Wednesday, February 08, 2017
LAS CASAS DE LA LUNA, TU CASA
Es tan bella que no le agrada que la denominen satélite de la tierra.
La vemos en todas sus fases cuando recibe la luz de la estrella más grande del universo.
Siempre precede la aparición de las estrellas, brillantes iluminan el Universo para darle la bienvenida a ella.
En ocasiones se muestra como una adolescente dejándonos observar una parte de su superficie majestuosa.
Cada veintiocho días cambia su vestimenta plateada apareciendo en cuartos creciente o menguante, hasta que por fin al completar su desarrollo de crecimiento orgullosa se muestra en todo su esplendor transformándose en Luna llena.
Desde todos los tiempos ha sido inspiración de poetas y artistas de la pintura.
Cada uno la describía o retrataba acorde a sus sentimientos más profundos.
La extrañamos cuando pasa a la fase de Luna nueva.
El cielo solo muestra la oscuridad de siete noches sin luna.
Siete días que usa para embellecerse permaneciendo en el anonimato estelar de la Luna nueve.
Como toda mujer es inquieta, fascinante con cualquiera de los atuendos que le impuso la naturaleza.
Compañera del caminante solitario a quien le ilumina el sendero para que llegue a destino.
Cómplice de los enamorados que bajo su luz comparten los sentimientos.
Tranquilizadora de las mujeres que esperan su prior hijo.
Nueve lunas deben pasar para que un bebé emita sus primeros vagidos.
Esa es la etapa más esperada por nosotras para conocer a nuestros hijos sintiendo que hemos alcanzado tocarla con nuestras manos cuando ese montoncito de carne rosada calma su llanto en el primer contacto con su madre logrando sienta un estado de plenitud inexplicable.
Esperé nueve lunas para tenerte en mis brazos por vez primera, lloré de emoción acompañando tu llanto pequeñito.
Hoy mis lágrimas no son como aquellas pues el destino te aparto de mi ado de manera temprana para que no padecieras.
Sabés que me gusta caminar en soledad por la orilla del mar cunado la Luna pende mágicamente del cielo.
Cuando todos los terrenales están entregados al sueño después de un día de agotadoras actividades, creyendo que todos duermen, desde que no estás mis noches son largas y oscuras.
Circunstancia que me lleva a caminar descalza por la arena.
Puedo afirmar que he visto a la Luna bajar de los cielos eternos para sumergirse en el mar y la cresta de las olas lave sus cráteres para mantenerse tan esplendorosa como cuando pareciera que inmóvil permanece colgada del firmamento.
Los designios del destino quisieron que estés muy cerca de ella.
No dudo que acuna tus sueños de ángel allá en la eternidad donde por ahora tengo prohibido el ingreso.
Sería hipócrita si expresara que no me importa al contrario es mi único desvelo.
Ansío con el alma en la mano que se produzca el anhelado reencuentro ni vos que estás tan cerca de Dios podés cuando se producirá ese evento que me permitirá que la felicidad se incorpore a mi léxico.
Durante tu enfermedad aprendí a ser paciente sin dejar de ser contestaria ante las injusticias.
Entiendo que el camino para llegar a verte otra vez es tan extenso como misterioso.
Esperaré el tiempo que sea para concretar el sueño de darte un beso.
Mientras esperamos te propongo que observemos los cambios de la Luna, será otra manera de conectarnos aún cuando sepas que estás tallado en mi alma.
Te quiero con la fuerza de un titán.
Fuerza que me transmitís a diario.
No me importa que digan que soy reiterativa en cada letra que te dedico.
Juntos conoceremos todas las casas de la Luna mientras ello ocurre no me cansaré de renovar mi pedido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ja7v4JTsLVw
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