PRODIGIO NATURAL

Todos los que visitamos ayer el dorado geiser acuático, fuimos sorprendidos por el guía turístico.
Antes de emprender camno al aeropuerto de una de las provincias del litoral.
Esa que parece caerse del mapa, no solo por su pequeñez sino por su forma, guarda en espacios limitados, trascendentes tesoro de la naturaleza.
Es bueno antes de regresar, pasar por sitios donde la naturaleza se muestra exuberante.
No hace falta nada más para acunar los latidos del corazón.
A pocos kilómetros del salto dorado, encontraremos otros sobre el río Uruguay.
Atraviesan el agua de manera transversal.
¿Desórdenes naturales?
No.
Maravillas de los mismos, sorprendiendo a los turistas.
Máculas que las retinas guardarán eternamente.
No tuvimos la oportunidad de conocer juntos estas cataratas de agua cristalina.
Son más bajas que las del Iguazú. Maravilla del mundo que todos debemos cuidar para transferir a quienes nos preceden en el camino.
Compartimos esos cursos de agua con la hermana república de Brasil.
Allí se llaman salto
del Yucumã .
Más allá de los nombres atados al tecnicismo y profundas fallas geológicas, quiero decirte me hubiera encantado conocerlos a tu lado.
Embarcados en ese gomón color naránja, surcando las aguas del Río Uruguay, tratando de llegar a las entrañas de una de las maravillas del mundo.
Intrépidos no pensamos en los peligros de esa pequeña odisea.
Si bien el río no es profundo, posee la fuerza suficiente para arrastrar al inexperto.
No sé a quien nos encomendamos ante semejante aventura.
¿Nos habría cuidado el dios de las aguas Poseidón?
Los saltos del Moconá suelen desaparecer, veleidosos antes las crecidas del río Uruguay.
Aquí el hombre demuestra su inconciencia, al intentar ser más poderoso que la naturaleza.
¿Sirve de algo abrir las canillas de las represas?
No si solo pienso en los connacionales, que han elegido erigir sus viviendas en lugares inundables.
¿Dónde quedó la educación?
En ninguna parte.
El signo pesos obliga a los menesterosos abrazadores del poder, a callar.
No comunica a otros de los peligros existentes a la hora de edificar sus viviendas en esos sitios que pueden ser arrasados por el vértigo de las aguas salidas de su lecho.
¿Por qué lo hacen?
Seguramente la desidia obnubila cualquier pensamiento.
Nadie piensa más que en sus propios bolsillos a la hora de calla.
¿Son herejes?
Sí.
El peligro se debe comunicar.
Lo sé mi vida, mis prédicas son en ese desierto a los que hemos sido confinados a vivir en el planeta tierra donde hace falta una gran dosis de humanidad.
¿Resolveré algo expresando mi sentir?
No.
Los que tienen poder están demasiado ocupados en conservarlo.
Carece de importancia el destino de otras vidas.
Quiero contarte que esos saltos, poseen un encanto especial.
Pareciera que Gea al crear nuestro territorio, haya tenido ciertos espasmos.
A ellos atribuidos a las fallas geológicas que dieron nacimientos a la Cordillera de los Andes.
¿Es bueno contar con el segundo pico más alto del mundo?
Desde mi concepción, expresaría un no rotundo.
Muchos alpinistas han perdido la vida en u intención de escalarlo.
No estoy allí.
En la otra punta del mapa quisiera disfrutar de la naturaleza que tanto amás.
¿Podré?
No.
Me hace falta la tibieza de tu mano asida a la mía.
La sonoridad de u risa transparente.
¿Qué hago aquí?
Nada que morigere el dolor del alma ante la ausencia.
Las próximas cuarenta u ochos horas será de reflexión.
Se acercan fechas horrendas que no puedo eliminar del calendario.
No alcanza el agua de los Saltos del Moconá, para diluir esta pena tan grande que no puedo y creo no quiero resolver.
Nunca revistarás en la categoría de recuerdo.
¿Cómo puede recordar una madre a su hijo muerto, cuando lo trajo a la vida para nacer?
¿Es de mi gusto conocer otros panoramas?
Sinceramente no.
Es fea la soledad.
Me hubiera agradado conocer los Saltos del Moconá, en tu compañía.
Nadie me dice por qué no pudo ser.
Se siente el peso de la soledad cuando nadie posee respuestas para tus inquietudes.
Los días que vienen serán demasiado difíciles de soportar.
¿Quién secará mis lágrimas de impotencia, si vos no estás?
¿Podremos encontrarnos en alguna ocasión?
¿Dónde?
¿Qué paisaje será testigo de nuestro encuentro?
¿Oscuridad o luz?
¿Podías esperar mi arribo?
No alcanza ningún salto de agua para contener esta vida sin sentido.
Nadie puede escuchar mi clamor.
Deseo estar con vos.
Te amo, luz de mi vida, por ello siempre te pido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=8WzPKIaMwG8