MISTERIOSO PAISAJE

Juntos recorrimos muchos caminos.
Nunca pensé que el último sería para entregar tu vida llena de sueños a Tánatos.
El desamparo sumado a la soledad lleva a evocar tiempos donde la risa era habitual.
Buceando en el mar de la memoria llegué a un sitio único en el mundo.
Se lo conoce como Valle de la Luna.
Este Patrimonio de la Humanidad, está situado en la provincia de San Juan, al noroeste de nuestro país, recostada sobre la Cordillera de los Andes.
El verdadero nombre es Ischigualasto.
Un lugar que se calcula posee más de doscientos millones de años.
En el parque visitado por turistas nacionales e internacionales hay una funciona una estación científica que permite estudiar la máxima expresión del período triásico.
El paseo dura tres horas,
Se ingresa con la compañía de un guía, quien va explicando cada formación.
Las formas de las piedras no son habituales, las más pequeñas se asemejan a las calizas.
Afirman los científicos a través de estudios que respaldan sus dichos que el suelo de Ischigualasto es similar al que se encuentra en la superficie lunar.
Ese detalle, llevó a los historiadores a nominar el espacio de más de doscientas mil hectáreas, “Valle de la Luna”
Nos causó un impacto especial visitar esta reserva natural.
Capturamos la mítica belleza en nuestras retinas y en ningún momento dejaste de fotografiar el misterio.
Quise en este enlace diario evocar aquel lugar enigmático, ya que hoy es un día especial para los dos.
Gracias a tu oportuna llegada después de un accidente impensado, estoy viva.
Hoy que el destino me ha asestado el peor de los golpes, no entiendo muy bien para qué sigo en el mundo de los terrenales.
Nunca voy a olvidar la primera visita que recibí en la cama de terapia.
Con la mirada brillante pronunciaste una frase de esas que solo se te ocurría a vos.
Con voz casi inaudible te escuché decir las palabras que conmocionan hasta el día de hoy, no puedo olvidarte al decir emocionado “Ma, me diste la vida, yo te la devolví a vos”
Celebrar la vida recuperada, sin pensar que asistiría al final de la tuya.
Una locura imposible de dimensionar.
Los recuerdos me traen postales de los enclaves visitados en ese ayer que no puedo aseverar es cercano.
¡Cuántos caminos recorrimos juntos!
Muchos más podríamos haber conocido si estuvieras aquí físicamente.
Es una de las razones por las que no deseo volver a espacios que tuvimos el placer de caminar asidos de la mano.
Imposible imaginarme caminando en absoluta soledad.
Los recuerdos no dejan de aparecer.
¿Está mal que intente asociar el desamparo con esa solitaria imagen del Valle de la Luna?
¿Has encontrado enclaves similares en el lugar que estás?
¿Cómo transcurren tus horas allí?
¿Cuál es el método utilizado para cuantificar el paso del tiempo?
¿Algún día podré saber que extrañás de aquí?
¿Han pasado las diosas griegas Mnémosine y Pérsefone para quitarte los recuerdos?
Las contradicciones se renuevan.
No quisiera que al momento de llegar a tu lado, no me reconocieras.
En otras ocasiones pienso que es mejor comenzar esa vida que desconozco sin sentimientos que te produzcan tristezas.
Tampoco deseo puedas dimensionar la distancia existente entre los dos.
Hago referencia a la física.
Todos saben que una mamá lleva la esencia de su hijo adherida a su alma.
Por más esfuerzos que realice no puedo evitar el llanto convocado por el desasosiego.
¿A quién decirle cuanta falta me hacés?
Es imposible no extrañarte con locura.
Se de tus esfuerzos para que me sienta mejor.
Si no recibiera tu energía, estaría en el fondo de los abismos ancestrales.
Circulando entre las tinieblas y el dolor.
¿Por qué nadie ha regresado desde esos lugares misteriosos?
¿Por qué no recibimos instrucción para dejar de existir?
Sabemos que ocurrirá.
Cuando ese instante llega de manera abrupta, no es posible asimilarlo.
Los neurocientíficos dicen que de algunos duelos es posible salir.
El de un hijo es tan avasallante que se hace difícil superarlo.
Sos la única persona que conoce tanto mis fortalezas como debilidades.
Es cierto en estos enlaces soy monotemática.
¿Cómo hacer para evitarlo cuando estamos atravesados por el peor dolor?
Desearía llegar a estos enlaces con tranquilidad con el propósito de transmitirla al ser que más amo en la vida.
Lo intento.
Mil veces me gustaría me vieras sonreír.
¿Cómo hacerlo cuando se ha recibido aquello que ni en sueños locos se espera?
No poder cuidarte aniquila las fuerzas que cada día vas afianzando para no ver mi caída.
Ha pasado demasiado tiempo sin que pueda darte un beso.
Acariciarte o solo mirarnos para hablar.
Estoy hastiada de ese cúmulo de negativas.
A nadie puedo reclamar esta pena tan grande.
Nunca podré dejar de preguntar ¿Qué hice mal?
¿Fueron tan graves los errores cometidos para recibir semejante condena?
Trazando un paralelismo literario me siento como las piedras del maravilloso Valle de la Luna.
Como ellas habito en la soledad.
No tengo dudas que la felicidad regresará a mi alma cuando comience a transitar el sendero que me lleve al final.
Tesoro, te amo como a nadie en este mundo.
Mientras continúe cautiva, no dejaré de repetir mi solicitud, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=552YQj29fv4