Saturday, April 27, 2019
DELIRIO
Te amo hijo querido.
Hoy se cumplen cuarenta y cuatro meses en los que por la tarde sin pensar en tu miedo ante la cercanía de la muerte a media tarde decidiendo cambarnos de habitación.
Reacción propia de los indolentes que como nosotros dos sabíamos se acercaba el final.
Mientras el equipo médico protagonizaba el último acto de una comedia ridícula, salí al pasillo.
El cuarto no se veía desde otros espacios.
¿Ignorantes ahí ocultaban de la vista de los acompañantes de otros pacientes su propia imbecilidad?
¿Para qué ocultar la llegada de la muerte?
¿Quisieron esconder la incapacidad?
Seguramente esa es la causa de que ninguno de Ustedes firmara la copia de un resumen de historia clínica, cuando como corresponde a mis derechos había pedido el original
Opacos.
¿Tenían temor a que fuera expuesta la falta de conocimientos demostrada a partir del veintitrés de agosto del dos mil quince.
¿Creyeron que esta mamá compraría espejitos de colores?
Demostraron su esencia al brindarme por mi extorsión argumentada, al preguntarme que nivel de estudios poseía.
¿Tienes hijos?
¿Qué muerte elegirían para ellos?
Verdades o mentiras.
¿¿Ello quiere decir que a las mamás legas, esconden la situación por la que atraviesan sus hijos?
¿Cómo pudieron ser tan cobardes al no exponer la verdad por cruel que ella fuera?
¿Fueron gestados por una mujer o por la barbarie?
Ni siquiera producen piedad.
El aroma a tabaco aprestaba cada vez que pronunciaban una palabra.
¿Sus superiores anteponen el llenado de los bolsillos al juramento hipocrático?
¿Por qué convirtieron el arte de curar al prójimo un negocio?
¿Vendieron su alma a Mefistófeles?
¿Qué responden a su descendencia cuando les preguntan que cantidad de vidas salvaron?
Nada se puede esperar de quien miente a sus propios hijos.
¿Saben que el mal que se prodiga a terceros vuelve con intensidad hacia quienes lo profieren sin dignidad?
¿Hijito tenías miedo antes de morir?
Clamabas por mi presencia cuando te trasladaron al perverso escondite de los desposeídos.
Al camillero lo sujeté de la chaqueta.
Te transportaba a toda velocidad.
Tampoco ese ente tuvo un acto de generosidad.
En lugar de tomarlo por la casaca, debí marcar mis dedos en su cara de nada,
¿Por qué no lo hice?
Por respeto hacia vos.
Rogabas por tu mamá.
Estaba detrás tuyo.
El terror a la muerte impedía me visualizaras.
Nunca te hubiera abandonado.
Esa noche fue letal.
En medio del dolor pensabas en mí.
Querías descansara a tu lado.
Me ví obligada a mentirte en la hora,
El rigor mortis comenzaba a tomar tus piernas.
Querías levantarlas, no podías.
Ello me llevo a acariciarte para que desistieras de esa terrible actitud.
¿Sabés por qué en un día tan aciago elegí la imagen que antecede a este doloroso relato?
La intención es llevarte vistas distintas hacia el sitio en que estas.
¿Ocurre en alguna parte o solo es ficción?
Esa mujer que despide a una de sus gaviotas entre las flores, podría ser yo.
¿Ves otros panoramas o solamente la abrumadora soledad?
¿Te sentís muy solo?
¿Llegas a pensar en quienes hemos quedado aquí, sin conocer la razón?
¿Sabías que cada día que pasa te amo más?
No puedo prescindir de tu presencia?
No me alcanza recordarte con cariño incondicional.
¿Nadie conoce mi necesidad de darte un beso?
Uno solo, para comenzar.
¿Cómo se hace para seguir cuando no se ven los destellos dorados del sol?
¿Hijo podrás ayudarme a llegar a tu lado?
¡No me abandones!
Deseo morir en tus brazos.
¡Basta ya!
¿Para que me siguen reteniendo en contra de mi voluntad?
¿Han pensado alguna vez, de tener ese don que una madre necesita estar a lado del ser que trajo ala vida para que la despidiera en el final?
¿Qué los llevó a cambiar esos paradigmas?
Tesoro de mis entrañas, nadie nos podrá separar.
¿Podrás esperar mi llegada?
Te amo de manera incondicional.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=OKStJaD3wcE
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