FLORES PARA TU CIELO

En el hinduismo Laksmi es la consorte del Dios Visnú, éste la convirtió por su belleza en diosa de las flores.
Al contraer matrimonio le otorgó esa entidad regalándole un palacio donde fuera venerada por sus seguidores.
Para ingresar al lugar solo se permitía que quienes amaran la naturaleza y todo lo bello que existía en aquella época debían acercarle flores y ser amantes de la naturaleza tal como eras cos.
Hoy que recuperé la posibilidad de retomar nuestra conexión a través de mis letras desordenadas arribó a mi memoria Lksmi.
Siempre te he contado de dioses griegos o romanos.
Sentí la necesidad de recordar a una diosa de la mitología más antigua como es la hindú, cargada de misterios que nunca se termina de descifrar.
Ayer la impotencia de no poder escribirte como lo hago a diario la impotencia me tomó como prisionera, eso no gue óbice para que dejara de recordarte un solo segundo de ese día que no debió ser.
Tengo la certeza que si hubieras estado físicamente a mi lado en pocos minutos me hubieras enseñado a utilizar otros dispositivos para lograr mi cometido.
En esta ocasión me tuve que conformar con no escribirte para decirte lo mucho que te quiero.
Tu respuesta a mi ansiedad hubiera sido tu conocido “no es grave ma”.
Necesito como el aire que respiro que mis musas lleguen a vos siempre.
La distancia que impone la eternidad no es un límite que pueda aceptar por la sencilla razón que te siento cada día de mi existencia aún cuando la ausencia imponga tiempos que me resisto a aceptar.
La no aceptación que no es lo mismo que la negación.
Soy plenamente consciente de los designios que el destino preparó para mí, ello no significa que los asuma.
Sé que no estás físicamente pero el solo hecho de vivir en mi alma me lleva a concluir que esa ausencia que dejó las peores llagas en mi alma solo van a sanar el día que ese mismo destino que intentó vanamente en separarnos no logró su objetivo pues tu esencia tan añorada quedó en mí para siempre u nada hará modificar mis pensamientos.
La causa no es la necedad de la negación sino las mil maneras de enfrentar una realidad demoledora.
Trato como el Ave Fénix de resurgir de las cenizas.
A diario voy eliminado los restos de escombros que trajo el tsunami de tu partida.
Mi mayor deseo es volver a verte como lo hace cualquier mamá terrena, sé que por ahora no es posible pues mi vencimiento ignoro cuando se producirá.
Quiero que leguen a tu cielo todas las flores del suelo terrenal, sin cortarlas de sus plantas como te gustaba a vos.
Imagino tu nuevo hábitat pletórico de floridos jardines.
Flores por doquier donde los pájaros celestiales beben su néctar para que sus trinos melodiosos despierten a los ángeles como vos anunciándoles la llegada de un nuevo día.
Reconforta tan solo un poco intuir que no estás en absoluta soledad.
Es posible que mi bello hijo se haya acostumbrado a vivir en ese destino desconocido.
Muchas veces el temor me asalta al pensar que podrías tener algún miedo por estar tan lejos.
Entiendo que ese Ser Superior que a todos Ustedes los cuida con amor, disipa cualquier temor.
Es difícil despertar sin vos.
Extraño tu voz melodiosa cuando cantabas, tu mirada profunda que evitaba utilizar el don de la palabra.
Me tortura la tristeza de aquella cuando los dos supimos que en poco tiempo no estarías más.
Recuerdo tu vocecita al pedirle a los médicos que hicieran todo lo posible por salvarte pues debías cuidar a tu mamá.
Fuiste valiente y generoso hasta el final.
Ignoro cuanto falta para el mío por ello cada una de mis letras van acompañadas de imágenes y música que te gustaría observar.
Te quiero de una forma que no es posible dimensionar.
Como siempre te podo que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=mmbTHgF