Nuestro cerebro no descansa nunca.
Es quien rige todo aquello que nos afecta desde las emociones hasta las enfermedades.
Quien permanece siempre en estado de alerta aún cuando estemos entregados al descanso.
La neurobiología estudia cada zona cerebral y las funciones que cumple.
Siempre se descubre algo nuevo o funciones interrelacionadas entre si.
Está divido como si fuera un mapa de un país con sus respectivas provincias, cada una de ellas cumple una función específica.
Quiero soñarte, algo de mi cerebro impide que lo haga directamente con vos.
Encuentro intermediarios que propicia que siempre continúe mi búsqueda hasta encontrarte.
Ayer tuve un día demoledor, no me quejo al contrario lo celebro porque estar cansada ayuda a dormirse sin demoras.
Aparece un paisaje.
Por el color del cielo deduzco que se trata de un amanecer.
Aún no ha aparecido el sol, sin embargo el firmamento tiene pinceladas doradas que lo hacen lucir en todo su esplendor.
En la orilla sobre la arena de un río manso un viejo bote de madera en buen estado de conservación, en el lugar que se colocará el motor fuera de borda una gaviota permanece sentada pareciera esperarme, levanto la vista y otro ejemplar de la misma especie revolotea por el lugar.
Seguramente serán mis compañeras de viaje hasta donde ellas deseen volar.
Reviso la embarcación.
El tiempo ha dejado sus marcas pero se encuentra en buen estado de conservación.
Enciendo el motor, no tengo ruta prevista.
Llegaré hasta donde el destino me deje.
Mi intención es siempre la misma, buscarte con el propósito de darte un beso, acariciarte y darte esos abrazos que extraño tanto.
No hay viento, por lo tanto las aguas del río están tranquilas.
La soledad del paisaje es conmovedora, tanto como la soledad que me ha tomado como su prisionera haciéndome sentir su peso a diario, a eso me acostumbré, a no tenerte jamás.
Sigo navegando, las gaviotas han emprendido el regreso, eran pequeñas, seguramente estaban cansadas de volar.
Navego a poca profundidad.
A medida que el río se estrecha aparece en ambas riberas vegetación.
Es media mañana.
Alegres los pájaros entonan bellas melodías.
Desde otro bote me saludan aún cuando no me conozcan, algo que tomo como una caricia hacia el alma.
Un cartel indicador indica que a media hora de navegación se encuentra una cascada.
Solicitando a los timoneles que detengan las embarcaciones para seguir el camino a pie,
No hay demasiado notes circulando.
Enseguida encuentro aun señor que se dedica a ayudar a subir a tierra firme a los navegantes.
Solícito me indica el camino a seguir.
Las viviendas de los isleños llaman la atención por su cuidado y colorido.
Instaladas sobre pilotes de madera para que no los afecten las crecidas, utilizan la parte que queda libre para tener variedad de plantas multicolores que atrapan con su delicada fragancia.
Llego a la pequeña catarata, os saltos de agua más allá del tamaño que tengan ejercen fascinación.
Cuando salí el cielo estaba despejado, ahora sobre los saltos de agua encuentro una nube.
Perfecta por su forma y colorido, ubicada en el mejor lugar del horizonte,
Evoco cuando eras pequeño y le buscábamos formas a las nubes.
Siento atracción.
No puedo evitar observarla.
Al buscar una forma determinada, coincide con tu perfil.
No puedo verte en algunos sueños.
Sentí cabalgar en mi pecho el corazón al visualizar esa nube.
La tomo como una señal de las tantas que recibo de tu parte.
Regreso con el alma plena, he sentido confort.
La felicidad regresará a mi vocabulario cuando pueda estar a tu lado.
Sabemos que es necesario esperar.
Ignoramos qué tiempo demandará por ello solo me resta pedirte que nunca olvides cuanto t quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=zkPmiscoi6s&t=3935s
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