Los fines de semana son más tortuosos que el resto de aquella.
Esas cuarenta y ocho horas que lo componen eran gloriosos.
Te tenía para míi más tiempo.
No importaba que salieras con tus amigos.
Sabía que en un par de horas estarías nuevamente a mi lado para practicar el mejor ejercicio que es compartir.
Un joven luminoso y a la vez visionario.
Tenías la capacidad de intuir episodios que ocurrirían en un futuro cercano.
Debe ser por ello que durante tu vida fuiste un ser pletórico de proyectos, de sueños en los que me incluías.
Un ser humano sumamente inquieto desde edad temprana.
Tenías una percepción de la existencia muy particular que asombraba a quienes te escuchaban
Intuyo que ese fue el disparador de preguntas que formulabas sin anestesia, sin vueltas, directamente, sinceras.
Valores que traté de inculcarte desde pequeño.
Valores que se habían hecho carne en tu ser haciéndote transitar el camino correcto.
Jamás olvidaré una fría tarde junio de hace dos años.
Aparentabas buscar algo en la biblioteca.
Sabía que no encontrarías nada que te produjera satisfacción.
Mientras simulaba leer te observaba.
Inesperadamente te volviste a mi lugar de lectura, la pregunta fue tan concreta y directa que jamás podré olvidarla.
¿Ma, que harías si te faltara?
Cerré el libro que había dejado de leer para mirarte, sentí que habías madurado demasiado rápido.
Me levanté para abrazarte y responderte que moriría detrás de ti.
Lloramos abrazados como dos chicos que saben que la despedida está más cerca de aquello que se puede imaginar..
Te recuerdo viyal, saludable, amigo de tus hermanos de la vida que hoy son mis amigos y debo agradecértelo por siempre.
Evoco tu mirada profunda y bella.
Pese al dolor que padecías nos seguíamos comunicando de la misma forma.
Ningún ser humano es merecedor del calvario que padeciste los últimos días de tu vida.
Nunca sentí piedad, quería que el dolor fuera para mí. Compartir todo-
No quería sentirme la impotencia apoderándose de mi cuerpo.
Ambos sabíamos que tu mirada lentamente se apagaba, también tu vida se extinguía lenta y progresivamente.
Sentí el asco más profundo y acre cuando los pseudos científicos que te atendían decidieron cambiarte de habitación.
Inútiles habrán pensado que reaccionaría de la peor manera cuando la quietud te atrapara para siempre.
Es durísimo presenciar la agonía de un ser querido, es inexplicable asumir la de un hijo.
Solo dejaba de tomar tus manos cuando notaba el esfuerzo que hacías para flexionar las piernas.
Imposible.
El rigor de la muerte comenzaba a dejar la rigidez.
Prometí ante tu cuerpo aún con vida no derramar una sola lágrima sabiendo cuanto te dañaban.
Temprano llegó tu prima.
Seguramente movida por un impulso.
Cuando ingresó a la habitación coloco su mano sobre tu cuello.
Al ver que se persignaba entendí que la vida se había apagado para siempre.
No tengo enemigos pero a adie le deseo ver morir a su propio hijo.
Dwsde el momento más aciago que me dio ser una terrenal sé que siempre tu luz será mi guía.
No importa si algún salvaje dice que he perdido la cordura.
No, no la he dejado en el camino, me falta algo más importante.
Tu vida.
Sabés como nadie cuanto te amo.
Sierre seras el motor de mi triste existencia aún cuando yo misma no sepa muy bien para qué vivo
Mi alma nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ThoQ5B7m43k&t=4143s
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