QYUSUERA DETENER EL TIEMPO EN EL AYER

Me gustaría navegar por las aguas cristalinas de un pasado reciente compartido.
Pocos entendían nuestro grado de conexión tampoco pretendíamos que lo hiciera,
Jamás abrevamos en el agua gris del donde vive el rencor, sentimiento desconocido por los dos.
Tampoco llegamos a conocer los frutos amargos del olvido, solo nace en las almas ávidas de venganza.
Construimos un mundo ideal donde solo tenían cabida el amor de una madre hacia su hijo.
Corríamos por las dunas antes que las sombras comenzaran a acosarlas.
Optamos por los caminos luminosos que enceguecen o encandilan a quienes aún no se han despojado de la soberbia creyendo que no solo son inmortales sino dueños de verdades absolutas engendradas en la necedad.
Jamás nos importaron los objetos materiales.
Nuestros valores estaban edificados sobre los piares de la verdad por dura que fuera, la confianza absoluta y la eterna complicidad que en lugar de hacer notar que éramos un hijo con su mamá orgullosa de serlo, nuestras almas eran gemelas en todo el sentido de la palabra.
Extraño cada minuto que compartimos, en la salud o enfermedad.
Nuestros viajes a cualquier parte del país o el exterior en los que disfrutábamos como ñiños.
La vida compartida tenía los colores del arco iris, nuestras peleas que las tuvimos ya que ninguno era perfecto duraban instantes.
Sería hipócrita si expresara que ese mundo ideal era un sitio de perfección, imposible afirmarlo ya que ambos teníamos caracteres poco maleables y justamente en los puntos de divergencia encontrábamos algo que nos unía más.
Eras como ahora que no estás físicamente la persona más solidaria que conocí, creías que todos eran como vos, por ello muchas veces te vi derramar lágrimas de impotencia cuando quienes se rasgaban las vestiduras llamándose tus amigos te jugaban una mala pasada que solo vos podías perdonarles por tu capacidad innata de ayudar al prójimpo,
Recuerdo que para calmar esos momentos angustiosos te decía “hijo nada dura para siempre”.
Nunca pensé que ese axioma lo tendría que utilizarlo con vos.
El destino me tenía preparada la peor de las jugadas llevarte al lado de Dios dejándome en absoluto desamparo , entendí que lo hizo ara que no padecieras más.
Hoy soy una mujer que extraña a su hijo de manera desmesurada como lo haría cualquier mamá en circunstancias similares.
Con tu ayuda trato de salir de la destrucción que produjo tu ausencia,
Cuesta despertar cuanto se desea morir para estar cerca del ser que brilló con luz propia.
No es una posición egoísta, el dolor es tan grande que no se soporta.
Si bien te llevo dentro de mí corazón eso no me permite besarte o acariciarte como lo haría cualquier mamá.
Te amo por ello te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


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