MI SUEÑO IMPOSIBLE

En la eterna búsqueda por verte tan solo un momento, investigo nuevas metodologías para soñarte.
Pese a que los intentos son diarios no logro mi derrotero.
La adversidad no será impedimento para llegar a mi objetivo.
En estos meses donde la tristeza es devastadora solo tuve sueños confusos en los que no podía ver tu rostro pero sí escuchar tu voz que tanto añoro.
Es posible que de tanto querer que mis deseos se concreten con esa actitud sin quererlo bloquee esa pequeña porción del cerebro donde nacen los sueños o pesadillas.
Agradezco no haber tenido estas últimas sería sumar dolor al dolor.
Dicen que el tiempo cura todas las heridas, acepto que puede sanar algunas, no las que produce la pérdida de un hijo de manera tan temprana e injusta.
Leo sobre la existencia de vida en otras dimensiones.
Me aferro a esa ídea para morigerar el dolor de un alma desgajada que aún no quiere comenzar a cerrar sus profundas lastimaduras.
No hay en ningún lugar del planeta medicación que mitigue el pesar de una ausencia adorada.
Los grandes poetas afirman que el paraíso celestial se parece bastante a la tierra solo que allí se ha coronado la paz eterna, consolidando la convivencia con seres que pasan a ser figuras aladas conocidas como ángeles.
Coincido con esa apreciación de magia y misterio.
Imagino que se debe a la desesperación que en cualquier mamá produce la muerte de un hijo.
A veces me gustaría tener alas, desplegarlas y volar tan alto hasta llegar a las puertas del cielo.
Un viaje sin tiempo, sin las premuras del suelo terrenal.
Un ascenso tranquilo que permita sobrepasar las nubes observándolas como lo hacés vos.
No tendría miedo, miedo de volar en absoluta soledad.
No quiero ser injusta con mi familia chiquita que me acompaña siempre, cuando refiero a la soledad.
Ellos están y comprenderán que aludo a la soledad distinta que siente una madre cuando ha perdido a su gran tesoro.
Eternamente tu fuerza y tu luz serán mi guía para no cometer ningún error.
El único temor sería si al llegar las puertas del firmamento estuvieran custodiadas por los ángeles que te antecedieron en el camino y al llegar con voz amorosa me impidieran el paso pues como son seres con sabiduría angelical saben que no ha llegado mi momento.
Solo necesitaría un instante para ver tu sonrisa.
Si eso solo se pudiera cumplir descartaría las ganas que tengo de darte un beso como naturalmente lo hace cualquier madre con su hijo.
Me gustaría que vieras la mochila de cristal donde guardo cada uno de los que no te he podido ofrecer.
Permanecen vívidos esperando llegar a su destinatario.
No es demasiado lo que pido si bien entiendo que hay sueños que se cumplen y otros no.
Nunca perderé la capacidad de soñar, es un nexo más que me acerca a vos.
Regresaría a suelo terrenal en soledad.
Mis lágrimas se convertirían en finas gotas de rocío con el propósito de dar más belleza a los pétalos de las rosas que tanto te gustaban.
Actitud que copiaría de Eos, deidad griega del ocaso quien para llorar a su hijo muerto lloraba de esa forma.
Como ella en ocasiones me siento en el ocaso de mi vida.
No es la primera vez que leerás que muchas veces le pregunto a Dios para qué me dejó en la tierra y por qué.
Por ahora no he obtenido ninguna respuesta.
Él sabe que soy ansiosa, en algún momento comprenderá que quiero estar cerca de ti más allá que te lleve atado a mi corazón.
Sé que debo esperar.
Anhelaría saber cuanto tiempo más.
Mientras espero que llegue pronto a cumplir mi sueño te pido como siempre que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Bh05qvUiq9g