Llega varias horas antes al teatro para maquillarse.
Hace años que interpreta la obra, es un éxito.
La sala está repleta.
Por ser la última función han agregado sillas para que nadie quede afuera.
Eximia actriz goza con el aplauso de sus admiradores.
Han pasado más de treinta años desde que representa el mismo texto, escrito para ella.
Recibió premios a nivel nacional e internacional en cada gira que la separaba de Buenos Aires.
Mantiene el cuerpo intacto, es alta, delgada, sencilla a la hora de elegir atuendo, no se necesitan fastuosos vestidos cuando sobra el talento.
El maquillaje la vuelve a convertir en una joven de treinta años, destacando el azul de sus ojos.
Los reporteros gráficos y cámaras de televisión ocupan los laterales muy cerca del escenario.
Se rumorea que ésta será la última función y traerá una sorpresa.
Semanas atrás mantuvo reuniones secretas con diferentes químicos, a ellos les anunció que para la última entrega en el teatro quería tener la misma cara lozana de cuando estrenara la obra.
Le advirtieron que había posibilidades de lograr su pedido, pero que el mismo extendería su efecto solo dos horas, por lo que debía ser cuidadosa, transcurrido ese tiempo su rostro volvería a ser el mismo.
Aceptó, su público merecía ese y cualquier otro esfuerzo.
Fue inyectada segundos antes de salir a escena, estaba hermosa, enfundada en un vestido celeste, una tonalidad que hacia resaltar la mirada.
Un par de aros como única joya.
El aplauso cerrado la recibió, agradeció los ramos de flores, controló lágrimas que pugnaban por salir, sabía la humedad podía perjudicar los químicos con los que había sido inoculada.
Como la primera vez los aplausos se repetían, no era fácil estar sola sobre las tablas.
Se despidió para siempre de todos.
Camino al camarín los químicos dejaban de hacer efecto.
Se miraba en el espejo, volvía a ser la misma de antes sin maquillaje, cada arruga mostraba el paso de los años, una vida agitada había acelerado el envejecimiento.
El público seguía aplaudiendo, pese a los consejos de sus asistentes decidió salir una vez más.
No le importaba si había alguna cara que demostrara el horror por la mutación operada en su rostro.
Necesitaba verlos por última vez.
Con dificultad se acercó a un micrófono, de pié la vivaban.
Lloró sin contenerse, quería desahogarse, contarles el proceso de transformación.La voz se apagaba lentamente, había desaparecido la actriz que dos horas antes la habitaba para darle paso a ella, el proceso fue rápido.
La muerte vestida de gala se la llevó para siempre.
http://www.youtube.com/watch?v=7dtc0W22ZgY&feature=related
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