Pronto será el tiempo de la llegada de Bóreas portador de los vientos que enfrían la tierra y reconocido como Dios del Invierno.
Falta menos de una semana para su arribo.
Cuenta la mitología griega que esta deidad vivía en las nubes y pocas veces se corporizaba.
Era hijo de Astreos y Eos.
En la cultura romana se lo reconocía como Aquilón.
Un hombre que cuando decidía corporizarse buscaba el amor de jóvenes princesas como Oritia quien al principio lo ignoró.
Bóreas decidió volver a las nubes sin dejar de pensar en su princesa.
Ese año el otoñó se extendió unos días más por el capricho de su Dios.
Sus padres lo obligaron a traer el invierno, el pensamiento de Bóreas estaba fijo en su princesa a quien por fin conquistó.
Como en la antigua Grecia este año el otoño fue casi primaveral en consecuencia muchas especies florales duraron un poco más,
Estos últimos días a cuando está por aproximarse el invierno, las temperaturas fueron agradables, como te agradaban a vos.
Todas las mañanas se observan en las calles los restos que deja el viento con sus conciertos desvistiendo a los árboles.
No descansará con esa música tan especial hasta que todas las especies muestren sus ramas desprovistas de hojas, de esa manera el paisaje será más triste.
Hoy quise acompañar estas letras que te escribo a diario con una imagen otoñal que aún conserva el follaje verde,
Solo en el suelo encontrarás el ocre de las hojas crujientes formando una alfombra.
A ninguno de los dos nos gustaban las temperaturas extremas, otoño o primavera eran nuestras preferidas.
Otra coincidencia que nos acercaba aún más.
En cada paisaje te encuentro.
No puedo acercarme como quisiera para hacer lo que todas las mamás hacen a diario con sus hijos, besarlos, acariciarlos, mimarlos y sobre todo escucharlos.
Mi vida te extraño más que nunca por ello te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=VeaOLX-6JhQ
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