UNA MARIPOSA PARA TU CIELO

Si expresara que me fascinas los lepidópteros muchos pensarían que estoy perdiendo la cordura,.
Es el nombre científico de uno de los seres vivientes más bonitos de la tierra.
En su proceso gestacional se denominan orugas has que por fin las vemos volar entre plantas y flores.
Sí, hago referencia a las mariposas, seres que se nutren del reino vegetal.
En ocasiones las hemos vistas prendidas de las flores como si fueran una joya que las adorna, de aquellas beben su néctar para vivir una vida efímera como fue la tuya.
Es difícil encontrarlas en las grandes ciudades.
La mano del hombre las hizo migrar a lugares abiertos para poder subsistir.
Sus rincones favoritos son los espacios abiertos como los cuidados jardines donde las flores se multiplican por doquier regalando un estallido de fragancias y color.
Aparecen con temperaturas cálidas, primavera o verano son las fechas donde se reproducen con facilidad.
Cuando eras peque solías desaparecer.
La búsqueda era sencilla siempre te encontraba en el refugio del jardín.
Al principio las mirabas con desconfianza hasta que la belleza de las mariposas te cautivó.
Podías estar bastante tiempo sosteniendo una de aquellas entre tus dedos, en ese momento tu risa cristalina llenaba de alegría todos los espacios de la casa.
Te atraía la tersura de sus alas similares al terciopelo, en aquel entonces encontrabas varias de diferente color.
Cuando tus dedos se teñían con las alas de esos seres encantadores las dejabas volar o las colocabas sobre las flores.
Para vos era un trofeo sostenerlas.
Desde siempre te atrajo todo lo relacionado con la naturaleza.
Recuerdo que siempre decías que las flores debían permanecer erguidas en su tallo, cortarlas era dañar la planta.
Siempre tus deducciones eran correctas más allá de la edad que tenías en aquellos años.
Los grandes poetas como Dante o Sófocles afirmaban que el Paraíso o Edén eran una fiel reproducción de la tierra, exceptuando los sonidos a veces aturdidores del mundo terrenal.
Tabto el poeta florentino como el griego lo imaginaban con ríos de aguas cristalinas donde los seres de luz como vos lo utilizaban como un sitio de recreación.
El recuerdo permanente que tengo de vos hace que me detenga en distintos pasajes de nuestra vida compartida.
Al encontrar la imagen de una mariposa pensé que las extrañarías, me equivoqué.
En tu nueva morada no faltan las mariposas ni los pájaros de suave como brillante plumaje.
Imagino que allá en la eternidad regalan trinos celestiales.
Cierro los ojos y puedo visualizar tu sonrisa.
Una sonrisa tan especial porque te reías con todo el rostro posibilitando que tu mirada tan tierna como triste se encendiera con chispas de luz.
Quisiera tener la potestad de darle vida a esa la imagen de una mariposa.
La tomaría entre mis dedos tal cual lo hacías vos.
Le pediría que volara tan alto hasta llegar a tu cielo y llevar entre sus alas los besos y caricias que el destino decidió no te pudiera dar más.
Es doloroso para una madre no poder hacer esas pequeñas cosas cotidianas que alegran el alma y hacen que el corazón henchido de emoción cabalgue en nuestro pecho al concretar una acción tan pequeña que encierra un contenido tan enorme como el amor de una madre hacia su hijo adorado.
Muchos terrenales agradecen despertar cada día, no es mi caso, siempre me pregunto para qué si no te tengo físicamente.
Sabés que te amo desmesuradamente por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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