ENIGMAS

Trasladarme a otras épocas con el único propósito de repetir realidades que hicieron posible conociera la felicidad.
El momento de recibirte fue único, irrepetible.
Detesto la soledad, desamparo, desambiguación.
Pesos constantes que cargan una mochila difícil de transportar.
Estoy preparada para emprender ese viaje al pasado.
¡He arribado!
¿Alguien está capacitado para responderme?
¿Por qué, si visito otros tiempos transito senderos semejantes a los actuales?
¿Coincidencias?
¿Qué pensarán los habitantes del pasado al ver a una mujer con atuendo del siglo XXI?
¿Será una actitud rayana con la impertinencia?
¿Podrías ayudarme a ser invisible a esas miradas?
No es mi deseo incomodarlos.
¿El fin de la vida, torna invisibles a los ángeles?
Como siempre, tal cual hoy o ayer, dirijo mis pasos hacia una playa cualquiera.
Como a vos, me gusta el contacto con la naturaleza.
Desde donde estoy, el panorama es sorprendente.
El cielo zarco es apenas más claro que las aguas.
Ella está sentada en la orilla.
¿Puedo ignorar su hermosura?
De ningún modo sería necia.
Viste sencillamente.
La textura del atuendo es volátil.
Traviesa la brisa intenta arrebatarle el sombrero.
Lo sostiene con una de sus manos.
Sobre el espejo líquido un colorido bote espera a la pasajera.
¿Quién se hará cargo de los remos?
¿Ella?
Tal vez haya elegido viajar sola.
Pude oír que a pocas millas, se encuentra la “Isla de los sueños”.
Al ser imperceptible, viajaré con ella.
Deseo conocer los enigmas de ese territorio.
¿Estarás allí?
¿Podremos vernos?
¿Tendré la posibilidad de darte un beso?
¿Abrazarte?
Conservo intactas las ilusiones de un probable reencuentro.
Quise ayudarla mientras remaba.
Atenta dejaba de hacerlo cuando ella percibió que en instantes llegaríamos a la ínsula.
Belleza y armonía, amalgamadas en un paisaje perfecto.
Amarró el bote.
Juntas nos internamos en la espesura del bosque.
Estallido de fragancias y colores.
¿Cuál es procedencia?
Flores silvestres.
Especies que jamás había visto.
Ella corta las más altas hasta formar un ramo.
El trino de los pájaros ejecuta melodías fascinantes.
Serán fieles acompañantes hacia un destino, por mi desconocido.
Guardo en mis retinas las maravillas a mi alcance.
¿Hacia donde vamos?
No es posible formular la pregunta.
Mi estado gracias a tu luminosidad sigue siendo incorpóreo.
Antes de llegar al otro extremo se produce un claro.
Cabalga el corazón dentro de mi pecho.
¿Has elegido ese lugar para encontrarnos?
El impacto es fuerte.
Desgarra un poco más el alma herida.
Estamos frente a un cementerio.
Pequeñas cruces contienen el nombre de los fallecidos.
Ella, se detiene frente a una lápida.
Al leer las fechas, tiemblo.
Coinciden con la de tu nacimiento y partida.
No puedo evitar las lágrimas.
Ello provoca abandone el estado de invisibilidad.
Con la mueca de una sonrisa se dirige a mí.
Agradece la compañía.
Cuenta que allí descansa el hijo que ha perdido.
El impulso es abrazarla, decirle que comparto su dolor.
Si mediar palabra, expresa: Lo sé, ambas atravesamos idénticas circunstancias.
Con un halo de misterio desaparece de mi vista.
Escucho nuevamente su voz suplicante “Rema hasta la playa.
No regresaré.
Ha llegado el instante de reencontrarme con mi hijo”.
No he podido conocer su nombre.
Está a punto de cumplir su sueño.
¿Cuándo llegará el mío?
Tesoro, renuevo mis esperanzas.
Anhelo prontamente cristaliza mi utopía.
¿Esperarás mi arribo?
Por favor, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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