AGUA

Agua que cantas sin importar las horas.

Agua que decanta las rocas para darle forma de cisnes.

Agua que aclaras los pensamientos del que está dormido.

Líquido que limpia las penas propias y ajenas.

Formas cada gota del mar profundo, ése que tanto amo.

El que me recibió mil veces acunando en la cresta de las olas cada uno de mis sueños.

Lejana, cercana como para salpicar los cuerpos desnudos de dos que aman.

Muchas veces me pregunté qué haría sin vos si no me acompañaras.

Sos quien me despierta junto al beso de cada mañana.

Muda, extasiada contemplo tu ir y venir que me da fuerzas para seguir el destino que apenas comienzo a escribir.

No temas, no lo escribiré en tu superficie.

Soñaré con el sol que se desnuda para regalarnos sus rayos de vida.

Te veré en las sonrisas de mis hijos.

No serás capaz de mojar mi pluma.

Tengo que escribir todos los sentimientos que me embargan.

Dar gracias por tener a mi alrededor a los seres que amo, aún cuando los demás están lejos.

Nada impedirá que los lazos de amor se fortalezcan cuando los sentimientos, han nacido en el alma.

Agua que utilizamos para nuestro divertimento, estoy segura que límpida llegarás a todos y cada uno de los seres que me han permitido ser quien soy.

Agua que quiebras el destino de un remo entre las olas.

Agua que reflejas la campana muda, callada esperando que alguien se acuerde que vive en el campanario.

Agua que dibujas la silueta de dos cisnes a punto de consumar el amor eterno.

Allí estoy para decirte que te quiero.

Sigue bailando tu danza eterna, esa que se renueva cuando juegas en la espuma salada de las olas.

No quiero que te llegue mi tristeza, esa que provoca la distancia, juntas estaremos para cantarle a la vida que continuamente se renueva.