Thursday, August 15, 2019
FLORES DE PARAISO
Quiero recordar un árbol que has conocido hace mucho tiempo.
El nombre científico es Melia Azedarach, popularmente conocido como Paraíso.
No son los que describía el famoso poeta florentino Dante Alighieri a Beatrice en La divina comedia.
Para llegar a ellos había que elevarse cruzando los nueve cielos que llegaban al Paraíso Celestial,
Intentaba convencer, a la adolescente con el propósito lo acompañara a vivir en otros mundos debido a la diferencia de edad.
Allá no serían criticados.
Cuando existe armonía y amor las opiniones adversas no tienen razón de ser.
Hoy hago referencia a un árbol proveniente del sudeste asiático.
Creció en las laderas del Himalaya.
Más tarde sería llevado a Sudáfrica y América, dado que es una especie de rápido crecimiento.
Necesita la calidez del clima aún cuando puede soportar heladas propias de la estación invernal.
La copa tiene forma de sombrilla por ello es elegido como especie ornamental.
Suele crecer hasta quince metros de altura.
¿Recordás a cual me refiero?
En primavera aparecen las flores en forma de racimo.
Los colores pueden ser lilas o fucsias.
Algunas poseen suaves fragancias,
La gran mayoría carece de ella.
La brisa del viento suele intensificar el perfume.
No recuerdo especialmente su los pájaros en sus ramas forman nidos para esperar a sus crías.
No necesita demasiado cuidados, solo podarlo para que mantenga la forma.
Hace unos días me contaron de ese al que refiero.
Por razones edilicias se procedió a su remoción
Bajo su sombra generosa recuerdo a seres amados que ya no están reunirse para timar mate.
Una infusión típica de nuestro país.
Mientras conocía el tamaño de las raíces que como bien imaginas son enormes para sostener esa clase de árboles, pensaba que podía utilizar la imagen para adornar estos contactos que a diario establezco con vos.
Nada es casual.
Los fines de semana para evitar los programas políticos, demasiados para mi gusto, escucho un programa radial.
Emite música de todos los tiempos.
Pocas veces oí cantantes gritones.
Podría decir que es música perfecta para el relax.
Alguna vez he musicalizado con esos temas enlaces que leés para no aburrirte.
¿Cómo se invierte el tiempo en la eternidad?
¿Cómo en suelo terreno, existe el día y la noche?
¿La muerte solo trae oscuridad?
¿Cómo están representadas las almas?
Es cierto ascienden hacia el enclave que habitás o solo es un mito?
¿Los cuerpos de los muertos recuperan las formas que tenía en el espacio terrenal?
¡No temas!
He de guardar en el fondo de mi corazón la otra pregunta que sucedería a ésta.
No deseo nos aprese más dolor.
Es necesario, cuanto antes conozca tu mundo.
Produce hartazgo estar en el lugar que se rechaza debido a las ausencias menos pensadas.
Ausencias taladrando el alma de los que quedan en el inframundo donde vivían Hefesto y Vulcano, afilando en la fragua las armas que se utilizarían en las epopeyas griegas.
Nunca entenderé las guerras.
Mil veces prefiero el diálogo antes que la barbarie.
Mientras te escribo no solo recordaba el árbol de paraíso sino los versos de “La divina comedia”.
Dante no le contaba a su amada sobre la existencia del inframundo, solo sobre los nueve cielos y el Edén.
A veces necesito creer en la existencia de aquel, otras los dilemas sobrepasan el intelecto.
¿Cuál es la verdad que existe, a continuación de la muerte?
¿Es una entelequia?
¿En que instancia resolveremos tantos interrogantes?
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
¿Es de tu agrado recuerde episodios relacionados con la sombra de un árbol conocido por vos?
¿Has podido reencontrarte con quienes llegaron a ese espacio antes que vos?
¿Has podido conversar con ellos y con quien llegó después?
¿Conservan la memoria?
¿Está en manos de Mnémosine?
¿Tus recuerdos se mantienen intactos o Pérsefone se adueñó de ellos?
Si así hubiera ocurrido no podrías recordarme.
Tampoco a los que te siguen amando pese al transcurso del tiempo.
El amor que se brinda con sinceridad no se diluye.
Cuando las vacilaciones atrapan el pensamiento, desearía viajar en el tiempo hacia el pasado.
Ubicarme en la casa que me vio nacer.
Crecer.
En ese momento estábamos todos reunidos.
No hacía falta nada más para alcanzar la felicidad.
Los árboles crecían con la misma velocidad que los más pequeños.
Trazando un paralelismo, pienso que el árbol de paraíso nunca pensó sería removido de su lugar.
Ninguno de los que no están, imaginaron la muerte se los podía llevar.
¿Por qué la duración de todo lo bello es tan exiguo?
¿Por qué la tristeza es tan enorme que no se puede cuantificar?
A diario me pregunto si volveremos a vernos en alguna ocasión.
¿Existirán los reencuentros?
¿Dónde encontrar verdades transparentes y certeras?
¿Cuándo podré darte un beso?
¿Acariciarte otra vez?
¿Conversar sin usar el don de la palabra?
¿Repetiremos la experiencia de ser cómplices del silencio?
¿En manos de quien se encontrará la realidad?
Es demasiado difícil seguir aquí.
No tiene razón de ser.
Nada justifica mi permanencia en el mundo terrenal.
Te amo más que a nadie.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=_TYk-pbciFg
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