Saturday, February 11, 2017
VIAJAR SIN RUMBO PARA ENCONTRARTE
Anoche recibí la visita de Laura la dueña d la inmobiliaria.
Decidimos salir en su camioneta a dar un paseo por un sitio que no conocía.
Viajar sin rumbo me agrada siempre pienso que en cualquier recodo del camino puedo encontrarte.
Pese a ser una noche iluminada por una luna anaranjada escondida detrás de los árboles, hacía calor típica noche de un verano húmedo cuyas temperaturas no bajan como uno desearía.
Como es una experta conductora no temía que atravesáramos senderos solitarios.
Al principio notamos que antes de llegar a la autopista debíamos hacer un largo tramo por una ruta que no debería llamarse tal.
La desidia del hombre que debe mantener los caminos alejados de las ciudades se notaba en cada pozo que tenía lo que algua vez había sido asfalto.
Conversamos sobre todos los temas en los que estuvimos separadas por la distancia que imponen la circunstancia.
Escucho con suma atención mi historia de vida, el eje de la conversación siempre giraba al dolor que produce la ausencia inesperada e impiadosa de la pérdida de un hijo.
Reveló que el motivo de su divorcio fue la falta de herederos, su ex marido nunca quiso adoptar un niño, ella sí.
Noté que el tema la entristecía, cambié de tema preguntándole si faltaban muchos kilómetros para llegar a la autovía.
Mientras manejaba me contó que ese sitio hoy preso del abandono había sido un pueblo rural que vivía de las cosechas de una tierra generosa,
Preguntó por qué no usaba el cinturón de seguridad como corresponde, con media sonrisa le respondí que era una vieja manía que estaba tratando de desterrar teniendo en cuenta los peligros que conlleva circular sin él.
Pese a tener las ventanillas cerradas y haberos asegurado de subir los seguros de las puertas podíamos escuchar el canto de los grillos y el croar de alguna rana.
Circulábamos con absoluta tranquilidad sin dejar de lado nuestra charla.
Expresó que si volviera a nacer jamás repetiría la vida que tuvo.
No entendía el concepto mío sobre a posibilidad de renacer en otro tiempo y circunstancias.
Dije que volvería a repetir la misma pida que tuve, repitiendo la maternidad que me dio al mejor hijo que una madre puede desear, un ser de luz que durante su corta vida no solo fue mi descendiente sino mi cómplice u amigo.
No creo que hayas muchas madres que puedan sostener una conversación con el hijo de sus entrañas sin utilizar el don de la palabra.
Hablar de vos me produce sentimientos de paz y un dolor que no se puede explicar con palabras.
Laura no dejaba de mirar el espejo retrovisor, enseguida comprendí que advertía los faroles de dos motos.
No dudé en pensar que seríamos objetos de un robo.
Intentamos tranquilizarnos pensando que eso solo ocurría en las noticias de los medios de comunicación.
Acordamos en el caso de que un hecho de esas características ocurriera no nos revelariámos.
La vida es prioridad sobre lo material, esas fueron mis palabras aún cuando ene. Fondo de mi ser pensara que la mía carece de sentido desde que no estás.
Las motos estaban cada vez más cerca nuestro
Laura le pedía a su padre fallecido que la protegiera.
Yo te pedía a vos que me ayularas como tantas otras veces, no por el deseo de vivir sin saber exactamente para qué sino porque la violencia es mi enemiga desde que tengo recuerdos.
Laura se encomendó a su padre rogando protección, en mi caso te pedí como siempre que me cuidaras.
Grande fue nuestra sorpresa cuando los vehículos nos pasaron.
Ninguna de las dos motos tenía tripulantes.
Ambas sentimos más terror que el que veníamos acumulando.
Faltaban metros para legar a la rotonda iluminada que indicaba el acceso a la autopista.
Si en ese instante nos hubieran retratado éramos la imagen de la palidez que ocasiona el terror.
La luna plateada brillaba en todo su esplendor, parecía distinta a la del principio de este viaje sin rumbo con el objetivo inicial.
Estacionamos en un restó, no para cenar sino para reponernos del susto.
Mientras cerraba con llave la puerta del conducto, mi amiga me preguntó,¿ Estás viendo lo mismo que to?
Le comenté que no sabía que estaba mirando, con insistencia inquirió que mirara la luna.
Una sonrisa se dibujo en mi alma debajo del satélite de la tierra había aparecido una estrella gigante, en lugar de titilar como las otras del universo celestial, ésta parecía sonreír.
No dije absolutamente nada.
Sé que no se trató de una aparición ni alucinación, las dos veíamos lo mismo.
Con el corazón henchido de orgullo sé que ese cuerpo celeste que nunca antes se había visto eras vos.
Decidimos no cenar sino tomar algo refrescante sin alcohol, Laura debería manejar para dejarme en casa.
Charlamos sobre temas triviales.
Prometimos volvernos a encontrar de día.
Las dos necesitamos renovar el aire que nos oprime por distintas circunstancias, distintas pero igualmente dolorosas.
Nos despedimos con un abrazo.
Al entrar a casa no pude contener el llanto.
Comprobé que todos los caminos sin tumbo me llevan a vos.
Te quiero más allá del amor maternal por eso te pido amigo y cómplice de aventuras que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=aXYtJB7Qslk&t=46s
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