Thursday, July 27, 2017
UN COLUMPIO ESPECIAL
Recorro paisajes que vimos juntos.
Me detengo en una plaza a la que te llevaba a jugar.
El tiempo también ha dejado su marca en ese espacio particular.
Conserva los juegos de antaño que conviven con los más modernos.
La idea de las madres que concurren con sus hijos es que tengan la posibilidad de jugar compartiendo esos juegos.
Me siento en un banco.
Todas las mamás están acompañadas de sus herederos.
Se preguntarán qué hace esa mujer tan solitaria en un sitio donde las carcajadas de los niños se repiten sin cesar.
Te fascinaban los columpios más que cualquiera de los otros juegos.
Explicabas que mientras te hamacabas sentías libertad absoluta.
Me pedías que te ayudara a volar con el primer envión.
Eras el encargado de encontrar los columpios que estuvieran más alejados con la condición que el de cualquiera de los laterales estuviera vacío con el propósito que lo ocupara yo.
Hacías esfuerzos con tus piernas para volar bien alto.
No me cansaba de mirarte con ese orgullo que solo sienten las mamás que aman de una manera especial a sus hijos.
Te contemplaba con el amor más puro apenas balanceándome en mi columpio.
Tus fritos se repetían “Dale ma, probá ganarme”.
Sin dudas eras un niño feliz.
Nunca pediste grandes cosas.
Elegías los juguetes que te hicieran pensar.
Es la hora de la merienda.
Madres con sus hijos comienzan a partir.
Algunos nenes rompen en llanto quieren seguir.
Con sabiduría las madres los saben calmar.
La `laza ja quedado vacía como mi alma.
Solo el cuidador levanta algunos papeles de golosinas para que al día siguiente los chicos la encuentren impecable.
El sol comienza a esconderse detrás de los edificios más altos.
Me acerco a un columpio como antes, ahora estoy sola.
Es una tarde invernal donde el frío se alejó por varios días.
Ha cambiado tanto el tiempo que los árboles que fueron podados comienzan a mostrar sus tímidos brotes.
La luz del sol partiendo les otorga forma de coloridas pastillas de colores.
Me balanceo con suavidad mientras pienso que debería obedecer al impulso de tomar velocidad para volar como antes lo hacías vos.
Una fotografía perfecta de esta realidad que me toca vivir.
El tiempo transcurre monótono. Como si estuviera cansado de hacer sierre el mismo recorrido sobre la esfera del reloj.
Si pudiera tomaría envión para hamacarme tan fuerte como lo hacías vos.
Sentir esa libertad que te permite volar.
A diario lo realizo con el pensamiento.
La imaginación es tan poderosa como mis ganas de verte aún cuando sea solo un instante.
Vuelo por esos senderos misteriosos, todos culminan en la esfera celestial.
Sueño que en las puertas del cielo estarás esperándome para recibir ese beso que me desvela.
La luna aparece colgada entre el follaje de los árboles. Las estrellas titilan iluminando la noche oscura.
Abandono el columpio.
Es tarde debo regresar a mi refugio.
Mientras camino en soledad absoluta no puedo evitar que las lágrimas comiencen a rodar por mi rostro.
Es tan poco aquello que necesito que por ello no se me concede. Necesito darte un beso, abrazarte como en el pasado reciente.
Te extraño y te amo con igual intensidad.
Debo seguir esperando.
mientras el tiempo transcurre, reitero mi pedido de siempre.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=rTd02-fsQfQ&t=1432s
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