Thursday, July 18, 2019
OTRA ESENCIA
Existen varias versiones que explican la aparición de una de las flores más expresivas que conocemos los terrenales.
Pese a ello en la mitología griega que como sabés es una de mis pasiones, no hay autor que sostenga en las letras, las diversas teorías sobre las rosas.
Quiero contarte alguna.
Solo la imaginación podrá agregar otras o simplemente negarlas.
Lo importante es que las rosas no desaparecerán.
Cibeles era una diosa griega reconocida por dotar de fertilidad a la naturaleza.
En la mitología romana se la identifica como Magna Mater.
Es quien inició a otro dios, Dionisio en la iniciación del misterio, un don adjudicado a las divinidades.
Cuenta la mitología, fue ella quien creó las rosas cuando Afrodita llegó al mundo impactando con su belleza increíble.
Para la niña pensó en una rosa de color blanco.
Se dice que los dioses tienen ciertos poderes sobrenaturales que los diferenciaban de otros seres humanos.
Estos mitos o leyendas no están en los versos de Homero ni tampoco en las entregas de otros poetas griegos.
No obstante no se puede negar la existencia reconocida de Afrodita, como la divinidad más bella ni la de Dionisio, el encargado de los misterios e iniciado en los mismos por la deidad Cibeles.
Expresa la mitología que en una ocasión en la que Afrodita al salir del mar, se cortó in pié con el caparazón de un caracol.
En ese instante de su pecho brotó una rosa blanca.
Dionisio estaba bebiendo una copa de vino.
Intentó probar si los pétalos cambiaban de color.
Para tal objetivo, derramo el contenido de su copa sobre la rosa blanca de Afrodita, por ello nacieron las flores de color rosado.
Para las rojas le pidieron a los zorzales, engendraran otros pájaros, debía tener su cabeza de color oscuro.
Así se verían los primeros, conocidos como cardenales.
El color de ese plumaje debería auspiciar , la llegada de las conocidas rosas rojas que más tarde simbolizarían el amor,, en todas sus acepciones.
¿Cómo fue logrado ese tono?
Es un misterio de Dionisio, que no quiso revelar.
Paradigmas, de dioses, deidades y ninfas de las diferentes mitologías existentes en la humanidad.
Las más trascendentes fueron la griega y romana.
Las rosas rojas son una de tus favoritas, siempre y cuando no estén cortadas de la planta.
La especie que reposa solitaria sobre un pilar de madera es de ese color.
Desde tu ausencia, si bien no voy a negar la belleza de ese tipo de flores, nunca volví a comprarlas.
Tu ausencia se llevó el deseo de armonizar el contenido de un recipiente para flores.
¿Quién las miraría, además de la soledad?
¿Por qué la muerte del ser que más se ama en la vida se lleva costumbres acendradas?
Más allá de tu esencia, no puedo verte como quisiera.
Días pasados habando con uno de tus hermanos de la vida, comentaba que tus cenizas no deberían estar donde están.
Imaginó serían derramadas en la cuenca transparente de un río de montañas.
Siempre conversamos sobre nuestros respectivos finales.
Jamás formulamos ningún pedido especial sobre donde depositar las cenizas.
Durante treinta y nueve días y sus noches, estuviste conmigo.
Jamás había experimentado la muerte de un hijo, por ello y porque no fue tema de nuestras charlas, me pareció debías estar en el sitio que descansa la urna de madera.
En ese lugar, se supone descansan las cenizas de seres que te antecedieron en el camino y te amaron con pasión.
Es difícil para una madre, decidir en soledad.
¿Habré cometido un error sacrílego?
Otro de los interrogantes para los que nunca tendré una acertada respuesta.
Cuando recién partiste, tal vez no supe pensar con claridad.
De acuerdo a las enseñanzas recibidas, quise pensar que las almas se elevaban.
De ninguna manera pensé quedarían contenidas en la estrechez de una urna.
Vacilaciones, dubitaciones aparecieron a principios de este año.
¿Radicará la causa ñeque el tiempo transcurrido comienza a sembrar todo tipo de suposiciones?
¿Por qué antes creía en algunas cosas y ahora no?
¿La causa será el cacheteo constante de la realidad?
No se puede explicar el sentimiento que asalta a una mamá que tuvo todo, cuando el hijo estaba visible y ahora el silencio es partícipe de la soledad y dolor.
Hoy establecí este enlace fantástico que me acerca más a vos, cuando la mañana tardaba en llegar.
Durante la alborada el cielo se mantenía despejado, ahora está nublado como mi alma.
En un rato debo salir a consulta médica.
Sé que gozaré de tu compañía.
Como siempre estarás atento a los gestos de la profesional que me atiende.
No temas.
Si bien algunos resultados pueden mejorar, tampoco son para cuasar preocupación.
Lo más importante es alegrar tu visión con delicadas imágenes.
Son las que anteceden a mis acostumbrados juegos de letras.
Siempre me preguntan por qué teniendo tanto material no he publicado el primer libro.
Son pocos los capaces de comprender que ese sueño era compartido.
No estás físicamente, no poseo deseo de cristalizar esa utopía que tanto te alegraba,
El dueño de cada letra sos vos.
Tesoro de mi alma, nunca dejo de solicitar llegue pronto la hora de mi partida.
Pareciera que nadie desea escuchar a esta mamá desesperada por ver al ser de luz que más ama en la vida.
Estoy cansada por esta espera.
No es posible avizorar o predecir resultados.
Te pido me esperes.
Lamentablemente no depende de mí.
El equipaje está listo.
No llevo demasiado.
De ninguna manera olvidaré la mochila en la que están cargados los besos que no has podido recibir.
Mientras esté entregada al descanso, podrás usarlos.
No tienen fecha de vencimiento.
¿Cuándo llegue podrás reconocerme?
Presumo que el amor inconmensurable será mi tarjeta de identificación.
Siempre te pediré, no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=EsB6aHZ5w50
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