LA MIRADA DE UNA FLOR

Buenos días mi sueño.
Daría todo por saludarte con un beso, estando juntos.
¿Cuándo sucederá?
Cono debería suceder a diario.
Dilemas sin resolución.
Quiero enviarte la mirada de una flor.
Si la observamos, es triste.
Pareciera en cualquier momento se nublará por la lágrimas pugnando por asomar.
Corresponde a una especie sencilla.
Tanto que se conforma con el nombre que quien la recibe desee otorgarle.
¿Incurro en un error si la denomino flor del alma?
Posee una particularidad, los pétalos aterciopelados pueden cambiar de color.
Su tuvieras la paleta de un pintor, seguramente le darías los colores rosados del amanecer.
Tal vez amarillos como los destellos del sol o los famosos “Girasoles” de mi pintor favorito.
Blancos como los suaves celajes que juegan en el cielo o la espuma de la cresta de las olas muriendo en la arena del mar.
¡Qué bellos recuerdos!
Por él te deslizabas mostrando tus destrezas de nadador.
Pétalos púrpuras como el firmamento cuando aparece el crepúsculo.
Es hora de despedir a la estrella más grande del universo, para darle paso a las estrellas comenzando su rito de colgarse en el cielo.
Marco perfecto para la aparición de la luna.
El color que desees aparecerá.
Floralis, la diosa griega de todas las flores, me dice que el único tono que nunca verás es el verde.
Asombrada le pregunté el motivo.
Hay distintos tonos de verde adecuados para las flores.
En este caso no puede hacer nada.
El tono verde se relaciona con la esperanza.
Al sentir el vocablo, sentí un estremecimiento, interesando el corazón.
Mis esperanzas se fueron el día que partiste, caminando hacia la eternidad. No creas he bajado los brazos o decidí no hacer demasiado.
He consultado a todos los dioses del Olimpo.
Me miraron con ternura, igual que el ojo de la flor.
Pese a sus dones nada pueden hacer para revertir la situación.
Zeus, expresó comprenderme, una de sus hijas, la más bella, refiero a quien pidió vivir en el cielo.
Astrea, está lejos de su familia.
Gea, una de las divinidades más importantes, pese a tener contacto con el cosmos, es poco lo que ha podido hacer.
Después de conversar con poetas y pensadores, casi al atardecer apareció una grácil mujer.
Se presentó como Eos, la madre de los cuatro vientos y “EL Rocío”, su hijo asesinado.
Prometió ayudarme.
Hablamos el mismo idioma.
Conocemos idéntico dolor.
Pese a ser una divinidad no está habilitada para ver a su hijo muerto.
Pidió rezara por tu alma.
Respondí que no sabía hacerlo y tampoco creía aprender en el futuro.
Sonriente murmuró “No es necesario recites oraciones pre establecidas, puedes hablar con tu dios”
Ante mi rostro de preocupación quiso saber el motivo,
No tardé en contarle que tu muerte fue el peor de los golpes que puede recibir una mujer.
Antes de la tragedia, si bien no concurría a las iglesias donde se lo venera, creía en él.
También en la existencia de seres alados viviendo en el paraíso celestial.
Todo eso cambió cuando tuve que enfrentar angustia, desamparo, soledad.
Abrazándome como una mamá, dijo que para todo se necesita tiempo.
Adivinado aquello que estaba por venir comentó “No me preguntes cuanto.
No podría contestarte.
Mi hijo lleva siglos sin vida y aún todas las noches derramo lágrimas que visten con su esencia los pétalos de las flores aumentando su fragancia.
Sin dejar de abrazarme continuó diciendo: Hay dolores del alma que nunca se curan.
Al principio todo es confusión.
Llega a establecerse una guerra con la propia existencia.
Después aparece la realidad de la soledad que ninguna compañía puede morigerar.
Asombrada la escuché decir, los hijos no deben morir.
Frase impactante.
Muchas veces la escribí en estas conexiones sin saber que otra mamá la utilizaba para venerar a su descendiente.
No dejé de preguntar ¿Cómo es la vida en el cielo?
Tranquila,
fue su descripción.
Sus ojos comenzaron a nublarse, semejantes a ese ojo de la flor.
Supe debía dejarla.
En la inmensidad desconocida del universo ella recuerda a diario a su hijo.
¿Por qué tanto dolor sin razón?
Estas separaciones si así pueden denominarse no tienen explicación.
Alguien en algún momento decidió me convirtiera en tu mamá.
Orgullosa te mostraba, exclamando eras el mejor hijo.
Lo seguís siendo.
No me interesan los bienes materiales.
Lo heredé de vos que te quedabas sin nada para dar a quien lo necesitara.
Ninguna fortuna regresa a la vida a los muertos.
Agrego sufrimiento al pensar ¿Cómo estarás?
¿Cuál fue tu reacción al llegar a ese hábitat desconocido?
¿Se parece a suelo terreno?
Quienes te aman más allá de las circunstancias, te recuerdan con cariño infinito.
Lo mismo ocurre con tus hermanos de la vida.
Están..
¿Tenés espacio para guardar la mirada de una flor?
¿Has perdido la capacidad de soñar?
¿Por qué te eligieron como presa?
¿Necesitaban tanta luminosidad en el cielo?
¿No alcanza con las de constelaciones y cometas?
No olvide las estrellas, ellas reciben la luz del sol, de lo contrario nadie notaría su fulgor.
¿Cuándo volverás a visitarme en sueños?
¿Has notado sigo buscando el pasaporte extraviado?
Una de tus fotos más lindas.
Ahora duermo con un DNI más viejito.
La fotografía es pequeña.
De ella resaltan tus bellos ojos.
Preciso estar a tu lado sin más dilaciones.
No dejaré de pedirte no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=RQVmUl4K9NA