TUS PAISAJES SON LOS MÍOS

A diario me pregunto cómo serán los paisajes del atardecer o amanecer, allá tan lejos en la eternidad donde estás.
Soy prisionera de la impotencia a no poder compartir las bellezas que nos obsequia la naturaleza.
Naturaleza que nos fascinaba contemplar juntos.
Aún cuando fuéramos a lugares conocidos con anterioridad siempre encontrábamos algo nuevo para descubrir.
Imágenes añoradas que el destino se empeñó para que las guardara como el tesoro más preciado no solo en mi memoria sino también en los huecos que producen las heridas que jamás cicatrizarán.
Cuando se ama con intensidad al ser que ya no está las lastimaduras van formando surcos en el alma.
¿Cómo se ven las flores desde las alturas celestiales?
¿Has podido conservar en tus retinas y en el corazón todos los instantes que la vida nos permitió recorriéramos asidos de la mano?
¿ Me reconocerás cuando se produzca el reencuentro tan anhelado?
Interrogantes que perturban.
Solo reconforta que así hayan pasado los años, una madre puede reconocer al hijo de sus entrañas.
Tus paisajes son los míos más allá de la distancia.
Produce placer pensar que podemos observar lo mismo desde dimensiones diferentes.
Como toda madre hubiera querido que permanecieras a mi lado para siempre.
Ese siempre que solo Dios tiene la potestad de interrumpir.
No es necesario que acuda a buscar un álbum de fotos para verte sonreír.
Tu sonrisa y tu mirada me mantienen erguida cmo un árbol solitario al que a veces muchos olvidan mirar.
Pocas veces en suelo terrenal se encuentran seres de luz como vos.
Sería necia si negara su existencia.
Para todas las mamás su hijo es el mejor y está bien que así sea, los hijos son una proyección del amor que no se puede dimensionar.
Aún cuando no te pueda visualizar te siento aquí a mi lado.
Es mágica esta conexión diaria que puedo establecer con el dueño de mis musas.
Sabés que cuando comienzo a escribir nunca sé como será el contenido de mis letras.
Solo necesito ahondar mi pensamiento único para entender que sos mi fuente de inspiración.
No pretendo ser escritora, me conforma poder jugar con las letras que a diario te dedico.
No puedo no comenzar con el ritual que se repite día a día.
Encender la computadora, esperar que se cargue y con ansiedad que se renueva cotidianamente ver el fondo de pantalla donde está tu imagen.
Recorro con mis dedos la perfección del rostro que ven los ojos del alma.
Me detengo en tu mirada de caramelo preguntándome qué hice mal para que la eternidad se interpusiera entre nosotros.
Busco imágenes que en algún momento nos hicieron reír o llorar de emoción.
Recuerdo fechas algunas llenas de luz.
Otras tan oscuras como los abismos ancestrales que cambiaron nuestras vidas.
Aprendimos juntos a compartir esas soledades que duelen.
Juntos intentamos salir de esos momentos que jamás se pueden olvidar.
Ni remotamente pensamos que algún día el destino pretendería separarnos.
Si ese era su objetivo, no lo logró.
Para los amores incondicionales las distancias no tienen razón de ser,
Pocos entienden que una madre jamás puede separarse de su hijo más allá de las circunstancias que impone el destino.
Quiero que estés bien, tan bello como la última vez.
Mientras esperamos vuelvo a pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=spTMICIuJD4