RU MIRADA ENTRE LAS ESTRELLAS

Decidí una vez rearada utilizar la máquina del tiempo para viajar muy cerca de donde estás.
Mi objetivo era conocer a Astrea hija de Temis y Zeus venerada como la diosa de las estrellas.
Junto a sus hermanas pertenece al grupo de las Titánides.
Dotada de una belleza inigualable en sus brazos porta una antorcha y los rayos de su padre Zeus.
Codiciada por su hermosura su padre la envió a la Constelación de Virgo.
Pronto Niké una de sus asistentes sería enviada a la constelación de Libra (tu signo hijo) para que juntas llevan a su hábitat los rayos del padre de Astrea, de esa forma las estrellas tendrían mayor brillo y luz.
No se permitió acercarme demasiado al territorio estelar.
La nave del tiempo se acercó a la Constelación de Niké, menos custodiada que la de Astrea.
Mi sueño más anhelado era estar tan cerca como pudiera de una luz que encandilaba.
No tardñe en reconer que esa fuente de luz era irradiada por vos, el ser que más amé en mi vida y seguiré amando por el resto que me queda de existencia.
Por más que lo desee no puedo adelantar las manecillas del reloj que mide el tiempo en ocasiones cruel.
Por suerte de lejos pude divisar el rostro más querido.
Sentí que flotaba ante la falta de gravedad.
Puedo afirmar que en la Constelación de Libra, cada estrella mostraba belleza en su máximo esplendor.
Luces brillantes titilaban de manera acompasada.
Entre la luminosidad no me resulto difícil encontrar tu rostro amado sonriendo desde la eternidad.
Tu mirada no tenía el velo de las lágrimas que no quieren caer.
Como antes cuando estabas aquí tus ojos de caramelo brillaban con intensidad.
Debía regresar, esa visión tan anhelada permaneció ante mi vista un tiempo que no pude estimar.
Es difícil explicar utilizando la razón una experiencia que se vivió con el corazón en la mano.
Tampoco pretendo que todos sientan el amor de adre como lo experimento cada día aún cuando la respuesta sea un silencio perpetuo.
Silencio que les pertenece a los seres alados como vos.
Silencio que muchas veces quiebro escuchando la melodía de tu voz.
Tus grabaciones permanecen intactas.
Duele el alma escuchar una voz tan vital.
Sé que ese tiempo en que te pude visualizar fue suficiente para decirnos cuánto nos quere,os.
Sentí una mezcla de orgullo y emoción.
Orgullo por haber traído a la vida un ser de luz.
Emoción al sentirte aún si se puede más cerca de mi alma.
Esperanza para que algún día se cumpla mi deseo más añorado, tenerte tan cerca como par darte un abrazo que duela y darte un beso.
Un beso es poco cuando han pasado tantos meses que no estás físicamente, sin embargo me conformaría con ese comienzo.
Imagino que si el tiempo me ayuda en un futuro podré darte los otros que tengo guardados para vos.
Es algo que cualquier mamá haría con un hijo.
El destino ha querido privarme de esa posibilidad.
Cuando ese hecho se produzca sentiré que es la primera vez que una utopía se transforma en realidad.
No me que otra alternativa que esperar, tratando de calmar mi impaciencia.
Solo te pido como siempre, que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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