La luna es el quinto satélite más grande del sistema planetario.
Pese a que siempre la vemos brillante con sus plateados colores que la hacen poseedora de una belleza extraña, la superficie es oscura.
Así lo afirmaron los astronautas que alunizaron por primera vez en su codiciada superficie.
Posee mares lunares congelados y cráteres de esencia volcánica que a simple vista podemos observar cuando en su fase de luna llena muestra su cara iluminada por el Astro Rey se pueden observar esas sombras que los terrenales quisieran saber qué son.
Note asustes no voy a desarrollar una lección de astronomía.
Simplemente expreso mi visión como mujer que se dedica al arte de escribir.
Don o virtud que heredé de tu abuelo paterno, quien el tiempo libre que le dejaba el ejercicio de las leyes, escribía poesías románticas.
Poesías que tu mamá jamás aprendió a escribir, ni siquiera lo intenté pues una de las artes escritas más difíciles de desarrollar.
Observo al satélite de la tierra como una mujer simple u apasionada de las letras que permitan reflejar cada una de las cosas que tanto te gustaban a vos.
Hoy que tu ausencia agobiante pesa más que otros días, recordé cuando eras un niño.
En tus noches de insomnio muchas veces te encontré apoyado en en el dintel de la ventana intentando descubrir los secretos de la Luna brillante que tanto te atraía.
Al despertar con tu sonrisa adorable me decías que algún día vivirías las mismas experiencias de El principito, tu libro de cabecera hasta que el destino te indicó que era hora de partir.
Supiste transmitir el amor que tenías hacia lo abstracto e inalcanzable.
Muchos poemas se han referido a ella haciéndola protagonista de sus magnas obras.
No faltaron artistas del pincel que la dejaran retratada en su cuadros, desde los más reconocidos hasta aquellos que recién se iniciaban a desplegar su arte plasmando, sus percepciones en la tela.
Ahora esta mamá que te ama tanto como te extraña, desea presentarte los jardines imaginarios de la luna.
Tu luna, pues percibo que estás muy cerca de ella.
Para vos la he imaginado con jardines que la circundan con el propósito de aumentar su belleza natural.
A todas las féminas nos gustan las flores.
Como sé que no te gustaba que aquellas fueran cortadas de las plantas, imaginé solo para vos jardines que pudiera ofrendar a la Luna plateada.
Jardines para tu luna conformados por pequeñas flores multicolores para ser apreciadas por la sensibilidad de los humanos iluminados que puedan verlos con los ojos del alma.
No tengo dudas que allá en la eternidad que nunca podrá separarnos, te convertirías en cuidador de aquellos.
Puedo verte quitando las hojas secas para que las flores estallen en todo su esplendor.
Jardines celestiales que cuando sea mi momento podremos cuidar juntos.
Jardines que me permitan no solo obtener pinceladas de paz.
A tu lado la paz será duradera.
Podré cumplir el sueño de abrazarte besarte para que despiertes de ese sueño tan quieto como eterno.
Sé que en algún momento ocurrirán recrearemos los momentos más dichosos que compartimos juntos.
No es exagerada ni difícil de cumplir el anhelo de una madre que quiere tener para siempre a su lado a hijo amado.
¿Qué mamá no desea acariciar y besar al hijo de sus entrañas?
No soy una excepción a las reglas que rigen a los terrenales.
Tampoco es difícil de comprender la necesidad de una madre de reencontrarse con su heredero.
No alcanza con que te sienta tallado en mi alma.
Mi clamor es estrecharte en mis brazos como antes. Una vez más tengo que atenerme en contra de mi voluntad a los designios del destino.
Sé que estás dispuesto a esperarme.
Me perturba la idea que no me reconozcas de inmediato.
El amor entre madre e hijo es el más puro e inquebrantable,
Una vez más, te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=6Q9fBU5ICxc
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