INSECTOS *

Antes de salir para su despacho se mira en el espejo, repasa las solapas del traje, le gusta sentir las puntadas de un atuendo confeccionado a mano.
Un poco de perfume, ajusta la corbata de marca francesa, por último mira la foto de su mujer y sus hijos descansando en Bali.
Se muestran felices, collares de caracoles cuelgan del cuello de las muchachas.
La tabla de surf sortea las olas, está orgulloso del hijo mayor, recuerda haberla traído de su último viaje a Estados Unidos.
La madre no los acompaña esta disfrutando del último viaje a Roma, la tecnología le permite verla, tan cerca y tan lejos.
En la plaza San Marcos las palomas se refugian en los campanarios.
Algunos niños confeccionan una pelota de nieve, con ella derribarán a los muñecos.
Calcula la diferencia horaria, a esta ora ella estará deleitándose con un buen almuerzo.
Le cuenta que ha comprado pareos y bikinis para lucir el cuerpo trabajado en el spa.
Envidia sanamente a su familia, después de estar diez y seis años al frente del gobierno de la provincia norteña puede mimarlos.
El sonido del móvil lo trae a la realidad, un periodista llegado de Buenos Aires desea entrevistarlo, accederá para desmentir la realidad que ha llegado por los cables de todo el mundo.
La humedad torna los días insoportables, el calor hace de las suyas.
El auto oficial solo tiene de su tierra las banderitas argentinas, no flamean, los trozos de tela parecen haber sido vencidos por el calor.
Los celulares son atendidos por los empleados.
Afuera la gente forma una larga fila para ser atendida en el prestigioso hospital inaugurado hace pocos años.
En el asiento de atrás la televisión muestra la realidad, miles de formoseños quebrados por el calor esperan alivio para sus dolencias
Levanta la ventanilla del auto blindado.
Exige al chofer que tome un camino alejado, no piensa exponerse a las cámaras.
Ofuscado cambia el rumbo.
Consulta los movimientos de su cuenta bancaria, sonríe le han acreditado los aportes del tesoro nacional.
No se prestará a una entrevista que muestre la realidad, los medios locales están bajo su dominio, quien intente vulnerarlos perderá el trabajo.
Acosa a los medios llegados de Buenos Aires, la policía local no puede controlar a los ciudadanos cuerpos flacos, transpirados, esperando algo que las dolencias se acaben.
No hay agua, los generadores eléctricos dejaron de funcionar.
Las cucarachas han tomado todo, corren bajo las almohadas de los internos, no se pueden tocar las puertas.
En las cerraduras hay nidos de insectos, alegremente corren por las vías de suero que se le dan a los que pronto encontrarán su camino al cielo.
Huye.
Es tan cobarde que en lugar del solucionar el problema, hostiga a quienes muestran la realidad de una provincia mal administrada.
Exige a quien lo lleva ir al aeropuerto.
Sin maletas sin nada, solo mostrará los documentos.
La desidia, la inercia propia de los vándalos le proporcionará aquello que necesita.
Cobarde.
Disfruta el paisaje robado, mientras tanto en su provincia las cucarachas se reproducen para atacar a los que menos tienen.
No necesita tecnología para esconderse, el sistema no le es adverso.
En su conciencia, si la tiene llevará el grito de los que menos tienen.

*Este relato está inspirado en los problemas que existen en dos hospitales de Formosa.
Lamentablemente las cucarachas que lo han tomado se ven en esta parte del planeta.