Cristalina es la gota transparente que surca el rostro de los humanos.
No les pregunta la edad, solo se desliza suavemente acariciando el rostro.
A veces traen felicidad, emoción y otras es un manto de agua que nos recuerda a los que decidieron partir.
Esa es la vida fugaz de ellas, son un llamado de atención a cada corazón.
Saben dejar huella, nos visitan en forma inesperada, siempre son causa de sorpresas.
Nunca supe escribir poesías, me encantaría hacerlo, pero hoy mis letras son tristes, no tienen esperanza.
Faltan días para que recupere la sonrisa, comprendo que la vida tiene todos los matices igual que la paleta del pintor cuando vuelca en la tela los colores del infinito.
No temas, seré compañera del pañuelito bordado, ese que te gustaba tanto, a veces mi lágrimas tienen sabor salado, otras la conmoción me impide conocerlos.
Alguna vez reí y lloré al mismo tiempo fue en el instante que sentí el primer vagido de mis hijos.
Alguna vez reí y lloré al mismo tiempo fue en el instante que sentí el primer vagido de mis hijos.
Hoy tengo el corazón acongojado, sucede que la distancia impidió sostener tu mano en el momento que emprendías tu camino al cielo.
El destino decidió que fuera de esa manera, para poder guardar en mi alma la luz de tu mirada mansa, tu contagiosa sonrisa que hacía que te parecieras a la imágen que el artista no logró plasmar en la tela.
El destino decidió que fuera de esa manera, para poder guardar en mi alma la luz de tu mirada mansa, tu contagiosa sonrisa que hacía que te parecieras a la imágen que el artista no logró plasmar en la tela.
Las lágrimas no socavarán nuestros sentimientos y allí en el lugar elegido, muy cerca de las estrellas, me enviarás tu luz para siempre.
Atesoro cada uno de los detalles que supiste con gran maestría regalar al mundo terreno.
Te prometo reponerme, estar en contacto permanente con tus seres queridos.
No importan los kilómetros que nos hayan separado, no cuenta la distancia cuando el cariño es sincero.
Te regalo eternamente estos cristales que nublan mis ojos, se que los recibirás con tu hermosa sonrisa.
Estoy segura que en ese pedacito de cielo que elegiste como última morada, podrás leer mis letras desordenadas.
Estoy segura que en ese pedacito de cielo que elegiste como última morada, podrás leer mis letras desordenadas.
El cariño no conoce la palabra olvido, buscaré un prendedor transparente, con él atraparé cada uno de los instantes que nos regaló la vida.
Imagino que al atardecer cuando el cielo se tiñe de rosados, violetas y púrpuras tu mano cálida una a una va encendiendo las estrellas, para convertirlas en nuestra guía.
Sabia arrancaste de mis labios una sonrisa al recordarte, lograste que mis lágrimas mutaran a gotas de rocío, para engalanar los vestidos de tus flores preferidas.
Imagino que al atardecer cuando el cielo se tiñe de rosados, violetas y púrpuras tu mano cálida una a una va encendiendo las estrellas, para convertirlas en nuestra guía.
Sabia arrancaste de mis labios una sonrisa al recordarte, lograste que mis lágrimas mutaran a gotas de rocío, para engalanar los vestidos de tus flores preferidas.
No comments:
Post a Comment