Buenos días
alma mía.
Camina mi
alma por el tiempo.
A la vuelta
de cualquier esquina me encuentro con el viento.
Presuroso me
llevara a un espacio donde intentaré recuperarme de esta paz impuesta por los
designios del destino.
La alborada se
manifiesta dejando se filtren los primeros rayos de sol por una de las
ventanas.
Está
abierta.
No puedo
contemplar la belleza de los vitreaux.
Los conozco
de memoria.
Replican
postales del cielo.
Cielo en el
que desearía encontrarte para darte el beso que está aletargado en mi mochila.
Los bancos
de la iglesia en la que he ingresado están vacíos.
Tal como me
gusta cuando busco las reflexiones. Lleguen a tu eternidad, deseando conocerla
sin más dilaciones.
¿Qué hago
aquí entre los terrenales?
¿Aún no han comprendido
que mi lugar es a tu lado para siempre?
¿Saben esa
expresión no tiene vencimiento?
Tampoco lo
tiene la vida eterna en el caso que ella existiera..
¡Cómo me
gustaría así fuera!
Esas
circunstancias permitirían el reencuentro.
¿Has podido
sentirlo con la misma intensidad que lo manifiesto o solo es una expresión de
deseos que cae en la profundidad de los volcanes que al estallar hacen gritar a
las piedras?
¿A quién
contarle estoy cansada de las excusas siniestras?
Este espacio
me recuerda a otro que conocimos juntos.
La iglesia a
cielo abierto de una ciudad sureña de nuestra patria.
Allí los
bancos no están lustrados como éstos.
Aquellos se
limpian con las lágrimas de quienes como yo lloran a sus muertos.
Faltan los
pinos, balanceándose sobre la cruz de madera.
El murmullo
melodioso de los pájaros, entonando bellas melodías.
Faltás vos.
Sobra
el espanto.
Y en este
discurrir de pensamientos, se acerca a mí,
una niña
ciega.
Pobre
criatura, jamás podrá ver los colores de la primavera.
Pareciera leer
mis pensamientos, pues con su voz de niña replica “Los conozco a todos, los he
visto con los ojos de mi alma.
Haz lo mismo
para ver la sonrisa de tu hijo.
Niña sabia
que pregunta ¿Puedo darte un beso para
que se lo envíes?
Por supuesto
pequeña.
Llegarán a
el, los besos más puros.
Te aseguro
los necesita.
Lo sé
señora, por ello se los mando”
Quiero huir.
Esa niña
sabia se parece a vos en tu forma de enfrentar la vida.
Nobles
pensamientos socavan el alma.
Solo puedo
decirte de mi conmoción.
No tengo paz
desde tu ausencia.
Preciso
sosiego para decirte cuanto te quiero si alguna vez te encuentro.
Se me
ocurren miles de propuestas para realizarte.
Todas ellas
se desvanecen al palpitar el futuro que puede ser posible cuando son dos
personas que así lo desean.
En nuestro
caso una sola que ha perdido parte de su esencia.
La
encontraré a tu lado, para lucirla cual diadema de estrellas sobre mi cabeza.
¡Te quiero
tanto que no puedo detener comiencen a rodar el llanto!
No te
preocupes.
Cada una de
las lágrimas lava el alma.
Te cuento
han cambiado sin aviso el formato de este espacio que permite me conecte con
vos.
No importa.
Espero tu
ayuda para que todo salga bien.
Te amo como
a nadie en el mundo.
Por ello
siempre te pido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?
v=95WsCT0Au6M&list=RDM3e1MtfVFRo&index=8
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