TORMENTA EN MI ALMA

Las frecuentes noches de insomnio aguijonean el dolor.
Miro desde el ventanal el cielo oscuro, solo iluminado por relámpagos que terminan con el ensordecedor grito de los truenos.
Cierro las ventanas en el instante que caen las primeras gotas.
Quejumbrosos los cristales comienzan a vibrar.
Se siente tu ausencia en esta noche sacada de una película de terror.
Percibo tu vocecita diciendo “No tengas miedo a la tormenta es pasajera y aquí estoy acompañándote”
Siempre supiste de mi fobia a las tormentas.
Cuando ellas pasaban dejando destrucción, desdramatizabas la situación expresando ti típica frase “No es grave ma” seguida de un tibio abrazo que confortaba el alma.
No fue una noche fácil cuando no se puede desterrar el temor.
En ese instante traté de distraer los pensamientos recordando al dios griego Anemoi hijo de Astrea y Tifón.
Zeus decía que había tres vientos buenos que traían la lluvia necesaria para las cosechas omitiendo al dios que Hesíodo en su obra nombraba como el viento malo que desata las tormentas furiosa que a su paso todo destruyen.
Recuerdo que entre risas me nombrabas a esa deidad diciendo que te convertirías en aquel para que las noches no fueran tan silenciosas.
Al principio me enojaba por tus comparaciones, posteriormente reíamos juntos.
¿Te has dado cuenta del tiempo transcurrido?
Ese tiempo tedioso que intenta cada día alejarte un poco más de mí sin tener el éxito buscado.
Extraño esos días compartidos.
No importaba si veíamos el brillo del Sol i cima ayer se desataba una tormenta feroz.
Prevalecía la felicidad de estar juntos, aún cuando estuviéramos en distintos sitios de la casa sabía que caminado un par de pasos te encontraría mirando tu serie favorita,
Fusto que nunca compartimos.
Detestaba a esos muñecos amarillos.
Podías estar horas mirándolos y riéndote.
Cuanto te preguntaba por qué veías capítulos repetidos durante tantas horas contestabas que eran geniales que no me atraían porque no los entendía.
Conversando con un amigo tuyo recordaba que eras el único que sabía en detalle todo lo que ocurría en esa serie.
Añoro ese pasado reciente donde tu risa llenaba todos los rincones de la casa.
Muchas veces me pregunto para qué estoy en la tierra.
La mayoría de las personas que conozco, incluyendo a los médicos que cuidan mi salud expresan que sigo pues tengo que cumplir una misión.
Respeto sus opiniones aún cuando no esté de acuerdo con ellas.
¿Qué misión debe cumplir una madre cuando ha perdido a un hijo adorado?
Interrogantes que algún día tendrán respuesta i ni.
Quiero decirte por enésima vez que te quiero más quue nunca, deseo que no extrañes a ninguno de los seres que conociste.
Estoy segura que allá en la eternidad los evocás con una tierna sonrisa.
Muchos están a tu lado cuidándote.
No temas a las tormentas que se producen en mi alma producto de una ausencia injusta e inesperada.
Te propongo que mientras esperás mi llegada nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=LmKyBUdRN98