Monday, July 29, 2019
CALORIDO MAJESTUOSO
La ruta cuarenta que une de sur a norte de nuestro país es denominada la cinta de asfalto panorámica.
Perfecta en la totalidad de su extensión.
En el sur nos lleva a transitar pasajes de encanto.
Bordea el famoso camino de los siete lagos de los que escribí hace unos cuantos relatos, en estas conexiones maravillosas que mantengo con el ser que más amo en la vida.
En esta ocasión bucearé entre los recuerdos para dirigirme al norte.
Tal vez, solo tal vez, en algún momento vuelva a recorrer los paisajes conocidos, caminados junto a vos.
Cierro los ojos.
Vamos hacia el noroeste de nuestra patria a conocer un lugar impactante.
No viajaremos en bus.
Se trata de un sitio distante y solo contamos con un fin de semana largo.
Estos días en la actualidad para mí representan la peor tortura.
No estás.
Nunca regresarás.
Debo ir a tu encuentro.
¿Cómo llegar si me mantienen cautiva sin razón que lo justifique?
¡Qué lastima no hayas conocido los nuevos aeropuertos de viajes de cabotaje.
Están más cercanos de mi refugio, perfectamente habilitado.
Al no ser utilizados en forma masiva, la atención es humana.
Seguramente el tiempo las robotizará y a las bellas señoritas, vestidas con atuendos encantadores, no tardarán en colocarle un chip para que repitan todo como si fueran esa máquinas que te indica, para buscar un muñeco de la vitrina pulse uno.
Si desea el de color verde, oprima el número dos, si no le gusta ninguno puede elegir la opción nueve.
Si le gusta más o menos vuelva en otro momento.
Las pinzas que posibilitarían elegir el peluche soñado se elevarán para quedar inmóviles.
Parafernalia de acciones que nos hacen huir despavoridos con las manos vacías.
¿Cómo yo, no detestás tanta deshumanización?
Ahora es así.
Siento evocar los recuerdos en absoluta soledad.
Una contradicción.
Siempre me negaré a sentir a mi descendiente como tal.
¿La causa?
¡Vive en cada célula de mi ser!
Como ayer, un pájaro de alas plateadas, espera en el medio de la pista del nuevo aeropuerto.
Mientras se escucha el rugir de las turbinas, no dejamos de admirar las nuevas instalaciones.
Confortables como sencillas.
¿Hace falta el derroche de lujo cuando el servicio es deprimente?
Sin dudar, diría que no.
Para que sirve una aerolínea si por motivos generalmente políticos detiene los vuelos.
¿No estaría bueno crecer respetando la decisión de las mayorías?
Eso se llama democracia.
No temas mi amor.
No es mi intención dejar una escritura constitucional.
Mañana diáfana, sin un solo celaje blanco.
Los pensamientos, quieren vernos juntos.
Personalmente quiero obedecer a sus dictámenes.
En poco menos de tres horas estaremos en la provincia de San Salvador de Jujuy.
Un bus nos llevará a la localidad de Purmamarca, a pocos kilómetros de la ciudad capital.
Pequeña.
Soñada.
Nos esperan vendedores de artesanías.
Visten ropas del altiplano, más conocidas en la altura de Bolivia.
No llamaré a los países vecinos, hermanos.
Estos son incondicionales y no se rigen por el famoso “Tanto tienes tanto vales”
¿A mis lectores que afortunadamente no son pocos, les preocupa la economía de sus hermanos biológicos?
Afirmaría que no.
Maravillados en un amanecer invernar vemos el Cerro de los Siete Colores.
Ningún artista ha pintado las piedras.
Es natural.
Distintos sedimentos nos llevan del verde profundo al morado, saltando por los ocres y amarillos que recuerdan el otoño que ha quedado atrás.
Erguidos los árboles de copas verde intenso nos permiten hacer que nuestros sueños claudiquen ante tanta hermosura.
La mejor hora para verlos es l alborada.
El sol no distorsiona la coloración de millones de años.
Están ubicados muy cerca del paso de Jana, el que nos comunica con Chile.
No son hermanos nuestros.
Es un país limítrofe, nada más.
En algún momento las reglas heterodoxas cambiarán y todos revistaremos en la categoría de humanos.
Habitantes de una misma región.
¿Cómo se hace para cambiar resabios autoritarios?
Lo sé pero queda en cada uno la posibilidad de reaccionar.
Juego con las letras.
No me pidan opiniones sobre política internacional.
Como cada uno de ustedes las tengo.
Simplemente no quiero dejar máculas en estos contactos que posibilitan estar cerca de mi amor filial.
No es necesario intervenir en temas espinosos cuando estoy ante una belleza de siete colores increíbles.
A todos les pido que entren a través de sus servidores al nombre del famoso cerro, proclamado Patrimonio Natural de la UNESCO.
En los buscadores podrán ver cortes transversales del cerro más famoso de Argentina.
No existe otro en el territorio de Gea.
¿Es posible describir tanta belleza?
No.
Causa conmoción esa colorida mole de piedra.
En algunas instancias pienso que además de las letras que constituyen un idioma universal, podría dedicarme a llevar a mis lectores las bellezas de esta región, bendecida por la naturaleza.
El Cerro de los Siete Colores, está allí.
No es ficción.
Buscalo.
El video que elegí solo muestra una parte de esa hermosura pudorosa.
Te recibiiremos con amor.
No creas estaré sola ante la ocurrencia de ese evento.
¿Has percibido esa luminosidad?
Es mi hijo adorado.
No está visible a la vista.
Como decía El principito, letras de Antoine de Saint Exúperi
“Lo esencial es invisibles a los ojos”,
Se siente en el medio del alma.
No hacen falta manifestaciones visuales cuando se trata de un gran amor.
¿Has podido comprender que así es el de un hijo hacia su madre?
He cursado la invitación.
¿Volveré a esa región del encanto?
Hoy los cachetazos de la existencias me dicen que no.
Lo haría su tuviera la certeza de encontrarme con el ser que traje a mundo para que viviera.
Por ahora prefiero llorarlo sin testigos.
Solo su alma sabia conoce el motivo de esta selección.
Aún no estoy en condiciones de compartir tan inmenso dolor.
¿Pueden entenderlo?
Estoy rota como la famosa mujer de la escritora francesaSimonne de Bouvour.
¿Deseo recomponerme?
No si me falta el hijo de mis entrañas.
La vida carece de sentido sin él.
Te amo más que a nadie en el mundo.
Pese a que el pedido es recurrente, nuca cambiaré los finales de estos contactos.
No es posible.
La muerte de un hijo es imposible de adjetivar.
Es fácil dar consejos cuando tenés una familia completa.
No sirven en la más absoluta soledad.
¿Qué sentirías si no tuvieras con quien hablar?
¿Puede el dolor traer el mutismo total?
Sí.
Todos se alejan de los animales heridos.
No los culpo.
En mi mida se barajó mal.
Deberé acostumbrarme a estar entre las sombras.
Nada le reclamo a nadie.
Intentaré renacer como el Ave Fénix de sus cenizas sin saber muy bien para qué.
Tesoro de mis entrañas, te amo.
En nombre de ese sentimiento solo puedo renovar mi pedido de siempre, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=RpPUAFOPPr0
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