Hola hijito, feliz nunca volveré a ser.
Solo puedo aseverar que estas conexiones maravillosas que establezco diariamente con vos, traen a mi alma herida, remusgos de paz.
La necesito como el sediento en el desierto buscando un oasis para saciar su sed.
Nada puede conformarme ante lo irreparable.
Pese a mis esfuerzos ni puedo traerte a la vida como quisiera.
De todos modos nunca, jamás, asimilaré tener un hijo muerto.
No puedo disfrazar las palabras.
Si desean leer aforismos con la certeza que los describa Hipócrates, aquí no estarán.
No niego que algunote mis lectores sientan cierto cansancio ante mi clamor de mamá que perdió al ser que trajo a la vida para que viviera.
¿Pueden pensar que los hijos se conciben pensando en su muerte prematura?
No soy dueña de verdades absolutas.
Sería necia si pretendiera ello.Es tal la conmoción que produce la muerte de un descendiente que todo pierde equilibrio, equidad.
Quienes atravesamos circunstancias tan trágicas nos preguntamos, sin cesar: ¿Por qué no pudimos acompañarlos en el viaje final?
Para estos requerimientos nadie posee respuestas.
Nos dejan solos de toda soledad.
Llega un momento en que la realidad nos azota.
De ser apreciados pasamos a generar molestias.
Es lógico que así sea.
No existe nadie en el mundo terreno capaz de comprender la tristeza de las madres que hemos perdido a un vástago.
No malinterpreten.
En la vida todos tienen sus obligaciones.
Sería injusto pedir se ocupen de nosotros.
No es el tema esencial de este enlace tan especial.
Mi querido, anoche tuve un sueño que desearía pudieras conocer.
Ignoro si cuanto estoy durmiendo, sigiloso me visitás.
Diría que no.
Tu presencia incorpórea nunca pasaría desapercibida para quien te ama más allá de su propio ser.
No podrá explicar en que parte del sueño transitaba.
Puedo aseverar no era lúcido pues no tuve la posibilidad de despertar para modificarlo y volver a dormir.
Me gusta trasladarme por enclaves pocos conocidos.
Los sentimientos son indescriptibles cuando Morfeo, me lleva a recorrer bosques por donde con magia se filtra la luz del sol.
Nada de lo conocido se asemeja a esas visiones.
Entre el follaje abundante de especies arbóreas de gran altura, pasan los dorados destellos de la estrella más grande del universo.
Generador de vida para todas las especies existentes en el mundo terrenal.
¿Has podido verlo en tu no tan nuevo hábitat?
Caminaba en absoluta libertad.
El aire puro es tan necesario como la sangre que corre por nuestras venas para culminar en el corazón.
Allí en ese enclave tan bello como enigmático, pude ver un pájaro.
No poseía brillante plumaje como otros que hemos conocido.
Sus alas negras estaban desplegadas, mientras revoloteaba cerca del tronco añoso y desnudo de un árbol.
Mientras la copa intentaba acariciar a las nubes de ese cielo impreciso para esta vida que me toca vivir.
El tronco mostraba lastimaduras en su corteza.
Heridas proferidas por los hombres que todo destruyen en busca de poderes que solo tienen los entes que ellos quieren emular.
¿Podrán?
El ave de alas negras parecía estar buscando su memoria.
Al observarlo con serenidad pude ver que en su vuelo rasante, buscaba semillas para seguir existiendo.
Figuras fantasmagóricas del pasado, tal esa especie alada, no dudaron en aletear en mi mente que nunca descansa, pensándote.
Encuentro atisbos de sosiego increíble cuando ello ocurre.
¡Es verdad!
Como la vertiente de un curso de agua cristalina, en forma de cairel aparecen las lágrimas.
Las mamás que han pasado por las mismas circunstancias pueden comprenderme.
Es absolutamente necesario lavar las heridas del alma producidas por la partida temprana de un hijo.
De ello se ocupa el llanto.
Te hacía mal verme llorando.
A veces lloramos de emoción y otras de impotencia al comprobar es imposible regreses a la vida para compartir cada instante de ella.
El ave de alas negras emprendió cuidadoso su vuelo.
¿Habrá ido hacia los umbrales de la eternidad?
La memoria buscada logró que optaron volar hacia caminos desconocidos.
¿Desde el sitio donde se supone están las almas, has podido contemplarlo?
¿Podrías definirme de manera clara, despojada de máscaras, como son aquellas?
¿Por qué los neuro científicos afirmas que solo pesan pocos gramos?
¿Se trata de una verdad revelada o es otra entelequia para conformar a quienes quedamos en estado de desamparo?
Es mi deseo más grande, llegar hacia vos.
Encontrarnos para nunca más separarnos.
¿Cómo transcurre la realidad de los seres que han perdido la vida?
¿Pueden ver los rayos del sol filtrándose entre los árboles de cualquier bosque?
¿Los caminos eternos carecen de luz?
¿Quiénes optan por la cremación de sus cuerpos, pueden recuperarlo en ese lugar?
¿Has sentido el peso de la soledad?
¿Qué podría hacer para paliar tus carencias?
¿Me extrañás?
¿Has podido ver algún reencuentro, entre un hijo y su mamá?
¿Has presenciado un abrazo parecido a los nuestros?
¿Las madres llevan mochilas cargadas de besos que no han podido dar?
¿Se comprende en esos espacios lejanos la desesperación?
¿Falta mucho para que pueda llegar a vos?
Estoy cansada de esperar.
Tengo urgencia de satisfacer las necesidades básicas de una madre?
Quienes me mantienen cautivan han dejado libre mis manos para que pueda escribirte.
¿Cómo es la luz que ilumina tus días?
¿Tienen tristeza los muertos?
¡Quiero verte., ya!
Tesoro mis peticiones pareciera nadie las puede cumplir.
Al ver el pájaro negro en el bosque te imaginé a vos, en la búsqueda de tu propia memoria.
Hay deidades de la mitología griega que he mencionado más de una vez, que se apoderan de aquella.
También de los recuerdos de quienes transitaron, la vida terrena.
¡No te rindas!
Te pido esperes mi llegada.
Cada noche, sosteniendo un documento tuyo en mis manos, ruego soñarte.
Lamento no tenerte.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Es terrible la soledad.
Te amo, eso lo sabés, por ello nunca dejaré de pedir, no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Vb108HYipiw
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