ALQUIMIAS TEMPIRALES

Buenos días reflejo de mi vida.
Decir que te extraño es una obviedad.
Expresar cuanto necesito, estemos juntos, otra.
Sos el reflejo que guía los pasos de esta vida que rechazo sin tu presencia.
Nada de aquello que rodea la existencia de los seres solitarios, tiene sentido cuando falta el ser gemelo de pensamiento.
Ese por el que sentimos total y absoluta empatía.
Es cierto.
La familia chiquita siempre está pendiente de nuestras necesidades.
Como nadie es, respetuosa de los silencios nacidos en el dolor más profundo que puede sentir humano.
¿Por qué no escribo terrenal como otras veces?
Quienes me conocen saben que sin haberlo propuesto llegué a esa categoría después de muchos embates furiosos del tiempo que nos rige.
¿Soy diferente a los otros?
De ninguna manera.
Desde este lugar odioso donde me colocó el destino luego de tu ausencia cambian las perspectivas, no así los conceptos.
Si ello ocurriera estaría ante problemas irreversibles.
La muerte de un hijo posee esas características no deseadas.
La temperatura más benigna acompaña las caminatas.
Las llevo a cabo cuando sé no encontraré otros terrenales en el camino, capaces de adivinar esta tristeza solo mía.
Algunos aventuran a diagnosticar ataques de pánico.
Es posible la razón les asista.
No sé hasta donde.
No me gusta compartir mis sentimientos, con seres desconocidos.
Jamás asistiría, a un gripo de auto ayuda convocado por especialistas.
No soy quien para juzgarlos.
¿Acaso ellos pueden revertir tu condición de muerto?
Es una moda pronta a imponer, que profesionales de la salud mental hablen de los logros que se obtienen con las regresiones.
¿Regresar hacia donde?
¿Lucrar con el dolor ajeno?
Actitud execrable.
La muerte es un comercio para los reptantes que encontramos en suelo terreno.
No cuente conmigo, estoy de vuelta de todos los caminos.
Mi derrotero sos vos.
Hace un par de días vi una nota, la última que le hacían a un cantante mexicano, uno de sus mayores éxitos fue una canción escrita por un célebre compositor argentino.
La letra conmueve, la dejo en este espacio.

https://www.youtube.com/watch?v=bvnl3Nb3F9Y

No podía conciliar el suelo, es así que pasé a un canal de México donde realizaban un homenaje al cantante fallecido.
Las tres horas de diferencia horaria me llevaron a mirar ese programa.
Me gustan las canciones melódicas.
Más aún si han sido generadas por connacionales.
El recuerdo incluía un reportaje, efectuado por un joven periodista.
No pensé en nadie en especial, hasta que te ví, portando un micrófono en una radio conocida.
Con el ángel que te caracteriza, preguntabas con soltura.
Recuerdo tu vestimenta.
Más tu mirada profunda donde se reflejaba la satisfacción de haber logrado tus objetivos.
Ahora entiendo por qué nunca he sido cultora de la tecnología.
No creo exista corazón capaz de resistir las imágenes de dos muertos conversando afablemente.
Uno de ellos es el ser, que traje a la vida para que viviera.
Desde entonces estoy conmocionada.
Nunca antes había querido ver tus vídeos.
Escuchar tu voz era otro cachetazo de la realidad superadora.
Verte corporizado, sabiendo elegiste ser cenizas es demoledor.
Por ello y otras cosas de esta existencia sin sentido, caminé hacia el río más ancho del mundo.
Es nuestro.
Es el Río de la Plata pese a que sus aguas tienen el color de la melena de un león hambriento.
Así somos.
Buscamos ser libres,
Romper las cadenas de las que habla nuestro Himno Nacional para con absoluta libertad recorrer todos los caminos.
Somos muchos los que odiamos la miserabilidad de los discursos de quienes desean llegar.
¿Hasta dónde?
Hasta quedarse con los restos exánimes de una patria que grita “No queremos mentirosos que con un chasquido de dedos todo lo resuelven”
Esos mentirosos deberían estar encarcelados por subestimar la memoria de nuestros congéneres.
Lo sé mi amor.
No escribiré sobre supuestos políticos.
Como el Quijote no lucho contra los molinos de vientos impregnados de ignorancia.
Verás mi cielo.
Observaba las aguas marrones del río, sin turbulencias, cuando en medio de él apareció un viejo reloj.
Había una escalera para llegar al centro de su eje.
Era la oportunidad de preguntare ¿Cuánto tiempo más sería retenida en suelo terreno?
Ascendí sin dificultad los primeros peldaños.
Llegaría al centro de tus horas que han pasado a ser mías.
Furioso apareció Eolo.
La fuerza del viento hacia oscilar los peldaños.
Advirtió no tenía miedo.
Rugió de manera brutal, hasta romper la esfera del tiempo.
Gaviotas de plumaje negro comenzaron un vuelo liberador.
¿Irían a tu encuentro?
Aturdida no pude preguntar nada,
Eolo, continuó demostrando fortaleza.
Los peldaños comenzaron a quebrarse.
Sentí alivio.
¡Por fin ascendería a tu lado!
Otra vez el sabor de la derrota, varias alas imaginarias me mantuvieron en la superficie del agua.
Pude sentir tu perfume.
¿Por qué no me ayudás a llegar al final de esta historia macabra?
Mañana, se cumplirán mil quinientos días en los que no he podido darte un beso.
Es prioridad absoluta pueda sumergirme en tu mirada abrazándote.
Nada debo hacer en territorio hostil.
¿Comprendés mi sed de esta a tu lado?
No quiero esperar más.
Tampoco deseo importunarte con reacciones intempestivas.
¿Qué hacer cuando no se puede morir cuando se desea?
¿Es necesaria tanta espera indigna?
Mi vida necesito allanes el camino.
No quiero estar en el mundo hostil de los terrenales.
Por favor escuchá mi ruego, transformado en súplica.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Cwq5hF8NicQ