Por fin Bermúdez pudo deshacerse de los poetas que viajaban en la camioneta.
Los acompaña hacia la ruta internacional.
Se asegura que en el interior del vehículo no haya vestigios de alcohol, el joven que se había excedido con la bebida, está pálido pero conciente.
No quiere tener más personajes que puedan enturbiar su progreso.
Sabe que las poetisas tienen enjaulado a la única persona que puede opacarle el ascenso.
Ríe al imaginarlo en la jaula que está al costado del monasterio.
Justo él, que odiaba las fotos, los chicos lo han tomado como una mascota, no se han dado cuenta que es un humano convertido en pájaro, idéntico a los otros que pretendieron llevar en globos aerostáticos a las princesas del sitio.
Le falta una sola pieza para que el triunfo sea una realidad tangible.
Debe encontrar a la pseudo Elisa, por ahora no revelará su identidad.
Es imprescindible que le arrebate el manojo de llaves.
Son especiales, no solo abren los misterios insondables de los sentimientos, sino también el cofre que debe encontrar.
Presiente que por las noches deambula por el bosque, la arropan todas las fragancias y aromas del lugar.
Acaba de recibir información que no chequeará, entre los álamos y cipreses hay una caja revestida en mármol rojo, allí está la misteriosa rosa negra.
Irá solo al lugar, su único motivo es lograr el ascenso, acceder a los mismos beneficios que tenía el viejo comisario.
Disimulando el miedo se interna en la espesura boscosa, ahora entiende por qué las chicas y chicos de ese diario digital escriben tan bien.
No debe perder un solo minuto.
Hará los más terribles esfuerzos para encontrar a Elisa y la famosa rosa negra.
Silba bajito en el mismo instante que desde un árbol cae un papel, parece una carta.
Odia haberse olvidado de la linterna.
Revisa los bolsillos, por suerte tiene el encendedor.
Letras pequeñas, dibujadas con trazos finos le informan que jamás podrá acceder a la caja de mármol, es un secreto que nadie quiere compartir, tiene dueños, son los autores de los cuentos que se publican en un foro de un periódico digital.
Jamás podrán develar el misterio de la rosa de tan inusitado color, ninguna carta llevará un mensaje comprometedor.
Siente un dolor extraño en las piernas.
El grito de espanto no es capaz de evitar el crecimiento de un nuevo rosal, sus manos se transforman en ramas, crecen pimpollos oscuros.
El silencio solo es cortado por la risa sarcástica de una mujer, puede que sea Elisa, el misterio jamás se conocerá, mientras los escritores conserven la capacidad de crear.
Lejana la música no lo deja descansar, inmediatamente la memoria se elevará.
http://www.youtube.com/watch?v=4-L6rEm0rnY
1 comment:
Buen poema, lo que no dice quien es el autor. Es tuyo??, supongo que si, así que te felicito. Saludos
Yo tamnién tengo un blog aunque no es de poesía, puedes echar un vistazo a ver que te parece.
Enigmas
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