Wednesday, February 06, 2019

ABANICOS





Delicados, frágiles, son accesorios femeninos.
No se sabe con exactitud, cuando aparecieron los primeros.
Se dice que aparecieron durante el flabelo egipcio.
Al principio tenían una estructura semicircular con mangos de madera.
Accionados con la mano de quien los portaba producían efectos de ventilación.
Con el paso del tiempo se fueron transformando.
La superficie dejó de ser rígida, pues se utilizaban en su confección distintos tipos de telas, sostenidas por varillas de madera, que hoy conocemos como terciada.
Esas varillas suplementarias permitían los abanicos se plegaran.
Desplegados mostraban verdaderas obras de arte pintadas a mano.
La terminación, generalmente se terminaban con finas puntillas de encaje, plumas u otras artesanías que otorgaban el aspecto que conocemos hoy.
En sus principios, esos accesorios complementaban el atuendo de cualquier mujer de Oriente.
Muy pronto serían adoptados por las féminas occidentales.
De un continente u otro, las mujeres solían cubrir parte de su rostro, dejando libre la mirada.
De esa forma disimulaban el rubor tiñendo, las mejillas, cuando se escuchaban frases poéticas surgidas de los caballeros de antaño.
¡Me gustaría haber nacido en esa época!
La galantería jamás debería haber caído en desuso.
¿Qué ganaría regresando a esos tiempos lejanos?
Encontrar el origen de otras vidas, si es que las mismas existen.
Nacer en tiempos pasados posibilitaría el inicio de una nueva existencia.
Comenzar a transitar senderos, señalados por los designios del destino.
¿Sería parecida a esta mujer que a diario le escribe al ser que más ama?
Sí.
Repetiría los sucesos más importantes de esta vida.
No existirían sombras ni tinieblas en mi derrotero.
Como Hera la diosa griega, engendraría a un hijo, sola.
Un ser adorable como vos, dotado de
vida eterna.
En esa existencia utópica, no habría espacio para los padecimientos.
Tampoco enfermedades que dejen a quien trae al mundo un hijo, la posibilidad de una muerte evitable.
¿Por qué en pleno siglo
XXI, con los avances de la tecnología, no pudieron o no quisieron evitar tu muerte temprana?
A quienes cotidianamente leen estos contactos enigmáticos, entre una mamá desolada y su hijo, a quienes agradezco el tiempo que me dedican y agradezco la paciencia infinita, pregunto
¿Han pensado alguna vez en la posibilidad tangible de perder a un hijo?
Seguramente no.
Pensamiento nefasto que lleva a navegar por el mar de la incertidumbre.
¿Por qué mi heredero fue elegido para morir?
¿Su luz era necesaria en ámbitos desconocidos por los terrenales?
Mil dudas sobrepasan el entendimiento.
Inundan el raciocinio.
¿Cómo puedo tenerlo plenamente si me falta el motor de mi existencia?
¿Conocen el desamparo?
¿La impotencia de una mujer tan vulnerable como tantas otras que han perdido a su mejor obra?
¿Es posible pedir resignación?
¿Qué actitud tomar ante el descreimiento?
¿Sigo pensando en la probabilidad de vida en otras dimensiones?
¿Cuál es el camino a tomar cuando el transitado está plagado de escollos?
¿Para qué sirven las barreras que impiden el avance capaz de lograr un reencuentro?
¿Puedo pedirles que juntos hagamos un ejercicio?
¿Cómo se hace para superar el duelo producido por la pérdida de un hijo?
¿Si lo saben podrían ayudarme?
La vida no está inmersa en silencios.
¿Comprender que ellos nohacen másque profundizarlas heridas latentes?
¿Mi hijo no debía despedir a quien le dio la vida?
¿Cómo comprender el desatino insostenible?
Mi vida, hoy buceando entre los recuerdos, encontré el abanico que me regalaste hace un par de años.
¿Cuántos?
Fue en ocasión de mi cumpleaños.
Uno de los últimos que celebramos en comunión de ideas.
Tiene el color del cielo.
¿Sabías en el momento de adquirirlo, sería tu hábitat?
Posee pinturas de un paisaje que adoramos.
El artesano comprendió cada una de tus palabras.
Delicado diseño de una postal por ambos conocida.
Lejana la estrella más grande del universo.
Parecía apagarse.
¿Así imaginaste tu final?
Las varillas sosteniendo el arco, terminan en un aro de metal.
¿Cómo llegaste a comprenderme gusto por las artesanías sencillas?
El arte no necesita pompas ni circunstancias.
Luce más cuando carece de símbolos poderosos.
Está guardado en un estuche de cuero negro.
El interior es de terciopelo azul.
¿En ese instante leíste mis pensamientos?
La ostentación es de aquellos terrenales carentes de pensamientos útiles.
Nunca necesité joyas para entender la inmensidad de tu amor.
Hoy, arreglando recuerdos, encontré el preciado tesoro.Desplegado entre mis manos, arrancó más de una lágrima.
Más de una vez traté de reprimir el llanto.
No olvidé cuanto mal te hacen.
¿Cómo hago para evitarlo?
En la memoria estás representado en cuerpo y alma, más allá de otras circunstancias que ambos conocemos.
Sentí al tomarlo, te tenía entre mis manos.
Antes de volverlo a su estuche le di un beso.
Uno de los tantos que te tienen como único destinatario.
¿Algún día cristalizaré mis utopías?
Contradicciones que no dudan en tomarme como prisionera.
Jamás revistarás en calidad de recuerdo.
Para una madre un hijo nunca pierde la vida.
Queda enlazada a nuestras almas, la esencia.
¿Existen abanicos en el cielo o en el sitio donde mora tu alma?
¿Cuál será?
¿Cuánto más debo esperar para estar juntos?
¿No ha llegado la hora de cambiar vetustos paradigmas?
¿Presumen que mi hijo no tiene vida?
De ninguna manera.
Vive aquí.
En un hueco profundo de mi aolma, donde la distancia no existe.
Tesoro, te amo más que a nadie.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=OzLI93PYZmo

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