RODOS LOS PAISAJES ME LLEVAN A VOS

Cuántos paisajes recorrimos en poco tiempo.
La mutua compañía agregaba,
belleza, a la belleza natural.
Recuerdo ru fascinación por los paseos en bicicleta.
Fuera de casa para largos paseos alquilábamos las mismas, tu única exigencia es que fueran de diferente color.
Algo que omití preguntarte, aquí.
Cuando atravieses las puertas del cielo.
No siempre encontrábamos bicicletas diferentes ya que es un medio de locomoción utilizado con frecuencia en los lagos del sur de nuestro país.
Cuando la demanda no podía satisfacer tu pedido corrías a un puesto de flores, enganchando el ramo al canasto de la bicicleta que usaría yo.
Nunca pese a mis esfuerzos pude alcanzarte, eras incansable, te desplazabas demasiado rápido.
Si me perdías de vista regresabas para seguir juntos unos pocos metros.
Siempre encontrabas una roca en la que pudiera sentarme a descansar.
Antes de irte decías “Tomá agua má, cuando descubra algo que no hayamos visto te vengo a buscar”,
Me agrada recordar esos momentos de alegría que compartíamos solo los dos,
Cualquier espacio era propicio para que repitieras que me cuidarías siempre pues era buena con vo.
Todas las madres son buenas con sus hijos.
Hoy en que la realidad me ha convertido en otra persona sin dejar de ser la mamá que te adora, pienso que tus palabras o reflexiones en el tiempo suenan diferentes no proféticas ya que sé que eso no re gustaba sino como anticipadas a nuestros tiempos reales.
Es por ello que decidí no volver jamás a tantos lugares que recorrimos juntos.
No es negar la realidad sino preservar el ayer evitando los dolores que cual dagas filosas lastiman el corazón.
Evoco cada instante compartido como si fuera una película en la que tu luz predomina antes que la majestuosidad de cualquier paisaje natural.
Imagino que desde la eternidad todo lo podés observa por ello elegí esa imagen de un momento muy especial para los dos.
Finalizabas un año con altísimas notas.
Quise premiarte con algo que no fuera demasiado común.
Allí nació la idea de viajar solos a cualquier parte.
El destino no tenía importancia sino el tiempo que dedicaríamos a nuestros gustos en particular.
La felicidad era completa, hasta que un día el destino tomó el timón de nuestras vidas para cambiar la trayectoria.
Le agradezco que haya evitado tu padecimiento.
No le perdono su distracción.
Éramos dos los que debíamos partir.
Sabe que cometió un error al arrancarte de mi lado.
Imagino que está buscando la forma de repararlo.
Para mis aspiraciones demora demasiado.
De todas maneras desde tu ausencia temprana he aprendido a esperar dentro de los límites de la tolerancia.
Al destino que tiene mucho trabajo le he concedido un tiempo.
Tiempo que no es sinónimo de tardanza, desidia u otros motivos que carecen de relevancia.
Me urge el reencuentro.
¿Nadie entiende que solo quiero darte un beso?
Mientras esperamos vuelvo a pedirte como siempre que nunca te olvides de tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=AOESKTS2wEY