INSISTIRÑE EN MI BÑUSQUEDA

Quiero recorrer el tiempo hacia atrás,
No deseo utilizar la máquina del tiempo para conocer a otra divinidad helénica.
No hace falta solo quiero ubicarme treinta y seis meses atrás en nuestras vidas.
Tiempo de paz y alegría donde la ternura brotaba en cada gesto, en cada mirada, en las caricias que inevitablemente terminaban en los besos que hoy no te puedo dar.
Es injusto para una mamá no poder darle un beso a su hijo y recibir como premio una sonrisa que iluminaba el resto del día.
Hace casi dos años que llevo una carga tan pesada como triste.
Sacaré fuerzas de donde ya escasean y con tu ayuda angelical lograré mi objetivo.
Poco importa los caminos que deba recorrer.
No me asustan las distancias.
Encintraré lugares donde as flores me inyecten un poco de esperanza haciéndome saber que transito el camino correcto.
Mi guía será tu luz.
Dicen que caminar a la vera de una playa o un río acorta las distancias,
Optaré por esos lugares,
De día ne acompañará la melodía de los pájaros.
Por las noches buscaré refugio en las rocas de los acantilados.
Desde ese sitio privilegiado el cielo traerá los colores del crepúsculo con sus significativos colores púrpuras y magentas.
La brisa traerá el manto oscuro de la noche, junto a ella aparecerán titilando en el firmante las estrellas.
Minutos después aparecerá en ese espectáculo celestial la cara redonda, bella y solitaria de una luna de plata.
Momento preciso para renovar mis pensamientos hacia el guía perfecto de i vida, un hijo presente que no duda en señalarme el sendero.
Escucho tu voz diciendo “Es por aquí mamá” y siento que el corazón cabalga en mi pecho.
Quiera Dios que te pueda ver, lo necesito como el aire que respiro.
He llegado a un lugar demasiado especial.
N sabría como denominarlo pues es un lugar de paz donde las señalizaciones terrenas no existen.
Miro a ambos lados.
Verifico que no haya monumentos ni tumbas que me hagan concluir que estoy en un cementerio.
Siento que debo elevar mis brazos a un cielo majestuoso por su colorido especial.
Ruego con todo el amor de mi alma que extiendas tus alas y me ayudes a seguir elevándome.
El instinto de una madre casi nunca se equivoca.
La fragancia a rosas recién cortadas obnubila la mente.
Te siento tan cerca que me resulta imposible reprimir una lágrima cautiva.
Le pido a Dios con fervor que me permita llegar a vos.
Sabe que quiere darte un beso.
La emoción embarga mi alma.
Te quiero y mis deseos de verte son tan grandes como mi amor.
El sonido del teléfono me despierta.
Una campanilla ruidosa e inoportuna me trae a la realidad.
Todo ha sido un sueño que abruptamente la realidad cortó.
No pierdo las esperanzas que este estado onírico vuelva a repetirse y en esa oportunidad poder cumplir mi reclamo de tantos meses, darte un beso.
No pido más.
Mientras espero que ello ocurra vuelvo a repetir mi letanía,
Hijo de mi alma, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=rTd02-fsQfQ