Buenos días
tesoro de mi alma.
Aún los
destellos dorados del sol no se filtran por los cristales de la ventana.
La bruma es
intensa.
Otra mañana
con demasiada humedad.
Días nada
habituales para el mes de agosto.
Sigo conmocionada
por tus lágrimas derramadas en el suelo de hace dos madrugadas.
Lágrimas
convertidas en espinas para mi corazón.
¿Cómo
ayudarte cuando nos separa la eternidad?
¿Cómo
consolar tu llanto si los designios del destino con la ayuda de la muerte despiadada
te alejaron de mi lado?
Ayer lo
comentaba con tu prima.
No hay
palabras potentes para tranquilizar el pensaminto.
¿Te das cuenta
por qué repito cual letanía mi lugar no está aquí.
¿Cuándo recuperaré mi libertad para poder ascender las
escaleras que llevan a tu cielo?
Por respeto
infinito a tu memoria no tomo atajos.
Tampoco sé
si aceptarías recibirme en condiciones
tan traumáticas.
No es mi
deseo hacerte sufrir.
Es mi deseo
romper los eslabones de las cadenas que me mantienen cautiva en suelo terreno.
Si
recibieras un beso de esta mamá que te ama intensamente nunca más en sueños te
vería llorar.
¿Dónde has
perdido la sonrisa?
Debe ser
terrible la soledad en espacios desconocidos.
Fervientemente
deseo estar con vos.
Intento
recorrer senderos atravesados teniéndonos.
¿Por qué no
puedo estrecharte en el más tierno de los abrazos.
Hoy buscaba
una foto para estos enlaces que me hacen sentirte aún más cerca.
Elegí la de
cactus con flores rosadas en s cúspide, en la entrada a uno de los desiertos
más grandes del mundo.
Arenas
doradas, solitarias capaces de conmover a quienes año a año visitan ese enclave maravilloso.
Seguramente
allí en las noches heladas duerme la soledad.
Atacama ha
sido sepulcro de grandes corredores de rally internacionales.
Es
encontrarse en una trampa que atrae donde solo se visualiza arena y el cielo
azul.
Siento
estamos más juntos cuando repaso las fotografías tomadas en momentos inolvidables
de nuestras vida.
Te aseguro
es horrible caminar sin tu compañía.
Por ello
decidí no volver nunca más a los sitios que visitamos juntos.
Quizás lo hagamos
si se produce el rencuentro.
¿Cómo?
Convirtiéndonos
en seres alados para de ese modo sobrevolar todos los sitios majestuosos que
tuvimos la suerte de conocer.
No es tiempo
de hacerlo en compañía de la familia chiquita.
Se notaría
en demasía tu ausencia.
Esas
vivencias están guardadas en uno de los estantes imaginarios que posee mi
corazón.
Hijo
querido, necesito verte,
Comprobar
estás relativamente bien.
Cada una de
las lágrimas que aparecieron en mis sueños fue suficiente para agregar jirones
a mi alma deshilachada.
Este
vendaval de sentimientos no
correspondidos como antes, calmaría la vertiginosidad cuando logre dar fin a esta búsqueda que empezó cuando
sostenía tu mano sin vida entre las mías.
Estaba
tibia.
En ningún instante
estuvo laxa.
Parecía seguías
transmitir tu calor.
¿Habrá sido
así?
¿Por qué es
imposible asumir estás muerto?
Mil veces lo
puedo escribir.
Quizás
resulte violento a la vista de los lectores.
Lo siento.
No he
aprendido a disfrazar las palabras.
Hacerlo no
cambia la realidad.
Por otra
parte mientras respire no aceptaré a mi hijo exánime.
Tiene vida
en mi ser
Un sentir
que no deseo cambiar.
Por supuesto
me encantaría verlo, acariciarlo, ejercer mis funciones de mamá.
Nunca supe
por qué fueron suspendidas de forma tan abrupta.
Los hijos no
deben morir.
Deseo
tenerte un momento a mi lado para contarte de mi amor incondicional.
Arrancarte
la promesa que cuando me visites en suelos no volverás a derramar lágrimas.
Extraño tu
sonrisa.
La
posibilidad de sumergirme en tu mirada.
Se
equivocaron al llevarte.
¿Por qué no
pude ser partícipe de ese viaje?
¿Qué hago
aquí?
No
comprendieron no deseo estar en suelo terrenal?
Hijo querido
te amo con toda las fuerzas de mi corazón, por eso en cada uno de estos enlaces
te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
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