su marca artera.
Si bien es correcto cumplir con la voluntad de los seres terrenales,
¿Es posible olvidar que en pocas horas mutarán a cenizas?
¿El destino de ellas será propiciar que el viento las eleve hasta lugares desconocidos?
Desde que poseo recuerdos me parece que la incineración es el mejor camino.
¿Estaré equivocada al no querer dejar que un cuerpo fuera tomado por sucesos siniestros?
¿Hago mal en no mencionarlos con todas las letras?
No me parece necesario.
Mi hijo vive más allá de aquello que nos hacen conocer los expertos en criminología.
Existen palabras que jamás usaría para referirme a mi descendiente que amo más que a nada en el mundo,
¿Para qué nacimos con forma de cuerpo humano?
¿Por qué después de la muerte regresamos a la nada misma, con diferentes metodologías?
Pasará mucho tiempo pata que elimine de la memoria las imágenes de un icono mundial abrazado por la ferocidad de las llamas.
Por propia experiencia, opté por imágenes que no mostraran la destrucción.
Cualquier jardín es sinónimo de esperanza.
De reconstrucción.
¿Por qué no se puede corporizar un ser querido que ha querido convertirse en cenizas?
¿No es cierta la historia de Fénix?
¿Solo fue parte de una leyenda para quienes soñamos en la vida eterna?
¿Es otra mentira?
¡Basta de mitos!
Hieren el alma.
Tesoro prefiero pensar que estás como hace casi cuarenta y cuatro meses.
Logrando el deleite al ver tu sonrisa.
¿Dónde has guardado tu mirada?
¿Sabías que la hermosura de tus ojos deseo perpetuarla para siempre?
Anhelo escuchar nuevamente la cristalina sonoridad de tu sonrisa.
Darte un beso sin pedir permiso a nadie.
Confundirnos en un calido abrazo ante la comunión de ideas.
Nadie podrá impedir te siga amando como siempre.
Un poco más que antes.
No existen las distancias, cualquiera fuera el motivo, entre una madre y su hijo.
Jamás cesaré en demostrar a quien sea la calidad y calidez de nuestros sentimientos.
¿Podrías esperar mi llegada?
¿Será posible el reencuentro?
Por favor mi cielo, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=D8ly2-pTPTI
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