Hace un rato que recibió los pasajes para viajar a Roma, un tour no previsto que le deparará sorpresas.
No llevará demasiado equipaje, prefiere adquirir las prendas en una de las capitales de la moda.
La primera nevada ha dejado sus huellas en la ruta, los vuelos están demorados, una de las máquinas que da calor a la pista para variar no funciona.
Saldrán demorados por la pista del oeste.
En el hall, los viajeros están ansiosos, no entienden de demoras, solo piensan en las excursiones perdidas.
Ella distraída hojea una revista, el trajecito que vio en el interior de la misma será el que compre para su visita al Vaticano.
Aprovechará una de las escalas del viaje para cambiar su atuendo, Roma la espera en primavera.
Concluidos todos los trámites se aloja en un hotel de la gran vía romana.
La habitación es confortable, la vista no puede ser más bella, sobre la mesa colocada cerca del ventanal, un florero de cristal de Murano está esperando un ramo de flores que no tardará en llegar.
Blancas azucenas, alguna rosa matizada completarán el arreglo floral.
Más tarde visitará las tiendas de famosos diseñadores, comprará un trajecito de hilo negro para visitar la basílica de San Pedro.
La empleada de la casa de modas le recuerda que debe concurrir al lugar con la cabeza cubierta.
No sabe si elegir una mantilla negra o un pequeño sombrero con tul que cubre los ojos delatores de sentimientos encendidos, opta por el tocado.
De regreso pedirá que le suban la cena, quiere estar impecable para la hora del encuentro con su amado, un integrante de la guardia suiza que escolta a Su Santidad.
Una ducha reparadora después de cenar llamará al sueño.
No encuentra nada para mirar en la televisión, enciende el reproductor de música.
Comienza el sueño.
Entrará a la iglesia por los jardines que están ocultos de miradas ajenas.
Decide matizar la espera caminando por los subsuelos del Vaticano.
Frente a la estatua del egipcio decide rezar para que el encuentro esté plagado de todos los sentimientos que alberga en su corazón viajero.
Los guardias se acercan, lucen bellísimos con sus uniformes de la edad media.
No entiende por qué la llevan presa.
Da vueltas en la cama, las sábanas acarician su cuerpo desnudo, un te amo la despierta.
El sueño recién comienza.
http://www.youtube.com/watch?v=QKP_RBdm4fI
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