SERES ALADOS COMO VOS

Isis hija de Taumante y Electra es fue la diosa más importante de todas aquellas que nacieron con alas.
Si bien en esa época era usual erigir templos para sus herederos moraran o no en la tierra.
También se la venera como deidad de los cielos y mensajera entre los ángeles y los terrenales.
Algunos pensadores afirman que sus padres a través de sus poderes la convirtieron en diosa del Arco Iris.
Homero la menciona tanto en La Ilíada como en La Odisea, como la deidad sobresaliente del Olimpo de Grecia en la Edad Dorada.
Cuando se produjo su nacimiento su madre creyó que había engendrado un ser extraños pues fue una bebé que poseía alas, sin conocer su promisorio destino de ser quien transmitiera el pensamiento de los ángeles que como ella moran en el cielo y los que habitan en la tierra.
Un ser de l mundo celestial marcado por el destino.
Me tomo el atrevimiento de compararla con vos pues no dudo que la hayas visto en algún momento desde que estás en ese nuevo hábitat tan misterioso para nosotros los mortales.
Isis amaba la libertad y la justicia por ello cuando llegó a la adolescencia optó por vivir en el firmamento, aún cuando los mortales la veneraran en el lujoso templo que levantó su padre para recordar por siempre a su hija ausente.
Electra, su madre sufrió, cuando la joven decidió que su lugar no estaba en la tierra.
Es durísimo para una madre no tener a su hija que con el tiempo logró amarla sin límites.
Es tortuoso para una mamá no tener a su lado al hijo que trajo al mundo.
Si bien al principio le costó asumir que su hija fuera un ser con alas, concluyó aceptando los designios del destino.
Hasta el último día de su vida derramó lágrimas por esa hija que al principio le pareció monstruosa.
Arrepentida por ese instante difícil de adjetivar sintió que el rechazo no era justo.
No todos los niños son iguales.
Son únicos e irrepetibles.
Trazando un paralelismo con mi realidad puedo comprender a esa madre.
Su necesidad era igual que la mía tener al hijo de nuestras entrañas para siempre a nuestro lado.
Puede que sea una actitud egoísta más el amor incondicional de una madre a su hijo provoca esas reacciones.
Siento tus abrazos alados cada vez que siento que estoy cayendo.
Tienen la misma tibieza que los de antes aún cuando no pueda verte y darte todos los besos que tengo guardados para vos desde hace casi dos años.
No existen palabras capaces de dimensionar el dolor que produce la ausencia.
Es terrible despertar cada día sabiendo que tu cama estará impecablemente vacía.
Es una tortura la sobre vivencia de estos casi veinticuatro peses.
Resulta antinatural y hasta me animo a escribir patológico que una mamá deba reconocerle cadáver de su hijo dentro de una bolsa de plástico negro.
Faltan vestigios de humanidad cuando entregan el cuerpo inerte de quien en vida fue un ser de luz.
Nunca me acostumbraré a que tu mirada tan bella como profunda se haya convertido en dos ríos quietos, inmóviles.
Antes del final trágico podía reflejarme en ellos.
Nadie en su sano juicio puede aceptar y asumir la muerte del ser más amado.
Sé que tus alas me sostienen en los momentos en que nada ni nadie puede detener esa catarata de lágrimas producida por no tenerte físicamente.
Como afirman los neurobiólogos, no te has ido pues estás contenido no solo en mi cerebro sino en toda mi alma y esencia.
Sería una mujer necia si pensara que la vida culmina con la muerte.
Prefiero aferrarme a las teorías que afirman que existe vida en otros planos.
No son palabreros quienes mantienen esas teorías a través de los siglos, son estudiosos de ciencias nuevas que tienen sustento para apuntalar sus conocimientos y aseveraciones.
Seres especiales que ayudan a mantener viva la esperanza de un reencuentro en la inmensidad del espacio celeste.
Sabés que daría mi vida por verte tan solo un segundo.
Segundo imprescindible para conocer que estás bien en tu nueva morada.
Siento cierto confort al saber que no estás solo.
Tengo la certeza que te acompañan con amor del bueno cada uno de los seres que te amaron con amor del bueno y te antecedieron en el camino de los misteriosos finales o comienzos de otras vidas.
Mi ruego se renueva cada día.
En la tensa espera espero que me reconozcas cuando llegue a tu lado.
No me inquietan las cosas materiales.
Intento ser digna del ser más amoroso de mi vida.
Cultivo y alimento los mismos valores.
Como habrás observado más de una vez a lo largo de esta triste ausencia no permito que nadie me falte el respeto. Lo hago con la misma convicción que cuando transitábamos senderos terrenales..
Comprenderás que el dolor debilita el carácter del más guerrero.
Nunca, jamás tendrás motivos para avergonzarte de tu madre.
He aprendido a desechar las falsedades de quienes pretenden confortarme.
No es felicidad sino confort de estar en mi refugio para establecer esta conexión diaria.
Nadie por más perspicaz que sea podrá intentar cambiar mis pensamientos, sos y serás el único dueño de ellos.
Te amo como cualquier mamá que ha tenido la desgracia de perder un hijo de manera ilimitada.
Cuento con tu protección y bondad infinita.
Nunca te podrán igualar en mi alma que también es de tu propiedad.
Te quiero tanto que no encuentro palabras adecuadas para expresarlo.
Mi derrotero tiene un único propietario.
Aún cuando no estés presente. sos y serás mi vida.
El rector de cada uno de mis actos que te tienen como protagonista.
Te amo y no me cansaré de pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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