Tuesday, March 21, 2017
ATARDECER SOLITARIO
Laura me vino a buscar finalizada su hora de trabajo.
Un atardecer de esos que no se olvidan.
El calendario indicaba que había comenzado el otoño tiñendo los paisajes con matices ocres y dorados.
La brisa leve ayudaba a los árboles en su clásica ceremonia de desvestirse dejando ver sus ramas sin pudor casi desnudas.
Sería un paseo breve no por ello menos fascinante.
Diez minutos en lancha fueron suficientes para arribar a un lugar encantado.
Isla pequeña donde todos los habitantes se conocen y tienen exceso de solidaridad.
Luego de beber un refresco cuando el cielo comenzaba a reñirse con sus colores púrpuras y violáceos decidimos caminar, en poco menos de una hora la misma lancha que nos había traído regresaba a buscarnos.
El Delta del Río Paraná está poblado de misterios.
Las edificaciones son altas montadas sobre columnas de madera para evitar inundaciones cuando el río se desborda.
No hace mucho, posterior a una ola de calor insoportable, el cielo descargó toda el agua que pudo.
El viento con su silbido desgarrador y violento llamó a la tempestad que no tardó nada en llegar.
Los desastres fueron gigante, una pequeña porción de tierra se separó de la isla formando un islote en el que solo permanecía de pié un árbol.
Árbol tan solitario como triste sus hojas permanecían indemnes como si nada hubiera pasado.
Desde la costa pudimos observar que ese ejemplar lloraba,
De sus hojas caían gotas cual si fueran esferas transparentes.
Detrás de esa porción de tierra el sol se despedía para dar paso al crepúsculo.
Por un momento sentí que ese ejemplar que permanecía erguido pese al desastre era como mi alma tan triste y solitaria desde el día de tu partida.
Las lágrimas de aquel formaban parte del espejo de agua que le permitía contemplar su figura sin daños.
Lejano el sol era como vos, inalcanzable.
Laura notó mi agonía sentí su abrazo fuerte, con palabras quedas musitó “no estás sola, somos muchos los que te queremos y muchos más los que siguen amando a ti hijo”
La mitad del camino de regreso dejé que ella hablara.
Me tranquiliza escucharla.
Una mujer que no ha tenido una vida fácil y pese a todo me consta que sus despertares son con alegría.
Los míos son un calvario como le comenté varias veces.
Sabe que intento cambiar el rictus de dolor cada vez que amanece.
Es horrible pensar que no serás el primero que me diga tu clásico
“Hola ma”.
Desde donde estás sabés que no escatimo esfuerzos para que me veas lo mejor posible.
No es tiempo para asumir que no te veré más que en mi alma.
Quisiera darte un beso como los de antes.
Es muy duro aceptar que mi hijo adorado está muerto.
Cumplí tu deseo de incinerarte.
Me negué a ver tuus cenizas, a dejarlas escurrirse entre mis manos.
Puede que haya sido una actitud cobarde,
Traje a loa vida un cuerpo.
Bo entristezcas mi querido con tu ayuda y la de mi familia me siento contenida, agradecida.
Sin Ustedes no sé si aún estaría en suelo terreno-
Te amo con amor del bueno, el amor incondicional de una madre a su hijo.
Tus sentimientos son calcados de los míos.
Espero que no te perturbe mi letanía constante, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá-
https://www.youtube.com/watch?v=mBz90HTRVYI
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