CON GOTAS DE LLUVIA

Hola mi cielo.
Deseo verte para cumplir la más grandiosa de mis utopías.
Duele la ausencia.
No existen medicinas para morigerar sus efectos.
Los días se suceden con demasiada abulia.
Quisiera encontrar la manera de modificar esos estadios pero es imposible.
Todo se parece a todo y a nada al mismo tiempo.
La mayoría de los terrenales no es, amistoso con la lluvia.
La imperfección de esta realidad dolorosa, logra les encuentre su encanto.
No sé si es bueno o malo dejar en libertad la imaginación cuando el cuerpo está clavado a un punto fijo de la tierra y el cuerpo oprimido con cadenas de gruesos eslabones, invisibles a los ojos de terceros.
Así me siento desde el minuto que emprendiste el más horroroso de los viajes.
Un viaje sin destino seleccionado con antelación.
¿Pasaporte al cielo o al centro de la nada misma?
¿Quién impidió pudiéramos viajar juntos?
Desde entonces en la lluvia en cualquiera de sus manifestaciones, encuentro aquellos atisbos de paz perdidos en el tiempo.
Cada gota trae a mi memoria, recuerdos compartidos.
No puedo vivir sin vos.
Ello produce laceraciones incurables.
El agua límpida trae calma.
Los charcos de agua, donde cada gota es capaz de formar figuras que solo pueden ser vistas con los ojos del alma, llega a transportarme a tu infancia.
En ellos flotaban escuadras de barcos de papel, hundidos por enemigos imaginarios al mojarse.
Tiempos felices.
Tanto que como si fueran estigmas recorren el cuerpo al evocarlos.
Antes de irte pudiste transferirme el amor infinito por las cosas sencillas.
Cuando la llovizna es tenue, me gusta estar cerca de algún curso de agua.
Cerca de mi refugio está el Río de la Plata.
Poco importa que sus aguas sean marrones.
Mis musas pueden transformar el oscuro líquido en transparencias.
No creas deliro.
Al rebotar las gotas de lluvia en el agua forman figuras de belleza extraordinaria.
No sabría explicar el fenómeno.
Tal vez corresponda al mundo de las entelequias donde las irrealidades, se convierten en verdades visibles y audibles.
Allí estoy.
Pensando en futuras imágenes para alegrar estos enlaces que nos unen tanto o más que los recuerdos.
No quiero seas uno de ellos.
¿Por qué?
Estás vivo en cada célula de mi ser.
No admito discusiones pues así lo siento.
Como te contaba, del agua emergen figuras preciosas.
En el día de hoy fue una delicada rosa.
Puede tener el color que desees.
Observando el mismo objeto, no todos vemos lo mismo.
Primero se formó un largo tallo.
Al principio no me decía nada.
Es más, debo confesar no le encontraba sentido.
Poco duró ese dilema.
En un instante comenzaron a formarse las hojas.
Como no estaba tan cerca no podía adivinar era la vara de una rosa.
Lo descubrí cuando en forma envolvente comenzaron a formarse los pétalos.
Imagine una fragancia exquisita.
¿Has podido observar esa imagen desde el cielo, so estás allí?
¿Cómo saberlo?
Mi anhelo fue que esa figura pudiera ser contemplada por tu bella mirada.
¿El color? Tu preferido.
¿Llegará a tu lado como es mi deseo?
¿Las travesuras de Eolo silbando bajito, hará que mute a nada?
¡Por favor, no!
Quiero que esa flor pensada en el ser que más amo en esta y otras vidas llegue hacia donde está para acompañarlo.
Conozco perfectamente no son de tu agrado las flores cortadas de las plantas.
Esta ha sido formada por gotas de lluvia.
Tal vez su vida sea tan efímera como la tuya.
Es posible que al deshacerse provoque la llegada de ese llanto incontenible por sentir tanta impotencia.
Desearía pudieras ver las mismas cosas que yo.
Igual que antes.
¿Por qué ahora todo es tan silencioso u solitario?
¿Has observado he cambiado mis gustos?
Cuando estábamos juntos solía escuchar música.
En ella incluyo a la que denominabas de iglesia.
Extraño tu sentido del humor fantástico.
Los tenores siempre me han gustado.
Ninguno de los éramos habitué a concurrir a capillas o iglesias, por lo tanto no sabemos cual es la música que en los templos se oye.
Me hubiera gustado fotografiar tu rostro cuando exclamabas “Má, otra vez escuchando música de iglesia”.
Tu facilidad para crear frases que luego serían axiomas, solo la puedo calificar de espontánea y brillante.
Aquí sigo, sin saber muy bien para qué esperando llegue mi turno.
Estoy preparada desde hace mucho tiempo a emprender ese último desafío.
No comprendo la razón de tantas dilaciones.
¿Qué más han preparado para mí, estos carceleros?
Pasan días en los que no puedo verlos.
Me gustaría conocer en qué insumen su tiempo.
Son seres desagradables.
Nunca han respondido a mis preguntas.
No son mudos como pensaba al principio.
Muchas veces los escuché pronunciar frases sin sentido.
Ellos mismos representan aquello que no tiene explicación terrenal.
No he recibido maltratos.
Solo silencio al que retribuyo con el mayor de los desprecios.
¿Será esa una de las causas de mi cautiverio?
¿Cuándo comprenderán que no soy un espíritu fácil de doblegar?
Antes rota que sumisa.
Tesoro de mi alma, a medida que aparezcan en mi mente, esas vistas formadas por gotas de agua, iré transfiriéndotelas.
Preciso estés acompañado.
Si tuvieras algo de mi pertenencia, seguramente no te sentirías tan solo en esos enclaves desconocidos.
Te pido paciencia.
Jamás cesaré en mi búsqueda.
Imperiosamente preciso encontrarte para darte un beso.
No deseo escuchar más necedades de quienes aconsejan impunemente.
¿Qué saben ellos del dolor de una madre que ha perdido su mejor obra?
¿No saben guardar silencio?
Te amo más que a nadie por eso siempre te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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