Friday, February 10, 2017
TODOS LOS CAMINOS ME LLEVAN A TU LADO
Recuerdo tu primer contacto con las flores,.
Tenías temor a comenzar a caminar, eras pequeño y por ende temías caer si nadie te sostenía de la mano natural en un niño tan pequeñito.
Estábamos en el salón comedor de la casa de tus abuelos maternos.
Como un explorador ibas de un lado hacia el otro de una manera demasiado particular.
En lugar del clásico gateo que hacen todos los nenes pasado el primer año de vida es recorrer con una curiosidad impresionante arrastrándose sobre sus rodillas como lo hace cualquier bebé.
Hasta en eso demostraste tu personalidad y tu luminosidad, recorriendo cualquier sitio deslizándote sentado, cuando podías te erguías sosteniéndote de cualquier objeto que te brindara seguridad.
Parado regalabas tu sonrisa cristalina y esa mirada tan especial que mantuviste hasta que tus ojos decidieron no abrirse más.
Te paraste con firmeza tomado de una silla, desde ese lugar contagiabas con tu sonrisa.
Intenté que vinieras a mi dando tus primeros pasos son sostenerte de nada, la respuesta fue inmediata volviste a sentarte sobre la alfombra como tratando de decir que hasta allí llegarías.
Sobre la mesa fuera del alcance te tu vista tenía algunos de tus juguetes favoritos, te los mostraba con amor incitándote que fueras por ellos.
Varias veces te paraste con los bracitos apoyados en una silla.
Tu mirada inquisidora parecía preguntar ¿ Qué querés ma?
Desde edad temprana mostraste un carácter inflexible.
El último intento fue tomar de un florero una rama con flores de alverjillas, ese fue el motor para que dieras tus primeros pasos sin sostenerte.
Una pequeña caminata para legar a mis brazos extendidos que festejarían tu logro con un abrazo interminable.
Debo reconocer que fui la responsable de tu tardanza para hablar, no fue demasiada per a mi me parecía anormal pues tus primos fueron de habla temprana.
El pediatra no hizo más que sonreír cuando le contaba de tus avances mientras me preocupabas que solo dijeras mamá.
Le explicaba que podía entablar una conversación con vos aún cuando no me respondieras con el don de la palabra.
No dudó en comentarme que mientras te entendiera con ese lenguaje especial demorarías en hablar.
Cuando comenzaste a hacerlo a los pocos mese no había poder en el mundo que callara tu vocecita que no respetaba los momentos del día, hablabas con una sonrisa de día y de noche también.
No fuiste un niño llorón o quejoso.
De madrigada en tu media lengua te despertabas cantando canciones propias de la niñez.
Desde muy pequeñito mostraste tus dotes para el arte.
Desde que tengo recuerdos siempre te dedicaste a desdramatizar cualquier episodio repitiendo tu muletilla “ No es grave má”.
Como si hubiera pasado un instante recuerdo tu primer visita formal a una exposición de flores.
Recorrimos todos los stand.
Al finalizar e l rcorrido fuimos a almorzar.
Te pregunté si te había gustado el paseo tu respuesta fue un lacónico n.
Al notar mi cara de asombro me explicaste que las flores y las plantas estaban entre las cosas que más te gustaban, a la vez mostraste tu disconformidad con la cantidad de arreglos florales.
Según tu criterio las flores no debían cortarse de las plantas originales pues por más cuidado que recibieran vivirían menos que en su estado original.
Tus respuestas siempre llevaban a reflexionar.
Hoy que no estás físicamente a mi lado pero si tallado en mi alma, encuentro momentos de placer u quietud al recorrer jardines repletos de flores.
Todas erguidas en las plantas que las hicieron florecer.
Eso me hace elegir para nuestras conexiones diarias imágenes que contengan estallidos de flores vigiladas por el cielo en cualquier momento del día o en la oscuridad de las noches que agudizan el dolor de la ausencia menos esperada.
Tisis los senderos floridos me acercan a vos.
La fragancia me transporta a senderos insondables.
Imagino que al final de los caminos floridos que se pierden en el horizonte encontraré tu imagen adorada.
Solo le pido a ese Ser Superior que te cuida más allá de la vida terrenal que me permita concretar un sueño sencillo que no molestará la quietud de la eternidad.
Necesito darte un beso que llevará implícito el caudal de mis sentimientos imposible de dimensionar.
Te quiero más allá de los planos del que siempre hablaron cinéticos y filósofos refiriendo a la vida más allá de la muerte.
Tu alma vive junto a la mía por eso no dudo expedirte sin cansancio que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=uiSs459wrLM
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