Saturday, August 31, 2019
VESTIDOS DE PIEDRA
Hola amor de mi realidad.
Nunca has sido una fantasía o entelequia.
Tatuado en mi alma te has convertido en la razón de mi existir.
Desearía contarte de un viaje, realizado hace varios años a una de las islas que conforman el anillo de fuego del Océano Pacífico.
Un verdadero oxímoron.
Solo llegan a decidir que los países ubicados lindando con sus orillas a nivel natural que es el que te interesa, no tienen nada que ver con el nombre adjudicado a esa inmensidad azul.
Casi siempre cuando un turista que llega al destino elegido, tiene por costumbre visitar lugares históricos para conocer un poco más de esas culturas a veces incomprensibles para los extranjeros.
Término que no es de mi agrado ya que me parece un tanto despectivo.
Prefiero denominarlos visitantes o turistas.
Desde mi lugar intento desarrollar un mundo de iguales.
Enclave en el que seamos considerados como terrenales sin permitir nos cosifiquen.
Discusión de raíces filosóficas que paramis lectores que afortunadamente son muchos resultaría un poco pesada.
Luego de conocer las costumbres de la isla, quedar prendada de la flor nacional que la representa y casualmente es la que te llevo a vos cuando voy a visitarte, emprendí otra etapa de esa experiencia.
Conozco como nadie tus gustos.
Comprendo no te gustan las flores cortadas de sus plantas.,
¿Qué podría llevar al sitio donde descansan las cenizas de los mortales?
Respeto a otras culturas celebrando la muerte.
Ello no quiere decir las acepte.
Nunca podría agasajar tu partida.
Conocí el sabor amargo de la soledad.
No todos los turistas acceden a paseos alejados de aquello que se señala como normal.
Hay otros que optamos por ingresar al sitio de la aventura.
Es así que muy pocos abordamos un catamarán que nos llevaría a conocer la geografía del lugar.
Cadenas montañosas, vestidas de verde de todos los matices.
Florecillas silvestres a sus pies.
Moles de piedra desnuda entre tanta expresión natural.
¿Quiénes eran esos testigos mudos despojados de su vestimenta?
Volcanes inactivos.
Todo es relativo entre los transeúntes de la vida terrena.
El calado en algún momento puede comenzar a gritar.
Mientras el guía turístico daba razones para la existencia de aquellos, decidí bucear en los interregnos de la memoria.
No me equivoqué.
Entederás por qué.
Los volcanes carecen de vegetación.
Están desnudos con sus pies sumergidos en las profundidades del mar.
Territorio de Poseidón dios de las aguas.
Lejos de tranquilizarlos con esos espejos de agua semejantes al firmamento en ocasiones los enfrenta para disfrutar de un espectáculo sin igual.
¿Por qué el dios de las aguas no trata de apaciguar las reacciones violentas de sus congéneres?
Nunca respondió ante esos interrogantes.
Tiene la capacidad de morigerar las discusiones, no lo hace por placer.
Recordé a los dioses del Olimpo griego.
Hfesto el dios del fuego.
Vulcano enfrentado desde otro continente con aquellos.
¿Cuándo acordarán los hombres pensando en terceros?
Pareciera que nunca.
En el navío tenía una ubicación privilegiada.
No precisaba ascender a la terraza del catamarán.
Ningún integrante del pasaje entendería mi sonrisa.
Hoy que ha pasado el tiempo puedo dibujar una la mueca de la risa.
Ayer tuve el corazón en la mano, cuando te vi flameando como una bandera en la terraza de un catamarán, sabiendo que allí el lago tenía profundidades que hacen temblar.
Bajaste de las alturas orgulloso de la experiencia vivida.
Cuando te abracé, mis miedos desaparecieron ante tu calor.
¿Cuándo podré volver a fundirme en un abrazo cálido con vos?
Seguimos navegando por las aguas turquesas de otro espejo de agua.
Se parece a otros, solo por que sus olas coronadas de blanca espuma mueren en la costa.
El viaje fue tranquilo.
En un momento el pasaje tembló, ante los rugidos desgarradores de esas moles de piedra.
¿Qué había sucedido?
Vulcano la deidad de los volcanes discutí acaloradamente con Hefesto, el dios consagrado al fuego.
Al principio solo exhalaron fumarolas de cenizas color gris opacando el cielo añil.
Aparentemente la discusión en las entrañas del volcán, lejos de calmarse, los llevó a gritar para imponer sus posturas.
¿Cómo lo escuchamos los terrenales?
Fue un alarido desgarrador.
Las grises cenizas mutaron a lava ardiente.
No encuentro adjetivos para describir el terror ue sentí.
Moles de piedra desnuda discutían sin pensar en a humanidad.
Se interpelaban para imponer sus fuerzas.
Quería regresar a mi refugio.
Imposible.
Estaba a muchas horas de viaje en avión.
Intenté calmarme.
No es fácil, relajarse ante la tempestad emanada por dos dioses furiosos
Vulcano está acostumbrado a vivir en las entrañas de los volcanes.
Hefesto tiene allí, el sitio donde trabaja, afilando las armas que serán usadas en las guerras.
¿Son inteligentes?
No.
Nunca piensan en las consecuencias que sus actos dejan entre los terrenales.
Hefesto está caso con la diosa más hermosa del Olimpo.
Afrodita está cansada de pedirle cuide su salud.
Para manipular la fragua que utiliza, se requieren dosis elevadas de arsénico.
¿Para qué sirve enfermar de arsenicosis que lleva a la muerte temprana en lugar de elegir la vida compartida?
¿Por qué quienes revistan en la calidad de deidades solo quieren implantar su poder?
¿Para qué sirve ostentarlo cuando se conoce que pronto dejarán la vida en la tierra?
Por más intentos que realice no los entenderé Han vomitado en el fragor de una discusión, ríos de lava encendida,
¿Necios, nunca pensaron en los pobladores del lugar?
Huyen de sus viviendas, construidas con el esfuerzo de una vida entera cuando advierten los alaridos desgarradores del volcán.
Se van con lo puesto.
Algunos pueden llevar sus documentos.
La mayoría pasará a completar el ejército de personas que ha perdido, no solo la identidad sino los recuerdos.
¿Cuál es el argumento a esgrimir por esas moles vestidas de piedra, sobre la vida de la humanidad?
¿Quién cuantifica los destrozos?
¿Los mortales deben ser parte de una helada estadística?
¿En nombre de quién?
¿Es a vanidad columna de la necedad y estupidez?
¿Dónde quedó el poder de raciocinio?
¿Son las bestias más inteligentes que los terrenales?
Sin dudas, sí.
Ellas se defienden por instinto, de sobrevivencia, en un espacio adverso.
Casi siempre nacido en el amor sumado a la necesidad de conservar la especie.
¿Quién puede preservarnos de la hostilidad o imbecilidad, detentada por los seres encadenados al poder?
Tesoro d mi alma, es esa una de las causas por las que deseo emprender el último viaje para reunirme con vos?
No sé si los literatos se equivocan al pintar otros mundos.
Solo deseo llegar a tu lado para darte un beso.
No tengo en consideración nada más.
¿Podrás recordarme en ese silencio desconocido por mí?
¿Cómo podrías describir tu hábitat?
¿Existen pájaros de colorido plumaje que te despierten cada mañana?
¿Cuándo vendrás por esta mujer que te ama de manera incondicional?
¿Tus bellos ojos de caramelo, llegarán a reconocerme?
Te amo más que a nadie en el mundo, por ello siempre renuevo mi petición, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=0V8FLjkpd00
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